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FEBRERO 11, 2011
Libro de la semana en el Portal del Hispanismo del Instituto Cervantes y Ministerio de Cultura de España.
http://hispanismo.cervantes.es/libros.asp?DOCN=475
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ACTUALIZACIÓN a Enero 23, 2011.
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(Click sobre la imagen para ampliarla y hacerla legible. Click en "Atrás" en la barra para regresar al aquí)
Alejandro López . Diálogo, GACETA, El País, Cali, Enero 23, 2011. Pág. 3. Un café con . Formato Texto, en : NTC ... RECORTES de PRENSA, Enero 23, 2011. , http://ntc-narrativa.blogspot.com/2011_01_23_archive.html . En GACETA virtual : http://www.elpais.com.co/elpais/edicion_impresa/1cfc0087696dbe8825b2c2af6f59b1d7/gaceta-Enero-23-de-2011.php
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PASIÓN CRÍTICA: Ensayos sobre literatura latinoamericana contemporánea.
Alejandro José López Cáceres.
Lanzamiento del libro. Diciembre 10, 2010
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Publicación anterior sobre el libro ( 29 de noviembre de 2010)
PASIÓN CRÍTICA: Ensayos sobre literatura latinoamericana contemporánea. Alejandro José López Cáceres. Nuevo libro.
http://ntc-narrativa.blogspot.com/2010_11_29_archive.html
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NTC … REGISTROS DEL EVENTO DE LANZAMIENTO:
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TEXTOS.
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*** PRESESETACIÓN DEL LIBRO. Por Julián Malatesta
Ver texto "LA PASIÓN CRÍTICA DE UN CREADOR" más adelante. Audio a continuación
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AUDIOS:
* Presentación del libro por Julián Malatesta (14:46 min)
- Escuchar ahora (<-- click)
http://www.goear.com/listen/83cf529/alejandro-jose-lopez-caceres-julian-malatesta (<--Click o copiar) .
.
VIDEOS:
.
* Julián Malatesta. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón (Frag.) (1:00 min)
http://www.youtube.com/watch?v=1omFZkU8sYk
---
.
* Darío Henao presenta el evento y el libro (3:37 min.):
Darío Henao. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón
http://www.youtube.com/watch?v=tiF1eaZyE30
.
.
--> Alejandro López interviene:
* 7:50 min: Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón (I de III)
http://www.youtube.com/watch?v=soUpJybZmFA
.
* Continuación, 5:54 min: Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón (II de II)
http://www.youtube.com/watch?v=CynTSYhwjS8
.
* CONVERSATORIO Y DEBATE:
.
* Primer fragmento ( 12:01 min) Intervienen, entre otros, César Tulio López (padre del autor a quien está dedicado el libro), Alejandro López, José Zuleta y Julián Malatesta.
. Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Debate (I de III)
http://www.youtube.com/watch?v=_NwL2tKWidY
.
* Segundo Fragmento ( 8:33 min)
. Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Debate (II de III)
http://www.youtube.com/watch?v=FLGPCbXPbLI
.
* Tercer fragmento ( 0:35 min)
. Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Debate (III de III)
http://www.youtube.com/watch?v=linS8OrhJOA
------
.
ALBUM FOTOGRÁFICO
http://picasaweb.google.com/ntcgra/AlejandroJoseLopezCaceresPASIONCRITICAEnsayosLibro#
(<--Click y luego click sobre la primera foto ...)
http://picasaweb.google.com/ntcgra/AlejandroJoseLopezCaceresPASIONCRITICAEnsayosLibro#slideshow/
(< --Click, en diapositivas).
-
AUDIOS:
* Presentación del libro por Julián Malatesta (14:46 min)
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* Julián Malatesta. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón (Frag.) (1:00 min)
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* Darío Henao presenta el evento y el libro (3:37 min.):
Darío Henao. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón
http://www.youtube.com/watch?v=tiF1eaZyE30
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--> Alejandro López interviene:
* 7:50 min: Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón (I de III)
http://www.youtube.com/watch?v=soUpJybZmFA
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* Continuación, 5:54 min: Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Intervencíón (II de II)
http://www.youtube.com/watch?v=CynTSYhwjS8
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* CONVERSATORIO Y DEBATE:
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* Primer fragmento ( 12:01 min) Intervienen, entre otros, César Tulio López (padre del autor a quien está dedicado el libro), Alejandro López, José Zuleta y Julián Malatesta.
. Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Debate (I de III)
http://www.youtube.com/watch?v=_NwL2tKWidY
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* Segundo Fragmento ( 8:33 min)
. Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Debate (II de III)
http://www.youtube.com/watch?v=FLGPCbXPbLI
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* Tercer fragmento ( 0:35 min)
. Alejandro José López Cáceres. PASIÓN CRÍTICA. Ensayos. Libro. Debate (III de III)
http://www.youtube.com/watch?v=linS8OrhJOA
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ALBUM FOTOGRÁFICO
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Santiago de Cali
10 de diciembre de 2010
LA PASIÓN CRÍTICA DE UN CREADOR
A propósito del libro de ensayos: Pasión crítica,
de Alejandro José López Cáceres.
Julián Malatesta
Profesor
Escuela de Estudios Literarios
Universidad del Valle
George Steiner en un sugerente ensayo reflexiona sobre ese deber último y quizá ininteligible de la función crítica, de sus diáfanos lazos con la ética y de los inefables vínculos morales que excitan la lectura. Desprecia esa especie de analfabetismo erudito, legitimado en los salones de la cultura, normalizado en los valores que rigen en la academia y que se erigen en el hábito de una intelectualidad ufana de su juicio, indiferente ante la palabra ruda, áspera, labrada con desapego y negligencia, que se jacta de un rebuscado tecnicismo. Críticos encandilados por efímeros destellos de cerillas que de tanto en tanto les ilumina su incursión en las obras de arte y que ellos, mentecatos, imaginan como astros rutilantes en sus cabezas. Piensa que ese tipo de bribones, fríos diseccionadores de las glorias del espíritu, se halla lejos de una comprensión de lo bello y lo que es más lamentable, distante de esa verdad que funda la obra, que está hecha de tradición y de vida, en otras palabras, que se forma de tiempo. Clama Steiner por una humilde participación del crítico -quizá desolada y amarga, muchas veces incomprendida, tal vez estoica-, de modesto intermediario entre la obra y su hipotético lector.
No juzgar ni diseccionar, sino mediar. Sólo a través del amor por la obra de arte, sólo a través del constante y angustiado reconocimiento por parte del crítico de la distancia que separa su arte del arte del poeta, puede tal mediación ser realizada. Se trata de un amor que ha cobrado lucidez a través de la amargura: es testigo de los milagros del genio creador, desentraña los principios del ser, los muestra al público, y, sin embargo, sabe que no toma parte –o sólo una parte muy pequeña- en su verdadera creación.
Traigo a colación esta cita del filósofo y crítico francés, porque con mucho regocijo hallo en La pasión crítica de mi colega y amigo Alejandro José López Cáceres, ese agobiante principio de humildad --penoso en nosotros que somos tan soberbios--, puesto al servicio de una indagación amorosa con unas obras y unos autores, en la que revela la magnitud del acto creador y las abrumadoras vicisitudes históricas que le dan origen. No se inscribe Alejandro en la nueva crítica como esperaría nuestra respetada academia, sino que devuelve sus pasos a la vieja crítica, esa que conserva la virtud de hacer concurrir en el episodio de la lectura los avatares vitales de un autor.
Los pormenores de orden psicológico y social que son el sensorium donde acaece la creación poética, devienen en pórticos por donde penetra con agudeza el acto revelador, Allí el estudioso cuida que aquellos fragmentos de la vida pública e íntima del autor, la mayoría de las veces obtenidos de fuentes extraliterarias, no avasallen los misterios que propone la obra y que han de ser descubiertos desde la magia que agita a ese mundo posible. Digamos que esta doble vía, donde la efímera felicidad y el dolor, la certeza y el asombro, el miedo y el arrojo se dan cita, sólo puede ser practicada por quien en su corazón anhela participar del acto creativo, mendiga un lugar en el poema, necesita admitirse a sí mismo como poeta. Esta orfandad es la humildad que sugiere Steiner, es la virtud del libro que hoy ponemos a vuestra consideración, amables amigos y amigas. Es la pasión crítica de un creador, que no anhela alzar su campamento en la infecunda mesa de disección, donde suele acudir la altanería de un saber que no arriesga en lo insólito. En esa sombría sala de operaciones la obra es un cadáver con funciones de ejemplo, un ser aniquilado en condición de prueba, nunca el alma viviente que nos impele a hacer mundo. Quienes ejercen la destreza del escalpelo, esa especie de profilaxis practicada con quirúrgicos guantes, son seres enfermos de temor a la enfermedad, pesimistas que temen la fábula de la derrota, que odian buscar en los escombros de las pasiones las señales prometedoras de futuro. Porque es allí, apreciados colegas, amigos y amigas, donde el arte acude a mitigar nuestra angustia y adquiere su función redentora.
¡Ah! de esos afligidos cirujanos del espíritu, que todavía soportamos en las aulas de clase, y que los vemos pavonearse con orgullo, cada vez que intervienen con sus lancetas no sólo el cuerpo inerme de una obra literaria, sino el frágil cerebro de algún joven inquieto por el conocimiento. Quisiera verlos atragantarse con algún sintagma o plerema, o verlos perseguidos por un hetero-diegético enemigo, furioso porque se quedó sin itinerario narrativo y quiere tomar venganza de su crítico excluyente. Qué bueno sería asistir a este espectáculo de tartamudos en plena fuga, temerosos de que los alcance uno de sus engendros.
El Libro “Pasión crítica” que nos ofrece el profesor Alejandro José López Cáceres, incluido en la edición de Libros de investigación, Colección La Tejedora, editados por la Escuela de Estudios Literarios de la Facultad de Humanidades, lo compone un grupo de ensayos que interrogan de un modo propio del género, la situación del legado literario de importantes escritores latinoamericanos: El uruguayo Juan Carlos Onetti, el mexicano Carlos Fuentes, el chileno Antonio Skármeta. Hallamos en este acopio un escrito de generosa gratitud que presenta el libro de su maestra Aleyda Roldán de Micolta titulado: La crítica Literaria, Un sostenido acto de amor, donde el ensayista escenifica un diálogo con el modo de ejercer la crítica literaria, las obligaciones de orden ético y el vínculo afectivo que envuelve al autor y al analista en una fecunda ejecución de la lectura. Por ese sendero realiza una exhaustiva y cuidadosa presentación del libro: la imagen poética, de ese poeta reconocido por su humildad y su alardeada militancia en el anonimato, sólo perturbada por la gloria que esta noche cobija a mi amigo Alejandro --hablo de Julián Malatesta--, donde se rastrea el vigoroso legado estético de los poetas de las vanguardias de principios del siglo XX en América Latina. Completa el libro, dos ensayos: El don de la linterna: los cuentos de Harold Kremer y Experiencia y huella: los cuentos de Óscar Collazos, con los que logra establecer una identidad al hacer concurrir materiales biográficos y develar la experiencia de la escritura como un acontecimiento solipsista que se encubre en el intenso cuerpo dramático de la historia.
Queda de manifiesto el sugestivo punto de vista, según el cual, en la escritura literaria se oferta en pública subasta retazos de la vida íntima del autor. El modo como se efectúe el ofrecimiento, como asalte la vulnerable intimidad de los episódicos lectores, determina el éxito de la empresa poética. La poiesis del ensayo literario acontece en esa suerte de combinación paradójica entre un saber ambicioso, que anhela descifrar el entramado de conexiones temáticas y simbólicas que se agitan en un autor, con el deseo de realizar una tarea no inferior al desafío creativo de la obra que se explora, y que activa cierta audacia y osadía para aventurar una novedosa interpretación o labrar un nuevo camino de reflexión.
La combinación entre el saber, el querer y el osar, no sería posible sin la participación de un cuarto elemento, acicate de toda indagación cognitiva: el difícil arte del callar. Tal vez sea en ese voluntario silencio donde se halla el don de la selección, la intuición de la prioridad y de lo relevante, que ayuda a controlar los excesos de la erudición, las intromisiones altivas de la pasión y las riesgosas acometidas de la temeridad. Este género prodigioso que conocemos como el ensayo, junta estas cualidades, y de su interna circulación y vínculos de intercambio confecciona su propia naturaleza.
Esta es una de las virtudes del texto propuesto en formato de libro por Alejandro López. La realización de una poética controlada por su movimiento interior, ajustada en su urdimbre por los hallazgos temáticos que logra revelar, por los descubrimientos de la novedad en medio de lo anodino y trivial, y quizá por una escritura paradójica, rebelde y dócil que no obstante admite las exigencias que el tema, el autor, o una obra, le sugieren.
Así en “Onetti Tan Memorable: una semblanza de sus cuentos”, el ensayista penetra con agudeza en las motivaciones y derroteros de esos personajes del escritor uruguayo, cuyas tribulaciones íntimas no parecen revelar solamente la extenuante y penosa psicología que los constituye, sino que esos pensamientos, deseos e inquietudes que edifican la trama de su vida cotidiana, parecen ser entidades que se arrojan a hacer mundo, seres, si se quiere, que gozan de autonomía y que se resisten al control del sujeto. Tal vez en estos desdoblamientos de los personajes se halle la estremecedora arquitectura de los cuentos de Onetti.
En “Carlos Fuentes en el umbral de las certezas: los cuentos sobrenaturales” descubre Alejandro López, que ese peligroso puente que se halla entre el mundo de lo real y el mundo de lo fantástico es recorrido por el escritor mexicano de la mano de los mitos y de las fabulaciones ancestrales que están en la cultura, lo mismo construyendo la armazón de lo visible, verificable y comprobable, como construyendo lo invisible, lo desalojado de la verificación pero que sin embargo posee el poder de fabricar ideales, activar el anhelo de los cambios y propiciar universos exonerados de la calificación y del juicio.
Oro tanto acontece con el ensayo “Antonio Skármeta: La ruta hacia el cartero”. Si la lectura no me engaña, posee la virtud de articular los pormenores de la experiencia vital del autor en su conocimiento de otras fuentes culturales, relativamente distantes a las filiaciones afectivas con su país de origen, pero que dialogan entre sí y admiten develar con una mirada “extranjera” y con una mirada “nativa” las entrañables trayectorias de sus personajes, casi siempre juveniles, sublevados frente a las herencias morales y a veces autoexcluidos de sus ámbitos familiares y afectivos. Una poética yerma, pero con la impetuosa proyección de mundos llenos de sorpresas y de seductoras travesías.
En los ensayos sobre Óscar Collazos y Harold Kremer, así como en sus anotaciones sobre el ejercicio de la crítica, mantiene, el escritor Alejandro López, la misma voluntad poética y el propósito de poner en común para sus eventuales lectores, una lectura renovadora y rigurosa sobre las obras mencionadas y sobre el arduo oficio de la escritura.
Nos hallamos ante un texto que propiciará una importante recepción en el ámbito académico y en la crítica especializada.
Gracias.
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Santiago de Cali
10 de diciembre de 2010
LA PASIÓN CRÍTICA DE UN CREADOR
A propósito del libro de ensayos: Pasión crítica,
de Alejandro José López Cáceres.
Julián Malatesta
Profesor
Escuela de Estudios Literarios
Universidad del Valle
George Steiner en un sugerente ensayo reflexiona sobre ese deber último y quizá ininteligible de la función crítica, de sus diáfanos lazos con la ética y de los inefables vínculos morales que excitan la lectura. Desprecia esa especie de analfabetismo erudito, legitimado en los salones de la cultura, normalizado en los valores que rigen en la academia y que se erigen en el hábito de una intelectualidad ufana de su juicio, indiferente ante la palabra ruda, áspera, labrada con desapego y negligencia, que se jacta de un rebuscado tecnicismo. Críticos encandilados por efímeros destellos de cerillas que de tanto en tanto les ilumina su incursión en las obras de arte y que ellos, mentecatos, imaginan como astros rutilantes en sus cabezas. Piensa que ese tipo de bribones, fríos diseccionadores de las glorias del espíritu, se halla lejos de una comprensión de lo bello y lo que es más lamentable, distante de esa verdad que funda la obra, que está hecha de tradición y de vida, en otras palabras, que se forma de tiempo. Clama Steiner por una humilde participación del crítico -quizá desolada y amarga, muchas veces incomprendida, tal vez estoica-, de modesto intermediario entre la obra y su hipotético lector.
No juzgar ni diseccionar, sino mediar. Sólo a través del amor por la obra de arte, sólo a través del constante y angustiado reconocimiento por parte del crítico de la distancia que separa su arte del arte del poeta, puede tal mediación ser realizada. Se trata de un amor que ha cobrado lucidez a través de la amargura: es testigo de los milagros del genio creador, desentraña los principios del ser, los muestra al público, y, sin embargo, sabe que no toma parte –o sólo una parte muy pequeña- en su verdadera creación.
Traigo a colación esta cita del filósofo y crítico francés, porque con mucho regocijo hallo en La pasión crítica de mi colega y amigo Alejandro José López Cáceres, ese agobiante principio de humildad --penoso en nosotros que somos tan soberbios--, puesto al servicio de una indagación amorosa con unas obras y unos autores, en la que revela la magnitud del acto creador y las abrumadoras vicisitudes históricas que le dan origen. No se inscribe Alejandro en la nueva crítica como esperaría nuestra respetada academia, sino que devuelve sus pasos a la vieja crítica, esa que conserva la virtud de hacer concurrir en el episodio de la lectura los avatares vitales de un autor.
Los pormenores de orden psicológico y social que son el sensorium donde acaece la creación poética, devienen en pórticos por donde penetra con agudeza el acto revelador, Allí el estudioso cuida que aquellos fragmentos de la vida pública e íntima del autor, la mayoría de las veces obtenidos de fuentes extraliterarias, no avasallen los misterios que propone la obra y que han de ser descubiertos desde la magia que agita a ese mundo posible. Digamos que esta doble vía, donde la efímera felicidad y el dolor, la certeza y el asombro, el miedo y el arrojo se dan cita, sólo puede ser practicada por quien en su corazón anhela participar del acto creativo, mendiga un lugar en el poema, necesita admitirse a sí mismo como poeta. Esta orfandad es la humildad que sugiere Steiner, es la virtud del libro que hoy ponemos a vuestra consideración, amables amigos y amigas. Es la pasión crítica de un creador, que no anhela alzar su campamento en la infecunda mesa de disección, donde suele acudir la altanería de un saber que no arriesga en lo insólito. En esa sombría sala de operaciones la obra es un cadáver con funciones de ejemplo, un ser aniquilado en condición de prueba, nunca el alma viviente que nos impele a hacer mundo. Quienes ejercen la destreza del escalpelo, esa especie de profilaxis practicada con quirúrgicos guantes, son seres enfermos de temor a la enfermedad, pesimistas que temen la fábula de la derrota, que odian buscar en los escombros de las pasiones las señales prometedoras de futuro. Porque es allí, apreciados colegas, amigos y amigas, donde el arte acude a mitigar nuestra angustia y adquiere su función redentora.
¡Ah! de esos afligidos cirujanos del espíritu, que todavía soportamos en las aulas de clase, y que los vemos pavonearse con orgullo, cada vez que intervienen con sus lancetas no sólo el cuerpo inerme de una obra literaria, sino el frágil cerebro de algún joven inquieto por el conocimiento. Quisiera verlos atragantarse con algún sintagma o plerema, o verlos perseguidos por un hetero-diegético enemigo, furioso porque se quedó sin itinerario narrativo y quiere tomar venganza de su crítico excluyente. Qué bueno sería asistir a este espectáculo de tartamudos en plena fuga, temerosos de que los alcance uno de sus engendros.
El Libro “Pasión crítica” que nos ofrece el profesor Alejandro José López Cáceres, incluido en la edición de Libros de investigación, Colección La Tejedora, editados por la Escuela de Estudios Literarios de la Facultad de Humanidades, lo compone un grupo de ensayos que interrogan de un modo propio del género, la situación del legado literario de importantes escritores latinoamericanos: El uruguayo Juan Carlos Onetti, el mexicano Carlos Fuentes, el chileno Antonio Skármeta. Hallamos en este acopio un escrito de generosa gratitud que presenta el libro de su maestra Aleyda Roldán de Micolta titulado: La crítica Literaria, Un sostenido acto de amor, donde el ensayista escenifica un diálogo con el modo de ejercer la crítica literaria, las obligaciones de orden ético y el vínculo afectivo que envuelve al autor y al analista en una fecunda ejecución de la lectura. Por ese sendero realiza una exhaustiva y cuidadosa presentación del libro: la imagen poética, de ese poeta reconocido por su humildad y su alardeada militancia en el anonimato, sólo perturbada por la gloria que esta noche cobija a mi amigo Alejandro --hablo de Julián Malatesta--, donde se rastrea el vigoroso legado estético de los poetas de las vanguardias de principios del siglo XX en América Latina. Completa el libro, dos ensayos: El don de la linterna: los cuentos de Harold Kremer y Experiencia y huella: los cuentos de Óscar Collazos, con los que logra establecer una identidad al hacer concurrir materiales biográficos y develar la experiencia de la escritura como un acontecimiento solipsista que se encubre en el intenso cuerpo dramático de la historia.
Queda de manifiesto el sugestivo punto de vista, según el cual, en la escritura literaria se oferta en pública subasta retazos de la vida íntima del autor. El modo como se efectúe el ofrecimiento, como asalte la vulnerable intimidad de los episódicos lectores, determina el éxito de la empresa poética. La poiesis del ensayo literario acontece en esa suerte de combinación paradójica entre un saber ambicioso, que anhela descifrar el entramado de conexiones temáticas y simbólicas que se agitan en un autor, con el deseo de realizar una tarea no inferior al desafío creativo de la obra que se explora, y que activa cierta audacia y osadía para aventurar una novedosa interpretación o labrar un nuevo camino de reflexión.
La combinación entre el saber, el querer y el osar, no sería posible sin la participación de un cuarto elemento, acicate de toda indagación cognitiva: el difícil arte del callar. Tal vez sea en ese voluntario silencio donde se halla el don de la selección, la intuición de la prioridad y de lo relevante, que ayuda a controlar los excesos de la erudición, las intromisiones altivas de la pasión y las riesgosas acometidas de la temeridad. Este género prodigioso que conocemos como el ensayo, junta estas cualidades, y de su interna circulación y vínculos de intercambio confecciona su propia naturaleza.
Esta es una de las virtudes del texto propuesto en formato de libro por Alejandro López. La realización de una poética controlada por su movimiento interior, ajustada en su urdimbre por los hallazgos temáticos que logra revelar, por los descubrimientos de la novedad en medio de lo anodino y trivial, y quizá por una escritura paradójica, rebelde y dócil que no obstante admite las exigencias que el tema, el autor, o una obra, le sugieren.
Así en “Onetti Tan Memorable: una semblanza de sus cuentos”, el ensayista penetra con agudeza en las motivaciones y derroteros de esos personajes del escritor uruguayo, cuyas tribulaciones íntimas no parecen revelar solamente la extenuante y penosa psicología que los constituye, sino que esos pensamientos, deseos e inquietudes que edifican la trama de su vida cotidiana, parecen ser entidades que se arrojan a hacer mundo, seres, si se quiere, que gozan de autonomía y que se resisten al control del sujeto. Tal vez en estos desdoblamientos de los personajes se halle la estremecedora arquitectura de los cuentos de Onetti.
En “Carlos Fuentes en el umbral de las certezas: los cuentos sobrenaturales” descubre Alejandro López, que ese peligroso puente que se halla entre el mundo de lo real y el mundo de lo fantástico es recorrido por el escritor mexicano de la mano de los mitos y de las fabulaciones ancestrales que están en la cultura, lo mismo construyendo la armazón de lo visible, verificable y comprobable, como construyendo lo invisible, lo desalojado de la verificación pero que sin embargo posee el poder de fabricar ideales, activar el anhelo de los cambios y propiciar universos exonerados de la calificación y del juicio.
Oro tanto acontece con el ensayo “Antonio Skármeta: La ruta hacia el cartero”. Si la lectura no me engaña, posee la virtud de articular los pormenores de la experiencia vital del autor en su conocimiento de otras fuentes culturales, relativamente distantes a las filiaciones afectivas con su país de origen, pero que dialogan entre sí y admiten develar con una mirada “extranjera” y con una mirada “nativa” las entrañables trayectorias de sus personajes, casi siempre juveniles, sublevados frente a las herencias morales y a veces autoexcluidos de sus ámbitos familiares y afectivos. Una poética yerma, pero con la impetuosa proyección de mundos llenos de sorpresas y de seductoras travesías.
En los ensayos sobre Óscar Collazos y Harold Kremer, así como en sus anotaciones sobre el ejercicio de la crítica, mantiene, el escritor Alejandro López, la misma voluntad poética y el propósito de poner en común para sus eventuales lectores, una lectura renovadora y rigurosa sobre las obras mencionadas y sobre el arduo oficio de la escritura.
Nos hallamos ante un texto que propiciará una importante recepción en el ámbito académico y en la crítica especializada.
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