viernes, 5 de enero de 2024

Mujeres minicuentistas. Antología. Compiladores: Guillermo Bustamante Zamudio, Henry Ficher y Harold Kremer. Septiembre de 2023. Fondo de Publicaciones del Valle del Cauca

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Gracias al generoso aporte y autorización de los Compiladores,

pública y difunde: NTC … Nos Topamos Con … 

http://ntcblog.blogspot.com  , ntcgra@gmail.com . Cali, Valle, Colombia

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Mujeres minicuentistas

 Antología 

Compiladores

Guillermo Bustamante Zamudio

Henry Ficher

Harold Kremer

 Septiembre de 2023. 215 páginas. 14.0 x 23.0 x 1.3 Cms 

Fondo de Publicaciones del Valle del Cauca

Coordinación editorial: José  Zuleta Ortiz

Imagen por Gloria Medellín






Te escribo una carta larga porque no tengo tiempo de escribir una carta corta.

Blaise Pascal, Cartas Provinciales (1657)

Lamento escribirte una  carta tan larga, pero no tengo tiempo de hacerla más corta.

Carlos Marx a Federico Engels

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CONTENIDO

150 mujeres de 23 países


PRESENTACIÓN 

Prólogo 


Cuento apocalíptico 13

Adriana Alarco (Perú)

Pendones   14

Rosa María Alcalá Esqueda (México)

The end       15

Rosana Alonso (España)

Jerseys y cazadoras 16

Beatriz Alonso Aranzábal (España)

Unicornios 17

Marina Alonso Gómez (España)

Sonámbula 18

Amalia Álvarez Camere (Perú)

Suerte  19

Belén Álvarez Espada (España)

Las seis historias más tristes      20

Nuria Amat (España)

Sentencia    21

Claudia Andrade (Chile)

El crimen    22

Jazmín Aragón (México)

Rebeca 23

Ariadna Arias Martínez (Cuba)

Descreación      24

Giselle Aronson (Argentina)

Esquizofrenia   25

María Teresa Balen (Colombia)

Mi hermana      26

Karla Barajas (México)

Primera persona plural 27

Pía Barros (Chile)

Ambición    28

Diana Beláustegui (Argentina)

Eficiencia ejemplar 29

Mónica Belevan (Perú)

Impacto      30

Dora Isabel Berdugo Iriarte (Colombia)

Ritual   31

Bibiana Bernal (Colombia)

Noche freudiana     32

Sandra Bianchi (Argentina)

Caídos del cielo 33

Camila Bordamalo García (Colombia)

El carcelero insomne     34

María Margarita Borrero B. (España)

Vianda 35

Victoria Bringa (USA)

El gemelo   36

Graciela Bula (Uruguay)

Equivocación    37

Lorena Caicedo (Colombia)

II    38

Cecilia Caicedo Jurado (Colombia)

La promesa 39

Jovana Calderón Llacta (Perú)

La creación 40

Patricia Calvelo (Argentina)

Deberes      41

Rosalba Campra (Argentina)

Ristel    42

Susana Camps (España)

Cabeza testaruda     43

Rosa Carballo Venegas (Costa Rica)

Hacer los deberes    44

Elena Casero Viana (España)

Yo contra mí     45

M. Sofia Casnedi (Italia)

Persecución      46

Jacqueline Castro (Colombia)

Nocturna    47

Flora Isela Chacón (México)

54   48

Laura Chalar (Uruguay)

La nieve      49

Inger Christensen (Dinamarca)

Efectos secundarios 50

Sara Coca (España)

Vivía diciendo   51

Marina Colasanti (Brasil)

Saltar a la vista 52

Flavia Company (Argentina-España)

Catoblephas Toleti  53

Laura Blanca Coton (Argentina)

La mujer más hermosa del mundo   54

Cuento caleño anónimo (Colombia)

Los mutilados   55

Ginés S. Cutillas (España)

La persecución del maestro 56

Alexandra David-Neel (Túnez)

Finanzas     57

Lydia Davis (USA)

Salir de pobre   58

Elisa de Armas (España)

La mancha de humedad 59

Juana de Ibarbourou (Uruguay)

Kamasutra 61

Carmen de la Rosa (España)

La princesa quitamaridos    62

Yolanda Delgado de Tenorio (Colombia)

Lo diabólico      63

Marosa di Giorgio (Uruguay)

Cuestión de gustos  64

Lorena Díaz Meza (Chile)

Vacaciones de verano    65

Alejandra Díaz Ortiz (México)

Última voluntad      66

Elva Díaz Riobello (España)

Medusa I    67

Lilian Elphick (Chile)

Carta junto a una carta  68

Lorena Escudero (España)

Inesperado banquete     69

Araceli Esteves (España)

El ratón cambiado en niña   70

Fábula hindú

El lunar reteñido     71

Esther Fleisacher (Colombia)

Un punto a la deriva      72

María Fraile (España)

Una fábula 73

Mariana Frenk (Alemania-México)

Despertar   74

Raquel Froilán García (España)

La mujer de manzana    75

Maribel García Morales (Colombia)

Ladrón de sábado   76

Consuelo Garrido Romero (México)

Esos que te habitan 78

Claudia Ivonne Giraldo (Colombia)

Desilusión  80

Geraudí González Olivares (Venezuela)

Osito    81

Cristina Grande (España)

Una nevera portátil 82

Almudena Grandes (España)

Deudas 83

Carmela Greciet (España)

El último capítulo   84

Janet Grynberg (México)

Hambre      85

María Guitart (Argentina)

Oona, la alegre mujer de las cavernas     86

Patricia Highsmith (USA)

El ladrón    88

Agota Kristof (Hungría)

Las hermanas   89

Ana Lacunza (Argentina)

Fragmento de retrato    90

Natalia Levi (Italia)

Conveniencias  91

Sara Lew (Argentina)

Miedo a la eternidad     92

Clarice Lispector (Brasil)

Croupier     93

Laura Luna (Colombia)

El niño al que se le murió el amigo   94

Ana María Matute (España)

Mi vecina    95

Luz Adriana Medina Cardona (Colombia)

Rebajas 96

Isabel Mellado (Chile)

Fábula 1      97

Flor Mendieta (Colombia)

Feroz    98

Paz Monserrat Revillo (España)

El negro      99

Rosa Montero (España)

El pez   100

Liliana Montes Barahona (Colombia)

[Sin título]  101

Cíntia Moscovich (Brasil)

Los pájaros dejan el rastro de su olor     102

Ileana Mulet Batista (Cuba)

Entrando en el leteo      103

Josefina Muñoz (Chile)

Voraz   104

Patricia Nasello (Argentina)

En casa del herrero 105

Laura Nicastro (Argentina)

Magia negra      106

Dazra Novak (Cuba)

La raza inextinguible     107

Silvina Ocampo (Argentina)

Globo de nieve  109

Ligia María Orellana (El Salvador)

Oto de Aquisgrán    110

Julia Otxoa García (España)

Remember 111

Emilia Páez Salinas (Chile)

Los pájaros 112

Sandra Patricia Palacios (Colombia)

Ojos I   113

Ana María Paruolo (Argentina)

El fin    114

Karen Pavez Díaz (Argentina)

Toda una vida   115

Beatriz Pérez Moreno (España)

La naturaleza del amor 116

Cristina Peri-Rossi (Uruguay)

El recuerdo no fue suficiente      117

Carmen Amelia Pinto (Colombia)

Diálogos     118

Alejandra Pizarnik (Argentina)

La esclava del ilusionista     119

Rosalba Plaza P. (Colombia)

Un requerimiento   120

Inés Quintero (Venezuela)

El descubrimiento de una ventana   121

Katalina Ramírez Aguilar (México)

Respuesta   122

Graciela Ramírez Santos (Perú)

Matrimonio      123

Janet Marcela Ramírez (Colombia)

Éramos tan felices   124

Gloria Rendón (Colombia)

Tic-Tac 125

Ángela Adriana Rengifo Correa (Colombia)

Por la senda del mal       126

Anne Rice (USA)

Observancias    127

Patricia Rivas (Chile)

Embustero 128

Martha Cecilia Rivera (Colombia)

Visón    129

Christiane Rochefort (Francia)

Insomnio    130

Adriana Azucena Rodríguez (México)

El placer de la lectura    131

Solange Rodríguez Pappe (Ecuador)

Escondite   132

Teresa Constanza Rodríguez Roca (Bolivia)

Confabulación  133

Luz Marina Rodríguez Romero (Colombia)

Frente a frente  134

Carolina Rueda (Colombia)

Mi Adán literario    135

María Paz Ruiz (Colombia)

A dos manos     136

Lola Sanabria (Argentina)

Día hábil     137

Claudia M. Sánchez Cadena (México)

Cumplimiento  138

Alicia Sánchez-Ruminot (Chile)

La última palabra    139

Liliana Savoia (Argentina)

Derechos animales 140

Ana María Shua (Argentina)

Los árboles no dejan ver el bosque   141

Lya Damaris Sierra González (Colombia)

Te busqué   142

Eliana Soza Martínez (Bolivia)

Promesas    143

Carmen Cecilia Suárez (Colombia)

Marta   144

Patricia Suárez (Argentina)

Cuando Maui levantó el cielo     145

Kari Sutherland (USA)

Vietnam (1967) 146

Wislawa Szymborska (Polonia)

Conspiración    147

Gigia Talarico (Chile)

El rayo generoso     148

Lucy Fabiola Tello (Colombia)

Hija única   149

Paola Tena (México)

Culpable     150

Rocío Tizón (España)

Ángela  151

Consuelo Tomás Fitzgerald (Panamá)

Mi nuevo amor 152

Hebe Uhart (Argentina)

Putas las que pintás 153

Graciela Ulloa (Argentina)

La página en blanco 155

Karolina Urbano (Colombia)

Maté a alguien hoy  156

Valentina Urresta Ocampo (Colombia)

Un lugar     157

Mónica Úsuga Castillo (Colombia)

Este tipo es una mina    158

Luisa Valenzuela (Argentina)

Birthday girl      159

Vania Vargas (Guatemala)

Revolución 160

Raquel Vázquez (España)

No hay justicia  161

Nhora Elena Victoria (Colombia)

Borradita    163

Virginia Vidal (Chile)

Fin de fiesta      164

Gabriela Villano (Argentina)

Insomnio    165

Beatriz Viterbo (Colombia)

Problemas con el estambre  166

Laura Elisa Vizcaíno (México)

El numerito 167

Isabel Wagermann (Chile)

La gran helada  168

Virginia Woolf (Inglaterra)

Un viaje      169

Cristina Zabalaga (Bolivia)

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PRESENTACIÓN

Dejarse cautivar por las historias, anécdotas, enseñanzas y sueños que nos brindan los libros, hace que la esperanza y valentía resurja en cada lector, al entregarse a la magia que se esconde entre sus páginas y líneas.

Por ello, la Gobernación del Valle del Cauca se complace en presentar a lectores y lectoras, los cinco nuevos libros del Fondo de Publicaciones del Valle del Cauca, obras literarias que se sumarán a los cerca de cuatrocientos autores vallecaucanos que, con su creatividad, ingenio y amor por la región, han sido parte de esta colección que llega a su versión No. 28.

 Los nuevos libros de la colección son:

 Mujeres minicuenas, antología;

La mesa silenciosa que suena, antología de artes poéticas;

El gatico negro piernas cortas, literatura infantil y juvenil del Valle del Cauca,

Esther Arango una cuentista en Cali, 1928-1932.

Cuando termine esta noche, libro “póstumo de Eugenio Jaramillo, poeta de Palmira.

El Fondo de Publicaciones del Valle del Cauca, fue creado como estrategia de fortalecimiento de la política pública de lectura, escritura y oralidad, como herramienta de promoción de la lectura y aporte a la divulgación del patrimonio literario y oral de los vallecaucanos.

 Clara Luz Roldán

Gobernadora del Valle del Cauca

Octubre de 2023

PRÓLOGO

Desde los primeros días de la aparición* de Ekuóreo**, revista de minicuentos, los directores y fundadores, convencidos de que en la literatura no había géneros, decidimos publicar solo minicuentos que consideráramos buenos.

Por esa razón, nos apartamos de polémicas sobre la literatura masculina o femenina, de izquierda o de derecha e, incluso, de ideologías que señalaban literaturas de la violencia, rural o urbana, literatura judía, musulmana o cristiana.

Apostábamos por la buena literatura, aquella que lograba involucrar al lector, aquella que lograba cuestionarlo y, de alguna manera, lo ayudaba a vivir.

Con la gran difusión del cuento breve en todo el mundo, más mujeres empezaron a escribir y a apropiarse de espacios en los que incursionaban con talento y disciplina.

La fortuna nos ha permitido conocer, y publicar, a muchas de estas autoras.

Con la presente antología ilustramos una muestra escrita por estas creadoras que lograron con sus historias renovar y proponer maravillosos relatos, muchos de ellos obras maestras del minicuento.

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PRESENTACIÓN de la EDICIÓN 2023 del Fondo

Facebook de la Secretaría de Cultura del Valle. 19 de diciembre de 2023


Incluye 30 fotografías

Es de esperar que pronto se publiquen las ediciones virtuales PDF de cada libro en:  

https://www.facebook.com/profile/100064846354797/search/?q=Fondo%20publicaciones

https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/publicaciones/63707/libros-secretaria-de-cultura/

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Ekuóreo nació en Cali, Colombia, en 1980, mientras Harold Kremer y Guillermo Bustamante Z. eran estudiantes de literatura en la Universidad Santiago de Cali. …

Sigue en: https://mini-cuento.es.tl/Eku%F3reo-1.htm 

Matriz: https://mini-cuento.es.tl/Historia.htm

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** https://e-kuoreo.blogspot.com/ 

https://www.facebook.com/ekuoreo/

 ekuoreo@gmail.com

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Once minicuentos seleccionados del libro

Pendones

Rosa María Alcalá Esqueda (México)

 ¡Qué extraños pendones adornan la ciudad! Desde mi ventana los contemplo, sin dilucidar su contenido. ¡Qué raro! Ayer no había. Hoy la ciudad luce desierta. ¿Qué día es? Estoy atolondrado, sin saber qué día es, ni a cuál santo encomendarme. Tengo modorra, quizá duerma otro rato. Prendo la TV, esa maña que tengo de salir “bien informado”. Nada nuevo. Lo de todos los días. Estamos tan acostumbrados… Los cárteles mataron y colgaron a 35 hombres en Avenida Central, para que sepamos que van en serio. Bueno, ahora sé que no son pendones. Estando todo en orden, ¡a descansar!

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Unicornios

Marina Alonso Gómez (España)

 Los unicornios no existen, Tomás, le dijo la madre a su hijo. Tomás, apenado, regresó a su habitación. Lo siento, pero los unicornios no existís, le dijo al unicornio que vivía dentro de su armario. Y el unicornio desapareció.

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Rebeca

Ariadna Arias Martínez (Cuba)

A los dieciséis, Rebeca será violada en su propia casa. Intentará suicidarse, sin conseguirlo. Tendrá que lidiar con el trauma toda su vida. No por mucho tiempo… a los veinticuatro, le diagnosticarán una leucemia que la dejará respirar sólo dos años.

En los últimos días, Rebeca sentirá lástima de sí. Romperá sus proyectos y dejará de visitar espiritistas. Esperará a quedarse sola para vaciar una botella de alcohol sobre su cuerpo. Correrá encendida hacia la calle. Morirá.

Ya en el ataúd, Rebeca no podrá exhibir su rostro. Se alegrará de que así sea. Escuchará a la gente conversar ante una caja de madera sin la certeza de que ella está dentro.

Pero ahora Rebeca tiene quince años y todavía se divierte jugando a los escondidos. No se percata de la mirada de su hermano. No recuerda que pronto cumplirá dieciséis.

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 Caídos del cielo

Camila Bordamalo García (Colombia)

 Yo ya estoy mamado. Eso de recoger muertos caídos del cielo todos los días es una mamera, todos escogen este lugar, como ya casi no es transitado y ya no cumple con su vieja función, les queda fácil venir a matarse aquí. Yo ya me he quejado, pero en todas las oficinas a las que he ido se ríen y me cambian el tema; les da risa que mi casa quede debajo de un puente y se dedican a hablar de eso y, así, el verdadero motivo de mi queja queda olvidado; empiezan a hacerme preguntas estúpidas y me convierten en el centro de atención de todo el que llega.

Todos caen al patio de mi casa, yo a veces los veo antes de lanzarse y les grito: “¡Vayan a suicidarse a otro lado!”. Pero no me hacen caso y caen todos en el patio. Estoy harto, yo creo que me va a tocar abrir un hueco y que caigan ahí de una vez.

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Ristel

Susana Camps (España)

Ristel estaba convencida de que, si se disfrazaba de tigre y no se quitaba el disfraz nunca, todos acabarían tratándola como a un tigre. Es más: pensaba que, mediante ese procedimiento, se convertiría en un verdadero tigre. Así que consiguió un buen disfraz y salió a cazar.

Su piel hermosa, la ferocidad de sus rugidos y la rapidez con que dio alcance a la gacela no dejaban lugar a dudas: aquel animal era un tigre. La selva lo aceptó como tal. Sin embargo, en el instante en que iba a ser devorada, la gacela miró a Ristel a los ojos y dijo: “Tú eres una serpiente”.

Ristel silbó de ira y de impotencia, se irguió en el aire y se desprendió del disfraz. Antes de morir, fatalmente envenenada, la gacela comprendió que habría preferido las ficticias garras.

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54

Laura Chalar (Uruguay)

 La directora miró fijo a los padres. “Con una condición”, dijo, “No puedo dejar que me altere la clase. Tendrá que llevar las alas siempre plegadas bajo la túnica”.

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Ladrón de sábado

Consuelo Garrido Romero (México)

 Hugo, un ladrón que sólo roba los fines de semana, entra en una casa un sábado por la noche. Ana, la dueña, una treintañera guapa e insomne empedernida, lo descubre in fraganti. Amenazada con la pistola, la mujer le entrega todas las joyas y cosas de valor, y le pide que no se acerque a Pauli, su niña de tres años. Sin embargo, la niña lo ve, y él la conquista con algunos trucos de magia. Hugo piensa: “¿Por qué irse tan pronto, si se está tan bien aquí?”. Podría quedarse todo el fin de semana y gozar plenamente la situación, pues el marido —lo sabe porque los ha espiado— no regresa de su viaje de negocios hasta el domingo en la noche. El ladrón no lo piensa mucho: se pone los pantalones del señor de la casa y le pide a Ana que cocine para él, que saque el vino de la cava y que ponga algo de música para cenar, porque sin música no puede vivir.

A Ana, preocupada por Pauli, mientras prepara la cena se le ocurre algo para sacar al tipo de su casa. Pero no puede hacer gran cosa porque Hugo cortó los cables del teléfono, la casa está muy alejada, es de noche y nadie va a llegar. Ana decide poner una pastilla para dormir en la copa de Hugo. Durante la cena, el ladrón, que entre semana es velador de un banco, descubre que Ana es la conductora de su programa favorito de radio, el programa de música popular que oye todas las noches, sin falta. Hugo es su gran admirador y, mientras escuchan al gran Benny cantando Cómo fue en un casete, hablan sobre música y músicos. Ana se arrepiente de dormirlo pues Hugo se comporta tranquilamente y no tiene intenciones de lastimarla ni violentarla, pero ya es tarde porque el somnífero ya está en la copa y el ladrón la bebe toda muy contento. Sin embargo, ha habido una equivocación, y quien ha tomado la copa con la pastilla es ella. Ana se queda dormida en un dos por tres.

A la mañana siguiente Ana despierta completamente vestida y muy bien tapada con una cobija, en su recámara. En el jardín, Hugo y Pauli juegan, ya que han terminado de hacer el desayuno. Ana se sorprende de lo bien que se llevan. Además, le encanta cómo cocina ese ladrón que, a fin de cuentas, es bastante atractivo. Ana empieza a sentir una extraña felicidad.

En esos momentos una amiga pasa para invitarla a comer. Hugo se pone nervioso, pero Ana inventa que la niña está enferma y la despide de inmediato. Así los tres se quedan juntitos en casa a disfrutar del domingo. Hugo repara las ventanas y el teléfono que descompuso la noche anterior, mientras silba. Ana se entera de que él baila muy bien el danzón, baile que a ella le encanta pero que nunca puede practicar con nadie. Él le propone que bailen una pieza y se acoplan de tal manera que bailan hasta ya entrada la tarde. Pauli los observa, aplaude y, finalmente se queda dormida. Rendidos, terminan tirados en un sillón de la sala.

Para entonces ya se les fue el santo al cielo, pues es hora de que el marido regrese. Aunque Ana se resiste, Hugo le devuelve casi todo lo que había robado, le da algunos consejos para que no se metan en su casa los ladrones, y se despide de las dos mujeres con no poca tristeza. Ana lo mira alejarse. Hugo está por desaparecer y ella lo llama a voces. Cuando regresa le dice, mirándole muy fijo a los ojos, que el próximo fin de semana su esposo va a volver a salir de viaje. El ladrón de sábado se va feliz, bailando por las calles del barrio, mientras anochece.

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Miedo a la eternidad

Clarice Lispector (Brasil)

Cuando era pequeña, todavía no había probado los chicles y en Recife se hablaba poco de ellos. ¿De qué tipo de caramelo se trataba? El dinero que tenía no alcanzaba para comprarlos, y con esa misma cantidad podría conseguir un montón de dulces. Finalmente, mi hermana reunió el dinero, los compró y, al salir hacia la escuela, me explicó:

—Ten cuidado de no perderlo, porque este caramelo nunca se acaba. Dura toda la vida.

Yo estaba atónita: había sido transportada al reino de las historias de príncipes y de hadas. Cogí el pequeño chicle rosa que representaba el elixir del largo placer. Lo examiné. Casi no podía creer en el milagro. Con delicadeza, acabé por metérmelo en la boca.

—Y ahora, ¿qué hago? —pregunté, para no equivocarme en el ritual que seguramente había.

—Chupa para ir notando el azúcar y, cuando se acabe, empiezas a masticarlo. Y entonces sigues masticando toda la vida. A no ser que lo pierdas, yo ya he perdido varios.

Perder la eternidad. Nunca. El azúcar del chicle era bueno, pero no muy bueno. En cierto momento, se acabó el azúcar.

—Y ahora ¿qué?

—Ahora mastica para siempre.

Me asusté, no sabría decir por qué. Masticaba y masticaba aquella cosa pegajosa que no sabía a nada. Me sentí decepcionada: no me gustaba el sabor y la ventaja de que fuese eterno me daba miedo. No quise confesar que no estaba a la altura de la eternidad, que me producía angustia. No aguanté más y, al cruzar el portón de la escuela, me las arreglé para que el chicle se cayera.

—¡Mira qué me ha pasado! —dije con fingido asombro y fingida tristeza.

—Ya te dije —repitió mi hermana— que no se acaba nunca. Pero a veces los perdemos. Hasta de noche podemos ir masticando, pero para no tragárselo durante el sueño hay que pegarlo a la cama. No te pongas triste: un día te daré otro, y ése no lo perderás.

Yo estaba avergonzada ante la bondad de mi hermana, avergonzada de la mentira que le había soltado, pero aliviada, sin el peso de la eternidad sobre mí.

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Los pájaros

Sandra Patricia Palacios (Colombia)

 “Los pájaros”, así les llamaba mi abuelo a los mismos hombres que quemaron la casa, decía José Antonio Burgos.

Recuerdo los gritos de las mujeres: “¡corran, corran!”, chillaba Matilda. “¡Corran, corran!”, aullaba Gertrudis. Y recuerdo al abuelo, sentado en su silla de inválido, gritando: “corran, corran”.

Y entre tanto fuego y tanto grito, en un abrir y cerrar de ojos todos estábamos en el monte, acuscambados y aterrados viendo como nuestra casita se pulverizaba, nuestra huerta ardía en llamas y los perros aullaban con un lamento que era igual a nuestro dolor. De tal forma fuimos dejando atrás nuestras vidas, y al abuelo, que de tanto correr lo olvidamos.

Sólo me queda su recuerdo, gritando: “¡llegaron los pájaros! ¡Corran, corran!”.

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Confabulación

Luz Marina Rodríguez Romero (Colombia)

 Hace unos meses rompió con el marido. No soportaba su mirada lujuriosa a través del ojo de la cerradura, ni sorprenderlo en plena observación de la mujer de al lado, cuando despertaba en las mañanas.

El continuo acoso del jefe, los chismes y murmullos de los compañeros, la envidia de las mujeres por su elegancia, el café frío a propósito para fastidiarla, los llamados de atención del vigilante por dejar el auto mal parqueado, fueron los motivos para que renunciara a su trabajo.

Como si fuera poco, los electrodomésticos se han confabulado. La aspiradora la persigue por toda la casa, ella dice que esa boca ruidosa, la quiere engullir por la costumbre cotidiana de empolvarse la nariz. El teléfono es un espía que no para de timbrar para enloquecerla, a ella tan serena. El horno microondas es uno de los peores enemigos, sube a temperaturas insoportables para ampollarle la piel, y a espaldas se burla en complicidad con el secador de pelo.

Ya no sabe qué hacer para escapar de sus perseguidores, sobre todo, de esa mujer que la mira con horror desde el fondo del espejo.

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Derechos animales

Ana María Shua (Argentina)

En la segunda parte del siglo XX, la creciente defensa de los derechos de los animales afectó gravemente al circo tradicional. En 1982 el pequeño circo Fallon, de los Estados Unidos, fue acusado de hambrear y martirizar a sus animales, a los que se exhibía en jaulas tan sucias como estrechas y se azotaba sin piedad en cada función, para diversión y escándalo de los espectadores. El fiscal levantó la acusación cuando se comprobó que los damnificados eran en todos los casos actores disfrazados.

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RELACIONADOS.  Web de los libros del Fondo

MINICUENTO VALLECAUCANO

Antología

Compiladores:

Guillermo Bustamante Zamudio Henry Ficher Harold Kremer

Fecha publicación: 30/10/2021

Versión digital:

https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/loader.php?lServicio=Tools2&lTipo=viewpdf&id=57798

Matriz y otros libros (Web de los libros del Fondo) 

https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/publicaciones/63707/libros-secretaria-de-cultura/

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CUENTO CORTO AFROCOLOMBIANO

Antología

Compiladores:

Guillermo Bustamante Zamudio Harold Kremer

Fecha publicación  30/10/2021

https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/loader.php?lServicio=Tools2&lTipo=viewpdf&id=57801

Matriz y otros libros

https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/publicaciones/63707/libros-secretaria-de-cultura/

 

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NTC … ENLACES

 

NTC... 18 de enero de 2009

Antología cibernética de EKuóreo. Revista de minicuentos. 100 minicuentos. Guillermo Bustamante Zamudio, Henry Ficher, Harold Kremer. Junio 2016

https://ntc-narrativa.blogspot.com/2016_07_15_archive.html

 

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