La
bala perdida que busca la paz
Autor: Isabel Peláez R. |
Reportera de El País
GACETA El País, Cali, Domingo, Noviembre 27, 2016 |
El País publicó la primera
‘Balita’ de León Osorno en el año 1973.
Un día León Octavio Osorno
Aguirre iba rumbo a su casa, cuando se encontró, cerca a Santa Librada,
una bala calibre 38 largo. “Pensé que me estaba escogiendo para que
contara su historia, la de una bala que se negaba a ser disparada”.
La dibujó pequeña,
robusta, de extremidades delgadas, grandes; redondos ojos negros y su par
de pestañas largas. De sus labios asomaban solo dos dientes superiores. Colgado
al cuello le hizo un medallón, símbolo de paz. Se le antojó optimista,
ingeniosa, idealista, segura de sí, pero con los pies en la tierra, sin
desligarse de la realidad.
Plasmada en el papel, se la
presentó a Timmy Ashe, jefe de producción de El País, amigo de parrandas
que Osorno amenizaba a punta de acordeón. Este lo llevó con el
director del diario, Rodrigo Lloreda, quien autorizó la publicación en la
página dominical de los ‘monos’. ‘Balita’ apareció por primera vez en diciembre
de 1973 en el suplemento de El País.
Al salir Ashe del
periódico, salió ‘Balita’, que vio la luz de nuevo en 1978
cuando su creador publicó un libro con ella de
protagonista.
Tras un silencio de 13 años, en
1988 y por petición de Julio Riascos, exalcalde de Cali, quien dirigió
las páginas editoriales de El País, ‘Balita’ volvió al diario que la vio
nacer.
Cuentan que esa bala le
salvó la vida a Riascos, el primer alcalde de raza negra que tuvo Cali,
quien por poco muere de amor.
Por sugerencia de una amiga en
común, Carmen Elisa Álvarez, Osorno le envió al exmandatario una ‘Balita’
subida en un búho, pues supo de su afición por coleccionar figuras
inspiradas en esas aves. Junto al dibujo iba el mensaje: “Uno debe ser
más importante que el amor, aunque para uno, el amor debe ser lo más
importante”. “Eso le llegó al corazón. Nos conocimos y nos hicimos amigos”,
cuenta el dibujante.
Pero a ‘Balita’ una vez
se le fue ‘el tiro por la culata’, como dicen popularmente. En 1991, en plena
campaña por la Constituyente, la polémica munición se pronunció,
refiriéndose a dos candidatos a la Asamblea, Álvaro Gómez Hurtado y Misael
Pastrana Borrero: “La Constituyente también es el centro de reencauches de los
políticos gastados en las rutas de la inutilidad”.
En esa época no había
computadores y las páginas se armaban a mano en diferentes mesas. Por
cuestiones de armada, la página 4 donde salía ‘Balita’ quedó enfrentada con la
5 en la que había un aviso de otro político muy importante
que invitaba a votar por él para hacer parte de la Constituyente.
“Al salir las páginas
enfrentadas cayó como si el mensaje fuera a propósito para ese otro
político. Al otro día no salió más ‘Balita’, y tampoco los días
siguientes”, cuenta Osorno.
A él le contaron que la
periodista Beatriz López salió en defensa de ‘Balita’,
para que no la sacaran del diario porque había colegios donde
los alumnos empezaban la jornada leyendo su mensaje e incluso
había lectores que la coleccionaban.
La vida dura del campo
El papá de ‘Balita’ nació en
1948 en San Francisco de Anzá, occidente de Antioquia, “una aldea en la que no
existían los carros”.
Su mamá le contaba que él no
quería nacer, que reventó fuente un lunes, pero solo nació hasta el viernes ‘a
palo seco’. Que varias veces recibieron la visita de un cura, que rezaba y les
echaba agua bendita, porque el demonio estaba metido en ese parto y no
quería que León Octavio naciera.
Los recuerdos de su infancia
no son tan bonitos como los trazos de sus caricaturas.
Tuvo que cargar agua, llevar
leña del monte para su casa, arrear vacas, encerrar terneros, llevar almuerzo a
los trabajadores y hasta tirar azadón. Más aún, en la finca Niverengo vio
morir, uno a uno, a sus nueve hermanitos por una extraña
enfermedad.
“Solo nos criamos los dos
primeros”. Eso influyó en su carácter retraído y en que perdiera al amor
de su vida, una trabajadora social extranjera, por su resistencia a
traer hijos al mundo.
Su padre, quien era agricultor
en Anzá, se trasladó a Medellín para trabajar como barbero, en una época
en la que invadieron al país “las melenas largas”. Allí, Osorno fue
víctima de sus compañeros de escuela que se mofaban de sus
expresiones “montañeras”. A sus 19 años su familia se lo llevó a
Cali, donde buscaban un mejor futuro.
Las manos campesinas de Osorno
han sido usadas para muchos oficios, fue ayudante de albañilería
en una fábrica, operario de una máquina de hacer frascos de plástico,
trabajó en una tipografía y como mensajero de Valorización Municipal. Esas
manos, que en los tiempos libres, usaba para sacarle melodías a un acordeón con
su conjunto vallenato La Gente, con el que ganó el Primer Festival Calima de
Plata de la Alcaldía, las usó también para dibujar a Pedrín.
Inspirado en Condorito, tira
cómica que llegó a sus manos por accidente, cuando aún no se publicaba en el
país, inventó un cómic que salió por más de dos años en el diario
Occidente, y en el que aparecía de médico, bailarín, abogado,
hablaba de Cali, jugaba en el América y bailaba en Juanchito. Con este dibujo,
de trazo en trazo, fue saliendo de su situación de obrero.
Con esas manos prodigiosas
para el dibujo se hizo atleta. El entrenador Carlos Ávila se sorprendió de que
con su estatura de 1,72 metros y 72 kilos de peso, Osorno lanzara la bala
a trece metros, superando a lanzadores de cerca de dos metros de
estatura.
Ocupó el tercer lugar en un
torneo nacional con 6,75 metros. Desistió porque Roberto McCormick, campeón de
nacional de salto alto, dibujante publicitario e historietista, al verlo
hacerle caricaturas a sus compañeros atletas, le dijo que obtendría más fama y
plata estudiando dibujo en el Sena.
Pero su mejor jugada ha
sido ‘Balita’, que tras su salida de los diarios comenzó a salir en libros. Ya
lleva cuatro. El más reciente, ‘Balita. El cultivo de la paz’ *, ganó la convocatoria
Estímulos Cali 2016 de la Secretaría de Cultura de Cali.
El prólogo es de Henry
Acosta Patiño, facilitador de los diálogos en La Habana. Allí hace uso de su
libertad creativa para ‘viajar’ a Uruguay a entrevistar a Pepe Mujica.
‘Balita’ ha sido adaptada
a teatro y en el Campamento por la Paz, en Bogotá, a títeres. El
documental ‘Con sus pies en la tierra’, que le hizo el alemán Ede
Müller a Osorno, será presentado el 10 de diciembre en la Loma de la
Cruz. El libro se consigue llamando al 315 3010749 y 316 366 8884 o en
la Cra 26 No 2A - 46 y en la Cra 4A No 2-08.
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* NTC ... ENLACE:
12 de octubre de 2016
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