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Gracias al generoso aporte y autorización de los Compiladores,
pública y difunde: NTC … Nos Topamos Con …
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Mujeres minicuentistas
Antología
Compiladores
Guillermo Bustamante Zamudio
Henry Ficher
Harold Kremer
Septiembre de 2023. 215 páginas. 14.0 x 23.0 x 1.3 Cms
Fondo de Publicaciones del Valle del Cauca
Coordinación editorial: José Zuleta Ortiz
Te escribo una carta larga porque no tengo tiempo de escribir una carta corta.
Blaise Pascal, Cartas Provinciales (1657)
Lamento escribirte una carta tan larga, pero no tengo tiempo de hacerla más corta.
Carlos Marx a Federico Engels
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CONTENIDO
150 mujeres de 23 países
PRESENTACIÓN
Prólogo
Cuento apocalíptico 13
Adriana Alarco (Perú)
Pendones 14
Rosa María Alcalá Esqueda (México)
The end 15
Rosana Alonso (España)
Jerseys y cazadoras 16
Beatriz Alonso Aranzábal (España)
Unicornios 17
Marina Alonso Gómez (España)
Sonámbula 18
Amalia Álvarez Camere (Perú)
Suerte 19
Belén Álvarez Espada (España)
Las seis historias más tristes 20
Nuria Amat (España)
Sentencia 21
Claudia Andrade (Chile)
El crimen 22
Jazmín Aragón (México)
Rebeca 23
Ariadna Arias Martínez (Cuba)
Descreación 24
Giselle Aronson (Argentina)
Esquizofrenia 25
María Teresa Balen (Colombia)
Mi hermana 26
Karla Barajas (México)
Primera persona plural 27
Pía Barros (Chile)
Ambición 28
Diana Beláustegui (Argentina)
Eficiencia ejemplar 29
Mónica Belevan (Perú)
Impacto 30
Dora Isabel Berdugo Iriarte (Colombia)
Ritual 31
Bibiana Bernal (Colombia)
Noche freudiana 32
Sandra Bianchi (Argentina)
Caídos del cielo 33
Camila Bordamalo García (Colombia)
El carcelero insomne 34
María Margarita Borrero B. (España)
Vianda 35
Victoria Bringa (USA)
El gemelo 36
Graciela Bula (Uruguay)
Equivocación 37
Lorena Caicedo (Colombia)
II 38
Cecilia Caicedo Jurado (Colombia)
La promesa 39
Jovana Calderón Llacta (Perú)
La creación 40
Patricia Calvelo (Argentina)
Deberes 41
Rosalba Campra (Argentina)
Ristel 42
Susana Camps (España)
Cabeza testaruda 43
Rosa Carballo Venegas (Costa Rica)
Hacer los deberes 44
Elena Casero Viana (España)
Yo contra mí 45
M. Sofia Casnedi (Italia)
Persecución 46
Jacqueline Castro (Colombia)
Nocturna 47
Flora Isela Chacón (México)
54 48
Laura Chalar (Uruguay)
La nieve 49
Inger Christensen (Dinamarca)
Efectos secundarios 50
Sara Coca (España)
Vivía diciendo 51
Marina Colasanti (Brasil)
Saltar a la vista 52
Flavia Company (Argentina-España)
Catoblephas Toleti 53
Laura Blanca Coton (Argentina)
La mujer más hermosa del mundo 54
Cuento caleño anónimo (Colombia)
Los mutilados 55
Ginés S. Cutillas (España)
La persecución del maestro 56
Alexandra David-Neel (Túnez)
Finanzas 57
Lydia Davis (USA)
Salir de pobre 58
Elisa de Armas (España)
La mancha de humedad 59
Juana de Ibarbourou (Uruguay)
Kamasutra 61
Carmen de la Rosa (España)
La princesa quitamaridos 62
Yolanda Delgado de Tenorio (Colombia)
Lo diabólico 63
Marosa di Giorgio (Uruguay)
Cuestión de gustos 64
Lorena Díaz Meza (Chile)
Vacaciones de verano 65
Alejandra Díaz Ortiz (México)
Última voluntad 66
Elva Díaz Riobello (España)
Medusa I 67
Lilian Elphick (Chile)
Carta junto a una carta 68
Lorena Escudero (España)
Inesperado banquete 69
Araceli Esteves (España)
El ratón cambiado en niña 70
Fábula hindú
El lunar reteñido 71
Esther Fleisacher (Colombia)
Un punto a la deriva 72
María Fraile (España)
Una fábula 73
Mariana Frenk (Alemania-México)
Despertar 74
Raquel Froilán García (España)
La mujer de manzana 75
Maribel García Morales (Colombia)
Ladrón de sábado 76
Consuelo Garrido Romero (México)
Esos que te habitan 78
Claudia Ivonne Giraldo (Colombia)
Desilusión 80
Geraudí González Olivares (Venezuela)
Osito 81
Cristina Grande (España)
Una nevera portátil 82
Almudena Grandes (España)
Deudas 83
Carmela Greciet (España)
El último capítulo 84
Janet Grynberg (México)
Hambre 85
María Guitart (Argentina)
Oona, la alegre mujer de las cavernas 86
Patricia Highsmith (USA)
El ladrón 88
Agota Kristof (Hungría)
Las hermanas 89
Ana Lacunza (Argentina)
Fragmento de retrato 90
Natalia Levi (Italia)
Conveniencias 91
Sara Lew (Argentina)
Miedo a la eternidad 92
Clarice Lispector (Brasil)
Croupier 93
Laura Luna (Colombia)
El niño al que se le murió el amigo 94
Ana María Matute (España)
Mi vecina 95
Luz Adriana Medina Cardona (Colombia)
Rebajas 96
Isabel Mellado (Chile)
Fábula 1 97
Flor Mendieta (Colombia)
Feroz 98
Paz Monserrat Revillo (España)
El negro 99
Rosa Montero (España)
El pez 100
Liliana Montes Barahona (Colombia)
[Sin título] 101
Cíntia Moscovich (Brasil)
Los pájaros dejan el rastro de su olor 102
Ileana Mulet Batista (Cuba)
Entrando en el leteo 103
Josefina Muñoz (Chile)
Voraz 104
Patricia Nasello (Argentina)
En casa del herrero 105
Laura Nicastro (Argentina)
Magia negra 106
Dazra Novak (Cuba)
La raza inextinguible 107
Silvina Ocampo (Argentina)
Globo de nieve 109
Ligia María Orellana (El Salvador)
Oto de Aquisgrán 110
Julia Otxoa García (España)
Remember 111
Emilia Páez Salinas (Chile)
Los pájaros 112
Sandra Patricia Palacios (Colombia)
Ojos I 113
Ana María Paruolo (Argentina)
El fin 114
Karen Pavez Díaz (Argentina)
Toda una vida 115
Beatriz Pérez Moreno (España)
La naturaleza del amor 116
Cristina Peri-Rossi (Uruguay)
El recuerdo no fue suficiente 117
Carmen Amelia Pinto (Colombia)
Diálogos 118
Alejandra Pizarnik (Argentina)
La esclava del ilusionista 119
Rosalba Plaza P. (Colombia)
Un requerimiento 120
Inés Quintero (Venezuela)
El descubrimiento de una ventana 121
Katalina Ramírez Aguilar (México)
Respuesta 122
Graciela Ramírez Santos (Perú)
Matrimonio 123
Janet Marcela Ramírez (Colombia)
Éramos tan felices 124
Gloria Rendón (Colombia)
Tic-Tac 125
Ángela Adriana Rengifo Correa (Colombia)
Por la senda del mal 126
Anne Rice (USA)
Observancias 127
Patricia Rivas (Chile)
Embustero 128
Martha Cecilia Rivera (Colombia)
Visón 129
Christiane Rochefort (Francia)
Insomnio 130
Adriana Azucena Rodríguez (México)
El placer de la lectura 131
Solange Rodríguez Pappe (Ecuador)
Escondite 132
Teresa Constanza Rodríguez Roca (Bolivia)
Confabulación 133
Luz Marina Rodríguez Romero (Colombia)
Frente a frente 134
Carolina Rueda (Colombia)
Mi Adán literario 135
María Paz Ruiz (Colombia)
A dos manos 136
Lola Sanabria (Argentina)
Día hábil 137
Claudia M. Sánchez Cadena (México)
Cumplimiento 138
Alicia Sánchez-Ruminot (Chile)
La última palabra 139
Liliana Savoia (Argentina)
Derechos animales 140
Ana María Shua (Argentina)
Los árboles no dejan ver el bosque 141
Lya Damaris Sierra González (Colombia)
Te busqué 142
Eliana Soza Martínez (Bolivia)
Promesas 143
Carmen Cecilia Suárez (Colombia)
Marta 144
Patricia Suárez (Argentina)
Cuando Maui levantó el cielo 145
Kari Sutherland (USA)
Vietnam (1967) 146
Wislawa Szymborska
(Polonia)
Conspiración 147
Gigia Talarico (Chile)
El rayo generoso 148
Lucy Fabiola Tello (Colombia)
Hija única 149
Paola Tena (México)
Culpable 150
Rocío Tizón (España)
Ángela 151
Consuelo Tomás Fitzgerald (Panamá)
Mi nuevo amor 152
Hebe Uhart (Argentina)
Putas las que pintás 153
Graciela Ulloa (Argentina)
La página en blanco 155
Karolina Urbano (Colombia)
Maté a alguien hoy 156
Valentina Urresta Ocampo (Colombia)
Un lugar 157
Mónica Úsuga Castillo (Colombia)
Este tipo es una mina 158
Luisa Valenzuela (Argentina)
Birthday girl 159
Vania Vargas (Guatemala)
Revolución 160
Raquel Vázquez (España)
No hay justicia 161
Nhora Elena Victoria (Colombia)
Borradita 163
Virginia Vidal (Chile)
Fin de fiesta 164
Gabriela Villano (Argentina)
Insomnio 165
Beatriz Viterbo (Colombia)
Problemas con el estambre 166
Laura Elisa Vizcaíno (México)
El numerito 167
Isabel Wagermann (Chile)
La gran helada 168
Virginia Woolf (Inglaterra)
Un viaje 169
Cristina Zabalaga (Bolivia)
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PRESENTACIÓN
Dejarse cautivar por las historias, anécdotas, enseñanzas y sueños que nos brindan los libros, hace que la esperanza y valentía resurja en cada lector, al entregarse a la magia que se esconde entre sus páginas y líneas.
Por ello, la Gobernación del Valle del Cauca se complace en presentar a lectores y lectoras, los cinco nuevos libros del Fondo de Publicaciones del Valle del Cauca, obras literarias que se sumarán a los cerca de cuatrocientos autores vallecaucanos que, con su creatividad, ingenio y amor por la región, han sido parte de esta colección que llega a su versión No. 28.
Los nuevos libros de la colección son:
Mujeres minicuenas, antología;
La mesa
silenciosa que suena, antología de artes poéticas;
El gatico
negro piernas cortas, literatura infantil y juvenil del Valle del
Cauca,
Esther
Arango una cuentista en Cali, 1928-1932.
Cuando
termine esta noche, libro “póstumo de Eugenio Jaramillo, poeta
de Palmira.
El Fondo de Publicaciones del Valle del Cauca, fue creado como estrategia de fortalecimiento de la política pública de lectura, escritura y oralidad, como herramienta de promoción de la lectura y aporte a la divulgación del patrimonio literario y oral de los vallecaucanos.
Clara Luz Roldán
Gobernadora
del Valle del Cauca
Octubre
de 2023
PRÓLOGO
Desde los primeros días de la aparición* de Ekuóreo**, revista de minicuentos, los directores y fundadores, convencidos de que en la literatura no había géneros, decidimos publicar solo minicuentos que consideráramos buenos.
Por esa razón, nos apartamos de polémicas sobre la literatura
masculina o femenina, de izquierda o de derecha e, incluso, de ideologías que
señalaban literaturas de la violencia, rural o urbana, literatura judía,
musulmana o cristiana.
Apostábamos por la buena literatura, aquella que lograba
involucrar al lector, aquella que lograba cuestionarlo y, de alguna manera, lo
ayudaba a vivir.
Con la gran difusión del cuento breve en todo el mundo, más
mujeres empezaron a escribir y a apropiarse de espacios en los que
incursionaban con talento y disciplina.
La fortuna nos ha permitido conocer, y publicar, a muchas de
estas autoras.
Con la presente antología ilustramos una muestra escrita por
estas creadoras que lograron con sus historias renovar y proponer maravillosos
relatos, muchos de ellos obras maestras del minicuento.
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PRESENTACIÓN de la EDICIÓN 2023 del Fondo
Facebook de la Secretaría de Cultura del Valle. 19 de diciembre de 2023
Incluye 30 fotografías
Es de esperar que pronto se publiquen las ediciones virtuales PDF de cada libro en:
https://www.facebook.com/profile/100064846354797/search/?q=Fondo%20publicaciones
https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/publicaciones/63707/libros-secretaria-de-cultura/
++++
Sigue en: https://mini-cuento.es.tl/Eku%F3reo-1.htm
Matriz: https://mini-cuento.es.tl/Historia.htm
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** https://e-kuoreo.blogspot.com/
https://www.facebook.com/ekuoreo/
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Once minicuentos seleccionados del libro
Pendones
Rosa
María Alcalá Esqueda (México)
¡Qué extraños pendones adornan la ciudad! Desde mi ventana los contemplo, sin dilucidar su contenido. ¡Qué raro! Ayer no había. Hoy la ciudad luce desierta. ¿Qué día es? Estoy atolondrado, sin saber qué día es, ni a cuál santo encomendarme. Tengo modorra, quizá duerma otro rato. Prendo la TV, esa maña que tengo de salir “bien informado”. Nada nuevo. Lo de todos los días. Estamos tan acostumbrados… Los cárteles mataron y colgaron a 35 hombres en Avenida Central, para que sepamos que van en serio. Bueno, ahora sé que no son pendones. Estando todo en orden, ¡a descansar!
-
Unicornios
Marina
Alonso Gómez (España)
Los unicornios no existen, Tomás, le dijo la madre a su hijo. Tomás, apenado, regresó a su habitación. Lo siento, pero los unicornios no existís, le dijo al unicornio que vivía dentro de su armario. Y el unicornio desapareció.
-
Rebeca
Ariadna
Arias Martínez (Cuba)
A los dieciséis, Rebeca será violada en su propia casa. Intentará suicidarse, sin conseguirlo. Tendrá que lidiar con el trauma toda su vida. No por mucho tiempo… a los veinticuatro, le diagnosticarán una leucemia que la dejará respirar sólo dos años.
En los
últimos días, Rebeca sentirá lástima de sí. Romperá sus proyectos y dejará de
visitar espiritistas. Esperará a quedarse sola para vaciar una botella de
alcohol sobre su cuerpo. Correrá encendida hacia la calle. Morirá.
Ya en el
ataúd, Rebeca no podrá exhibir su rostro. Se alegrará de que así sea. Escuchará
a la gente conversar ante una caja de madera sin la certeza de que ella está
dentro.
Pero
ahora Rebeca tiene quince años y todavía se divierte jugando a los escondidos.
No se percata de la mirada de su hermano. No recuerda que pronto cumplirá
dieciséis.
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Caídos del cielo
Camila
Bordamalo García (Colombia)
Yo ya estoy mamado. Eso de recoger muertos caídos del cielo todos los días es una mamera, todos escogen este lugar, como ya casi no es transitado y ya no cumple con su vieja función, les queda fácil venir a matarse aquí. Yo ya me he quejado, pero en todas las oficinas a las que he ido se ríen y me cambian el tema; les da risa que mi casa quede debajo de un puente y se dedican a hablar de eso y, así, el verdadero motivo de mi queja queda olvidado; empiezan a hacerme preguntas estúpidas y me convierten en el centro de atención de todo el que llega.
Todos
caen al patio de mi casa, yo a veces los veo antes de lanzarse y les grito:
“¡Vayan a suicidarse a otro lado!”. Pero no me hacen caso y caen todos en el
patio. Estoy harto, yo creo que me va a tocar abrir un hueco y que caigan ahí
de una vez.
-
Ristel
Susana
Camps (España)
Ristel estaba convencida de que, si se disfrazaba de tigre y no se quitaba el disfraz nunca, todos acabarían tratándola como a un tigre. Es más: pensaba que, mediante ese procedimiento, se convertiría en un verdadero tigre. Así que consiguió un buen disfraz y salió a cazar.
Su piel
hermosa, la ferocidad de sus rugidos y la rapidez con que dio alcance a la
gacela no dejaban lugar a dudas: aquel animal era un tigre. La selva lo aceptó
como tal. Sin embargo, en el instante en que iba a ser devorada, la gacela miró
a Ristel a los ojos y dijo: “Tú eres una serpiente”.
Ristel
silbó de ira y de impotencia, se irguió en el aire y se desprendió del disfraz.
Antes de morir, fatalmente envenenada, la gacela comprendió que habría
preferido las ficticias garras.
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54
Laura
Chalar (Uruguay)
La directora miró fijo a los padres. “Con una condición”, dijo, “No puedo dejar que me altere la clase. Tendrá que llevar las alas siempre plegadas bajo la túnica”.
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Ladrón de
sábado
Consuelo
Garrido Romero (México)
Hugo, un ladrón que sólo roba los fines de semana, entra en una casa un sábado por la noche. Ana, la dueña, una treintañera guapa e insomne empedernida, lo descubre in fraganti. Amenazada con la pistola, la mujer le entrega todas las joyas y cosas de valor, y le pide que no se acerque a Pauli, su niña de tres años. Sin embargo, la niña lo ve, y él la conquista con algunos trucos de magia. Hugo piensa: “¿Por qué irse tan pronto, si se está tan bien aquí?”. Podría quedarse todo el fin de semana y gozar plenamente la situación, pues el marido —lo sabe porque los ha espiado— no regresa de su viaje de negocios hasta el domingo en la noche. El ladrón no lo piensa mucho: se pone los pantalones del señor de la casa y le pide a Ana que cocine para él, que saque el vino de la cava y que ponga algo de música para cenar, porque sin música no puede vivir.
A Ana,
preocupada por Pauli, mientras prepara la cena se le ocurre algo para sacar al
tipo de su casa. Pero no puede hacer gran cosa porque Hugo cortó los cables del
teléfono, la casa está muy alejada, es de noche y nadie va a llegar. Ana decide
poner una pastilla para dormir en la copa de Hugo. Durante la cena, el ladrón,
que entre semana es velador de un banco, descubre que Ana es la conductora de
su programa favorito de radio, el programa de música popular que oye todas las
noches, sin falta. Hugo es su gran admirador y, mientras escuchan al gran Benny
cantando Cómo fue en un casete, hablan sobre música y músicos. Ana se
arrepiente de dormirlo pues Hugo se comporta tranquilamente y no tiene
intenciones de lastimarla ni violentarla, pero ya es tarde porque el somnífero
ya está en la copa y el ladrón la bebe toda muy contento. Sin embargo, ha
habido una equivocación, y quien ha tomado la copa con la pastilla es ella. Ana
se queda dormida en un dos por tres.
A la
mañana siguiente Ana despierta completamente vestida y muy bien tapada con una
cobija, en su recámara. En el jardín, Hugo y Pauli juegan, ya que han terminado
de hacer el desayuno. Ana se sorprende de lo bien que se llevan. Además, le
encanta cómo cocina ese ladrón que, a fin de cuentas, es bastante atractivo.
Ana empieza a sentir una extraña felicidad.
En esos
momentos una amiga pasa para invitarla a comer. Hugo se pone nervioso, pero Ana
inventa que la niña está enferma y la despide de inmediato. Así los tres se
quedan juntitos en casa a disfrutar del domingo. Hugo repara las ventanas y el
teléfono que descompuso la noche anterior, mientras silba. Ana se entera de que
él baila muy bien el danzón, baile que a ella le encanta pero que nunca puede
practicar con nadie. Él le propone que bailen una pieza y se acoplan de tal
manera que bailan hasta ya entrada la tarde. Pauli los observa, aplaude y,
finalmente se queda dormida. Rendidos, terminan tirados en un sillón de la sala.
Para
entonces ya se les fue el santo al cielo, pues es hora de que el marido
regrese. Aunque Ana se resiste, Hugo le devuelve casi todo lo que había robado,
le da algunos consejos para que no se metan en su casa los ladrones, y se
despide de las dos mujeres con no poca tristeza. Ana lo mira alejarse. Hugo
está por desaparecer y ella lo llama a voces. Cuando regresa le dice, mirándole
muy fijo a los ojos, que el próximo fin de semana su esposo va a volver a salir
de viaje. El ladrón de sábado se va feliz, bailando por las calles del barrio,
mientras anochece.
-
Miedo a
la eternidad
Clarice
Lispector (Brasil)
Cuando era pequeña, todavía no había probado los chicles y en Recife se hablaba poco de ellos. ¿De qué tipo de caramelo se trataba? El dinero que tenía no alcanzaba para comprarlos, y con esa misma cantidad podría conseguir un montón de dulces. Finalmente, mi hermana reunió el dinero, los compró y, al salir hacia la escuela, me explicó:
—Ten
cuidado de no perderlo, porque este caramelo nunca se acaba. Dura toda la vida.
Yo estaba
atónita: había sido transportada al reino de las historias de príncipes y de
hadas. Cogí el pequeño chicle rosa que representaba el elixir del largo placer.
Lo examiné. Casi no podía creer en el milagro. Con delicadeza, acabé por
metérmelo en la boca.
—Y ahora,
¿qué hago? —pregunté, para no equivocarme en el ritual que seguramente había.
—Chupa
para ir notando el azúcar y, cuando se acabe, empiezas a masticarlo. Y entonces
sigues masticando toda la vida. A no ser que lo pierdas, yo ya he perdido
varios.
Perder la
eternidad. Nunca. El azúcar del chicle era bueno, pero no muy bueno. En cierto
momento, se acabó el azúcar.
—Y ahora
¿qué?
—Ahora
mastica para siempre.
Me
asusté, no sabría decir por qué. Masticaba y masticaba aquella cosa pegajosa
que no sabía a nada. Me sentí decepcionada: no me gustaba el sabor y la ventaja
de que fuese eterno me daba miedo. No quise confesar que no estaba a la altura
de la eternidad, que me producía angustia. No aguanté más y, al cruzar el
portón de la escuela, me las arreglé para que el chicle se cayera.
—¡Mira
qué me ha pasado! —dije con fingido asombro y fingida tristeza.
—Ya te
dije —repitió mi hermana— que no se acaba nunca. Pero a veces los perdemos.
Hasta de noche podemos ir masticando, pero para no tragárselo durante el sueño
hay que pegarlo a la cama. No te pongas triste: un día te daré otro, y ése no
lo perderás.
Yo estaba
avergonzada ante la bondad de mi hermana, avergonzada de la mentira que le
había soltado, pero aliviada, sin el peso de la eternidad sobre mí.
-
Los
pájaros
Sandra
Patricia Palacios (Colombia)
“Los pájaros”, así les llamaba mi abuelo a los mismos hombres que quemaron la casa, decía José Antonio Burgos.
Recuerdo
los gritos de las mujeres: “¡corran, corran!”, chillaba Matilda. “¡Corran,
corran!”, aullaba Gertrudis. Y recuerdo al abuelo, sentado en su silla de
inválido, gritando: “corran, corran”.
Y entre
tanto fuego y tanto grito, en un abrir y cerrar de ojos todos estábamos en el
monte, acuscambados y aterrados viendo como nuestra casita se pulverizaba,
nuestra huerta ardía en llamas y los perros aullaban con un lamento que era
igual a nuestro dolor. De tal forma fuimos dejando atrás nuestras vidas, y al abuelo,
que de tanto correr lo olvidamos.
Sólo me
queda su recuerdo, gritando: “¡llegaron los pájaros! ¡Corran, corran!”.
-
Confabulación
Luz
Marina Rodríguez Romero (Colombia)
Hace unos meses rompió con el marido. No soportaba su mirada lujuriosa a través del ojo de la cerradura, ni sorprenderlo en plena observación de la mujer de al lado, cuando despertaba en las mañanas.
El
continuo acoso del jefe, los chismes y murmullos de los compañeros, la envidia
de las mujeres por su elegancia, el café frío a propósito para fastidiarla, los
llamados de atención del vigilante por dejar el auto mal parqueado, fueron los
motivos para que renunciara a su trabajo.
Como si
fuera poco, los electrodomésticos se han confabulado. La aspiradora la persigue
por toda la casa, ella dice que esa boca ruidosa, la quiere engullir por la
costumbre cotidiana de empolvarse la nariz. El teléfono es un espía que no para
de timbrar para enloquecerla, a ella tan serena. El horno microondas es uno de
los peores enemigos, sube a temperaturas insoportables para ampollarle la piel,
y a espaldas se burla en complicidad con el secador de pelo.
Ya no
sabe qué hacer para escapar de sus perseguidores, sobre todo, de esa mujer que
la mira con horror desde el fondo del espejo.
-
Derechos
animales
Ana María
Shua (Argentina)
En la segunda parte del siglo XX, la creciente defensa de los derechos de los animales afectó gravemente al circo tradicional. En 1982 el pequeño circo Fallon, de los Estados Unidos, fue acusado de hambrear y martirizar a sus animales, a los que se exhibía en jaulas tan sucias como estrechas y se azotaba sin piedad en cada función, para diversión y escándalo de los espectadores. El fiscal levantó la acusación cuando se comprobó que los damnificados eran en todos los casos actores disfrazados.
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RELACIONADOS. Web de los libros del Fondo
MINICUENTO
VALLECAUCANO
Antología
Compiladores:
Guillermo
Bustamante Zamudio Henry Ficher Harold Kremer
Fecha
publicación: 30/10/2021
Versión
digital:
https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/loader.php?lServicio=Tools2&lTipo=viewpdf&id=57798
Matriz y otros libros (Web de los libros del Fondo)
https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/publicaciones/63707/libros-secretaria-de-cultura/
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CUENTO
CORTO AFROCOLOMBIANO
Antología
Compiladores:
Guillermo
Bustamante Zamudio Harold Kremer
Fecha
publicación 30/10/2021
https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/loader.php?lServicio=Tools2&lTipo=viewpdf&id=57801
Matriz y otros libros
https://www.valledelcauca.gov.co/cultura/publicaciones/63707/libros-secretaria-de-cultura/
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NTC …
ENLACES
NTC... 18 de enero de 2009
Antología
cibernética de EKuóreo. Revista de minicuentos. 100 minicuentos. Guillermo
Bustamante Zamudio, Henry Ficher, Harold Kremer. Junio 2016
https://ntc-narrativa.blogspot.com/2016_07_15_archive.html
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Gracias al generoso aporte y autorización de los Compiladores,
pública y difunde: NTC … Nos Topamos Con …
http://ntcblog.blogspot.com ,
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