sábado, 18 de enero de 2014

LA MISA HA TERMINADO de Álvarez Gardeazábal. Por Carmiña Navia Velasco. Cali, Enero de 2013

LA MISA HA TERMINADO de Álvarez Gardeazábal

Por Carmiña Navia Velasco *




Cali, Enero de 2013
NTC ... agradece a la escritora el aporte de su texto y la autorización para publicarlo

Con este nombre alusivo al final tradicional de la misa católica, Gustavo Álvarez titula una ficción en la que da por terminada simbólicamente la vida de esta iglesia. Con ese Ite missa est,  se nos quiere llevar como lectores a un tiempo ya pasado pero absolutamente presente en sus consecuencias en tantas y tantas vidas de colombianos y colombianas.
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Uno de los aspectos más interesantes de la novela -quizás el más- es la introducción del autor en la historia, lo que convierte al mismo proceso narrativo en protagonista  del discurso. Mediante dos estrategias esta función se hace presente. La primera de ellas: sus propias reflexiones en las que el novelista justifica su acción e introduce valoraciones sobre distintos aspectos de la sociedad y la cultura. La segunda a través de las cartas escritas al novelista por el presbítero Efraín en las que intenta disuadirlo de escribir esta novela que cataloga como herética.

Las intervenciones del narrador (autor en la ficción), resultan iluminadoras y pretenden dar pistas a los lectores sobre por dónde van las intenciones del escritor. En ellas se critica la castración y negación hipócrita del placer por parte de los curas católicos; se critica la sociedad actual como una sociedad del espectáculo (generación de  los dedos pulgares, en alusión a los celulares-computadores) y se insiste en la necesidad de la memoria:
En este país si uno quiere que las cosas se olviden, hay que meterlas dentro de un libro. Es el temor que me embarga si sigo escribiendo esta novela. Que todo lo que estoy contando aquí se olvide. Que lleguen los críticos  literarios y no la volteen a mirar porque esta es la novela de un hombre viejo. Que los pocos lectores que tenga (porque la voy a regalar entre mis amigos), consideren que todo fue una invención de mi parte, que Buga nunca ha tenido ni podrá tener cardenal…
El narrador no quiere que los desmanes de la educación católica en materia sexual se pierdan en el olvido.

Las cartas del cura en cambio resultan un poco insulsas, con una insistencia manida en la necesidad ética de no contribuir a la crisis social con una novela que ataque uno de los pilares tradicionales de nuestra formación: la iglesia. A mi juicio se desperdicia la posibilidad de un debate socio-religioso más profundo.

Estas reflexiones del narrador enmarcan un accionar desde el que se intenta desplegar la vida interna de la iglesia: sus seminarios, sus curas, sus oficinas vaticanas, la vida íntima de sus obispos y cardenales. Como el mismo narrador concluye al final: lo que quiso ser únicamente una denuncia terminó por ser una historia de amor. De esta manera la novela puede ser leída como un canto al amor gay, a sus dificultades, posibilidades, condicionantes y excesos… de manera especial a sus dolorosos caminos en medio de un mundo que lo condena y lo arroja a los márgenes una y otra vez. En este eje hallamos sus mayores aciertos y debilidades:
Fue imposible Padre Efraín. No me pudo convencer. He terminado esta novela y lo que creía iba a ser una diatriba contra la iglesia y la corrompisiña que tantas veces le he dicho a usted que se carcome su institución, ha terminado convertida en una dolorosa historia de amor.  

Gardeazábal consigue una mirada lúcida y profunda sobre los intrincados caminos de la afectividad humana, entre otras cosas porque la aborda al interior de un colectivo que se supone la ha ignorado, negado y reprimido por siglos en las sociedades occidentales. La afectividad como pivote del desarrollo personal: sus inmensas potencialidades para la felicidad, sus límites en la pasión que anuda, esclaviza y a veces enloquece. Sus avatares en medio de instituciones y personas de doble moral que hacen de la hipocresía el norte de sus vidas.

En mi perspectiva, aquí encontramos también la mayor debilidad de la obra: Un personaje como La Ternera, a pesar de su intención caricaturesca resulta poco creíble y su centralidad en el relato a veces genera un cierto flaqueo.

La narración avanza al mismo tiempo  hacia la resolución de los conflictos amorosos que se han ido creando y hacia una propuesta muy clara: La institución eclesial se autodestruirá porque no logra controlar a los miembros sobre cuyas espaldas está sostenida: los clérigos. Como en la mayoría de los relatos colombianos y latinoamericanos hay un nivel en el que la verdad histórica pretende fusionarse con la ficción novelística.

De esta manera entonces las figuras de los tres o cuatro últimos Papas del catolicismo aparecen con todos los rasgos históricos que las caracterizan. Tres de ellos, además con sus verdaderos nombres y realizaciones históricas: Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Alusiones directas también a Juan XXIII y Pablo VI, a los que se les acusa de haber torcido los destinos eclesiales, especialmente al primero. Al actual Papa en cambio se le intenta disfrazar aunque sin mucha fuerza: quedan claros algunos de sus rasgos: Jesuita, vocación de reformador y salvador de la iglesia. Su llegada al trono de Pedro causa una conmoción que alcanza a todo el orbe católico en aquellos que manejan los hilos del poder para su propio beneficio.

La obra de Álvarez Gardeazábal deja ver a mi juicio un profundo desprecio y resentimiento por esta institución en la que no se rescata nada positivo y se silencian totalmente las vidas de muchos creyentes que decididamente han prestado un servicio a la humanidad. No es su focalización, claro, pero también es cierto que se percibe un tufo de obvia venganza reiterada permanentemente por el narrador, entendible por otra parte en un país en el que esta iglesia no sólo ha pretendido controlar las conciencias sino que ha intervenido permanentemente en la política y en la sociedad queriendo conservadurizar todos los procesos: desde las guerras y las leyes, hasta los amores y las alcobas.

Con el asombro que en Occidente ha generado el papa Francisco y con los debates que en el país ha generado y genera el monseñor procurador, es claro que esta ficción, insertada en la historia de Colombia y en la actualidad eclesial, da en el clavo de muchos hechos y posibilitará mirar las cosas desde un ángulo nuevo. Es deseable entonces que más allá del posible escándalo que pueda desatar, escándalo que a su autor lejos de molestarle le satisface, se abra una discusión que logre ir más allá de lo aparente y nos confronte con nuestras prácticas y costumbres ciegas tantas veces. Sólo en esta medida podremos hablar de un aporte del autor a nuestra identidad como sociedad y como país. 
Carmiña Navia Velasco *
Cali, Enero de 2013
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El libro con la fajilla, ya en librerías

NTC ... ENLACES: 


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Carmiña Navia  Velasco y Gustavo Álvarez Gardeazábal. (Mediados del decenio 1960)
Fuente: 15 de noviembre de 2011
http://ntc-documentos.blogspot.com/2011_11_15_archive.html
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GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL, Doctor Honoris Causa de la Universidad del Valle. Por Carmiña Navia Velasco. Video, 15/05/2011

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*** 1 de Febrero, 2014, Cartagena. 8:00 a 10:00 PM
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LA TARJETA DE INVITACIÓN
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 Imágenes integradas 1.
--- La  misa  ha  terminado *,  del  escritor  Gustavo  Álvarez Gardeazábal ** . Lanzamiento y presentación del libro, editado por la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín (Unaula), en el DES-marco del Hay Festival 2014. Lugar: Restaurante Portaón de San Sebastián, de Cartagena. Entrada libre. + Info.: LA MISA HA TERMINADO (HaTerminado) on Twitter  / * http://ntc-narrativa.blogspot.com/2013_12_11_archive.html //  ** Gustavo Álvarez Gardeazábal en NTC ...: Google-grafía . /// Fotografía (14/05/2011) del autor: MICRo de  NTC …
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SEGUIMIENTOS y ACTUALIZACIONES a ENERO 20, 2014.

LA BARCA DE CALDERON
Por WILLIAM CALDERON ZULUAGA
Imágenes integradas 1
EL NUEVO SIGLO, LUNES 20 DE ENERO 2014

El anticristo

Pese a las oraciones que  muchos hemos elevado para que la blasfemia no se dispersara y se volviera ejemplo a las nuevas generaciones, nos informa Jairo Osorio ,director Editorial  de Unaula,que el impío  libro del escritor Gustavo Alvarez Gardeazabal, La Misa Ha terminado tiene venta demasiado  alegre en  librerías.

Caí en la trampa

Yo,ingenuo católico,apostólico y romano bautizado en Neira,y quien religiosamente caí en la trampa   y tuve el dudoso  privilegio nada honroso de leer el libro en galeras, me parece que en arrepentimiento y  contricción este es el  mejor momento para hacer una reflexión final sobre esa novela que antes de salir ya estaba de moda.

Asombrado y asqueado

Tengo desazón moral por haberla leído.Acepto que el amor y la muerte purifican el pecado como tesis central de la novela.Pero repugnan  que sean amores entre curas,entre obispos y entre cardenales y lo peor es que haya sido testigo como lector asombrado y asqueado de  la primera vez en la literatura  universal que se describe con detalles las fantasías sexuales de un adolescente con Jesucristo.Que horror !  Qué honor tan miserable  y vergonzoso para la literatura colombiana.

El Salman Rushdie catolico

Podemos estar en presencia del Salman Rushdie  católico.Aquél inglés indio trató de destruir la fe de los musulmanes en el Coran parodiando ese texto sagrado.Gardeazabal no se mete con la Biblia pero destruye con su ponzoña la fe en la Santa Madre Iglesia.Para lograr ese cometido satánico escudriña en público a la iglesia que fundara Cristo y levantara Pedro y al desnudar las debilidades de algunos de sus miembros pone en la picota pública una institución que ha perseverado por siglos y sobrevivirá por encima del fatuo recuerdo de esta novela intitulada con veneno  y doble fin ,porque la misa no ha terminado,se van a seguir celebrando misas como epicentro del culto.

La astucia de belcebú

Pero no para allí el antiguo alumno de los salesianos,quienes pueden haberle sembrado la semilla mala en su alma cuando estudiaba en el colegio de Tuluá.Introduce como personaje al papa Francisco y lo presenta como el homófobo que persigue a todos los curas “aflautados” de sus seminarios, de su diócesis y con astucia de belcebú, al hacerlo triunfador le hace intuir al lector que en la Iglesia Católica va  a darse una purga de sacerdotes gay con Francisco de papa.

Entremos en oración

El Apocalipsis advierte de  la llegada de los Anticristo.Este es el primer ejemplo en la vida moderna.Quien nos hace dudar a través de una novela  en la grandiosidad de la Iglesia y en la divinidad de Cristo y nos  lo vuelve un objeto sexual de pasiones malditas y de pecados contra natura, es el Anticristo.
Convoco a mis amigos Caballeros de la Virgen para que entremos en oración y entonemos el Santo Rosario el próximo 1 de febrero a las 8 de la noche en el atrio de la iglesia de Santo Domingo en Cartagena, a pocos metros de donde el Anticristo proclama que la misa ha terminado.Solo orando por él y por la redención de su alma podemos ayudar a contrarestar el efecto del maligno .

La Misa no ha terminado
Ni termina hasta el final de los siglos, diariamente se celebran en el mundo, más de medio millon de misas y se celebrará hasta el final de los tiempos, reviviendo el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz. Malos curas y malos obispos hemos tenido desde Judas hasta hoy. Cuando el historiador Ludovico Pastor termino de escribir la historia de la Iglesia dijo... "Esta institucion es Santa ha sobrevivido por causa de Dios y no por causa de los hombres"

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Pobre Bogotá

Por: MAURICIO VARGAS 

EL TIEMPO . COM 8:39 p.m.  | 19 de Enero del 2014 http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/mauriciovargas/pobre-bogota-mauricio-vargascolumnista-el-tiempo-_13383960-4   impreso 20 de Enero. 

La incompetencia populista de Petro y una justicia maloliente hunden a Bogotá en la catástrofe.
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Para leer. Escrita con pluma inteligente y narrativa audaz, La misa ha terminado, de Gustavo Álvarez Gardeazábal, es una novela cruda, visceral, que empieza como revelación de lo que ocurre bajo muchas sotanas y termina, como toda novela de valía, en una historia de amor. Buena lectura para inicios de año. *
Mauricio Vargas
mvargaslina@hotmail.com
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LA NUEVA NOVELA DE GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL

Por ALBEIRO ECHAVARRIA *.
Quería leerla porque a mí me gusta como escribe Gardeazábal desde que leí en el colegio Cóndores no entierran todos los días, una de las novelas que mejor ha retratado la violencia colombiana, y además porque La misa ha terminado ―aun sin haberse publicado― había generado muchos comentarios ―benignos unos, mordaces los otros―. Y entonces pensé ―sabiendo que Gardeazábal es ateo― que su lectura iba a ser un viaje a la entrañas del mismísimo infierno ―algunos ya están diciendo que Gardeazábal es el Anticristo―. Pero lo que encontré fue una novela muy bien escrita y ―como siempre ocurre con sus historias― basada en hechos terrenales. Y esa es la especialidad de Gardeazábal: novelar esta compleja realidad colombiana para que no deje ser más que una noticia que al otro día todos olvidan. Muchos de los temas que trata La misa ha terminado, los hemos vivido; sólo que caen en la laguna de la amnesia colectiva que alimentan con tanto éxito los medios de comunicación. Por un lado este es un país donde lo trágico se mezcla con lo cómico hasta fundirse por completo. ¡Qué raro tiene que un loco sea el que coordine la visita del Papa a Colombia! Y por el otro, nuestra realidad supera con creces la fantasía. La historia de los seminaristas Rogelio y Martín ―protagonistas de la novela, que hasta llegan a ser candidatos a obispo a pesar de sus peripecias entre fundas sagradas―, bien podría ser la historia de los curas Richard y Rafael que tanto ventiló la prensa colombiana a comienzos del año 2011. ¡Que olfato el de Gardeazábal para descubrir dónde están las buenas historias! Me parece que la novela no es una diatriba contra la Iglesia católica ―no echa a todos los curas en el mismo costal del homosexualismo, ni toca el escabroso tema de los curas pedófilos que tanto daño le han hecho al catolicismo― pero sí, implícitamente, se va lanza en ristre contra ese embeleco del celibato y contra la corrupción en el Vaticano. En algún lado lo dice: “Lo que quiero es que entiendan que las religiones son cosas de humanos… Y que toda divinización de costumbres repetidas como las que se dan en las ceremonias religiosas no son más que interpretaciones de los tres elementos fundamentales de los seres humanos, el oro, el agua y el sexo”.  En ese sentido me gustaron las reflexiones del autor ―que a veces suenan como un eco de ultratumba puesto que el mismo se autodenomina dinosaurio― sobre la cultura de lo mediático y sobre el lugar que ocupamos en este universo.



ALBEIRO ECHAVARRIA
Enero 20, 2014
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* NTC … Enlace: Sobre el autor: 
http://www.albeiroechavarria.com/index.php/biografia/mi-biografia
 https://www.facebook.com/albeiro.echavarriaacevedo

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La última novela de Álvarez Gardeazabal según Carmiña Navia Velasco . 

EL PUEBLO, CALI, Enero 18 -24, 2013. Impreso y virtual.


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EL PUEBLO, Cali, Enero 18 - 24, 2014. Impreso.  
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En EL PUEBLO .com
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La misa de Gardeazábal 



El Mundo, Medellín, 22 de Enero de 2014
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Como jamás escucho radio nunca he oído a Gustavo Álvarez Gardeázabal. Comprendo que haya cambiado la literatura por la algarabía radial, porque esta última da el poder que como novelista, en estos tiempos de escasos lectores, no se alcanza. Sin embargo, su migración de la pluma al micrófono privó a Colombia de la actividad de uno de sus mejores novelistas. Considerando su obra, prefiero “Dabeiba”, sobre otras novelas suyas mejor conocidas. 

Celebro, entonces, complacido, su retorno a su mejor oficio, con “La misa ha terminado”, cuya primera, pulcra y bella edición, dirigida por el versátil escritor Jairo Osorio Gómez, acaba de publicar la Universidad Autónoma Latinoamericana. 

Los años de alejamiento no han mellado la pluma de un autor que conoce bien su trabajo. Ahora, Álvarez Gardeazábal se enfrenta con un tema candente, el de la pederastia entre el clero católico. 

El modernismo teológico, entendido como la interpretación relativista, racionalista y escéptica de la doctrina cristiana, justamente condenado por san Pío X en 1907 y rampante desde el fatídico Concilio Vaticano II, parecía ser la mayor tribulación de la Iglesia, porque su primera secuela fue la de cegar la fe de apreciable cantidad de sacerdotes. Por eso no dudo en asociar la apostasía práctica con el florecimiento de la pederastia entre el clero. Muchos sacerdotes sin fe, incapaces de vivir sus votos de castidad, ahora, en vez de retirarse del ministerio, permanecen dentro de la Iglesia causando el peor escándalo. Incidentalmente vale la pena, ahora que estamos hablando de novelas, recordar la extraordinaria “Elmer Gantry”, de Sinclair Lewis, que trata de la predicación como negocio.

La mayor equivocación frente a este problema consiste en minimizarlo alegando que el agresivo lobby gay ha conquistado mayor espacio en el magisterio laico, la política y las fuerzas armadas de muchos países que en la Iglesia romana. En nuestras filas, el problema venía agravándose, especialmente en los Estados Unidos, como lo demuestran las descarnadas y aterradoras investigaciones de la ortodoxa escritora católica Randy Engel, “The rite of Sodomy”.  Entre nosotros, el libro del Padre Germán Robledo Ángel denuncia sin tapujos el asunto en la Arquidiócesis de Cali. 

Razón tenía entonces el papa Benedicto XVI cuando afirmaba que del malestar actual de la Iglesia eran más culpables los sacerdotes indignos que los enemigos de la fe. 

La novela de Gardeazábal entrelaza las historias macabras de un intrigante obispo colombiano gay, que de catre en catre llega a cardenal, con las andanzas de dos curitas tulueños que terminan, como pasó con dos bogotanos en la vida real, pagando sicarios para que los asesinen.

El descenso de esos clérigos a los abismos de la sodomía más incontenible va acompañado de la más completa disección de la psicología homosexual. El desenfreno, que también es reprobable entre heterosexuales, se convierte con frecuencia en una compulsión devoradora, algo así como una insaciable ludopatía, bien descrita en la obra. 

La necesaria depuración del clero se pone en cabeza de un cardenal arzobispo de Buenos Aires, Antonio Viazza, que alcanza el capello en el mismo consistorio del brincón obispo colombiano.  Pero como Gardeazábal no es católico, far from it, la novela es bien interesante en cuanto nos revela lo que pueden pensar de ella los que no pertenecen a la Iglesia, ante el espectáculo que ofrecen muchos de sus ministros.

Sin embargo, el personaje de Antonio Viazza (trasunto de Jorge Mario Bergoglio), parece insuficiente y no hace completa justicia al actual pontífice cuando lo corona como Pedro II, demostrando de paso el amplio conocimiento del novelista en temas escatológicos. 

En resumen, una novela interesante, ágil, bien articulada, que me ha hecho recordar a Chateaubriand por aquello de que rechazamos con mayor energía los defectos ajenos cuando más se asemejan a los nuestros. 
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LA MISA HA TERMINADO
Una vez más, el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal arma polémica por uno de sus libros. Este es un comentario crítico sobre la obra que será presentada, paralela al HAY FESTIVAL, este sábado  1 de febrero en Cartagena  a las 8 pm en  el restaurante EL PORTON DE SAN SEBASTIAN de la Calle Segunda de Santodomingo
Por ARMANDO ESTRADA VILLA
 Domingo, 26 de enero de 2014, EL COLOMBIANO, SUPLEMENTO GENERACION

La misa ha terminado, del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal, es una novela de amor que nos ofrece una representación diferente de la vida: el amor entre sacerdotes homosexuales. Con ansias inagotables de placer, que violan los reglamentos de la Iglesia Católica, desconocen las normas morales de su religión y asumen irresponsablemente todos los riesgos y desafían con osadía todos los peligros, logra el autor crear un mundo que impacta, transmite auténticas emociones y se adentra en una faceta inexplorada de unos seres humanos de los que se exige, dadas las características y obligaciones de su oficio, una conducta diferente.
Novela provocadora, irreverente y agresiva, que permite mirar en perspectiva las múltiples variantes de la condición humana. Gardeazábal construye una novela ideológica en el sentido de contener una crítica fuerte de la Iglesia Católica, tanto por sus doctrinas como por la conducta de sus prelados, con un lenguaje crudo, por momentos obsceno. Este picante tema, este lenguaje descarnado, estas apasionadas historias y su estético discurso configuran una obra que, no cabe duda, constituirá un gran escándalo literario.
En este ambiente y con un crudo realismo, ajeno por completo al realismo mágico, la obra muestra una serie de aberraciones y desviaciones en el comportamiento sexual del ser humano. Expone cómo el homosexualismo entre clérigos constituye un poderoso canal de ascenso en la jerarquía católica; describe los bandos en pugna por el poder en el Vaticano, y formula una crítica demoledora a los mitos, creencias y enseñanzas de las religiones, en general, y de la religión católica, en particular, con la pretensión de reducir a añicos algo tan sagrado como la fe en la existencia de Dios, los dogmas y normas religiosos y la santidad de sus pastores.
La misa ha terminado es una novela actual. Los personajes principales son hombres que se dejan llevar por sus deseos y ambiciones, y no ponen dique a sus inclinaciones eróticas, religiosos homosexuales que protagonizan trágicas historias de amor en su búsqueda desesperada de afecto y unión. El cardenal Casimiro Rangel, obispo de Montelíbano y Buga, ambicioso, sibarita, lujurioso, popular entre su grey, arribista, de refinadas y excitantes técnicas eróticas entre hombres, llega primero al obispado y después al cardenalato gracias al canal de ascenso que construye con sus intrigas palaciegas y con las finas prácticas de homosexual sofisticado.
La contraparte a la sodomía la personifica el obispo auxiliar de Santa Fe y Buenos Aires, obispo, cardenal y Papa, el jesuita Antonio Viazzo, austero, asceta, sencillo, homofóbico, que luchó en Argentina como obispo para desterrar los curas homosexuales de la Iglesia Católica, hasta el extremo de ser acusado por varias ONG de perseguidor y discriminador, y que ya de Sumo Pontífice se propone limpiar de homosexuales la congregación de fieles que dirige, como lo demostró al considerar el primer día de su pontificado que el cardenal Low, arzobispo de Boston, acusado de pedofilia, avergonzaba a toda la cristiandad.
Novela desesperada, brutal. [...] Revela con impudicia.
Contiene pasajes sexuales narrados con tanto realismo, y reparos religiosos narrados con tanta crudeza, que pueden causar impresiones desagradables ante un texto tan frío y demoledor en su rechazo a la religión, y tan apasionado y febril en la descripción de las prácticas sexuales que se dan entre homosexuales. De mi parte, vencí el asco y concluí el libro, lo que me permite afirmar que el tiempo empleado en leerlo no fue tiempo perdido.
No sabemos hasta donde este libro sea autobiográfico. Lo que sí puede presumirse válidamente es que va a provocar una indagación morbosa para tratar de conocer si el cardenal Casimiro Rangel es la representación de un verdadero ser vivo y no un simple personaje de ficción. Es casi seguro que cada lector realizará un esfuerzo interpretativo con el fin de buscar entre las características de altos prelados de la iglesia católica colombiana que suministra La misa ha terminado, quien puede ser el libidinoso homosexual que llegó a alcanzar una de las más posiciones dentro de la jerarquía del catolicismo en el mundo.
Esta novela no es para entretener, divertir o tejer consejas. Va más allá. Puede asustar almas pías, puede provocar e irritar a los creyentes, pero sobretodo invita a pensar sobre por qué estos hombres violan con tanta facilidad los preceptos éticos y morales de su profesión; por qué de quienes se reclama una conducta personal y sexual intachable no resisten las tentaciones de la carne; por qué los votos de castidad, templanza y celibato se desconocen sin ningún pudor y cometen el pecado contra natura, y por qué el demonio del sexo lleva a estos curas a una irresponsabilidad sexual ilimitada. El que estos sacerdotes se revuelquen en sus miserias y bajos instintos, sorprende e indigna, pero también hace reflexionar, más ahora que se descubren tantos abusos sexuales de niños por curas pederastas.
Hacer reflexionar con un tema tan difícil y con un lenguaje procaz es el mérito de La misa ha terminado.

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"LA MISA ..."  en LA NACIONAL


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