domingo, 9 de marzo de 2014

LA MISA HA TERMINADO. Gustavo Álvarez Gardeazábal. NTC ... compilación. Continuación a Marzo 9, 2014

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SEGUIMIENTOS a Agosto 28, 2014

Gustavo Álvarez Gardeazábal
Julio Cesar Londoño
Julio Cesar Londoño
La Plana. El País, Cali, Agosto 28 de 2014
Quizá ningún colombiano haya descollado en tan diversos campos como Gustavo Álvarez Gardeazábal: como político, alcanzó la Gobernación del Valle con una votación que fue récord histórico; como escritor, fue una relevante figura de la literatura latinoamericana en los años 80, y ahora es uno de los más influyentes periodistas colombianos, profesión que ejerce en la curiosa modalidad de “periodismo de clausura”, ese ‘género’ cultivado por los que no ponen un pie fuera de su casa.
Gardeazábal no lo necesita. Hasta allá peregrinan diariamente millonarios, políticos, industriales y gente honrada que, luego de esperar audiencia por meses, son invitados a almorzar, le formulan sus tribulaciones con humildad y reciben de sus labios un concejo sapiencial.
Yo también le pedí audiencia. Almorzaré con él el 15 de mayo de 2017. Ese día le preguntaré cómo hizo para escribir con la misma mano un libro tan malo como La resurrección de los malditos y uno tan bueno como Los cuentos del Parque Boyacá. Y cómo hace para ser al tiempo uribista y antiimperialista. Y si era necesario, para darle el merecido garrote a la elite vallecaucana, ser dilianista y sinisterrista. Y, ya que fue amigo cercano de Pedro Juan Moreno y como quiera que no se mueve una hoja en Tuluá sin que él se entere, que nos cuente cómo fue la entrada de los paramilitares al Valle por el corregimiento de Barragán hace unos doce años.
Y que me cuente cómo concibió su famoso eslogan de campaña: «¡No gobernaré con el culo, vallecaucanos!», y preguntarle por qué, una vez electo, gobernó con la diabólica presa. Y si no lo desvela saber qué desperdició un momento que pudo cambiar la historia del departamento.
También quiero recordarle la bella respuesta que le dio, desde el clóset, a un reportero de la revista Visión hace 32 años: ¿Por qué no se ha casado? «Porque no me siento capaz de hacer feliz a una mujer».
Y este magnífico chiste de su Manual de crítica literaria: «Espacio: lugar geográfico donde suceden los hechos. Ejemplos: Dublín en Ulises, Troya en La Iliada, Comala en Pedro Páramo o Tuluá en Cóndores no entierran todos los días».
Y contarle que La misa ha terminado * es, antes que una novela sobre la homosexualidad en el clero, un agudo alegato contra la concepción teológica del mundo y «una historia que es a la vez piedra de escándalo, narrativa pura y un episodio más de la lucha entre el bien y el mal, que es la materia prima de todo gran trabajo literario», como bien anotó Óscar López Pulecio.
Y preguntarle si no lamenta haberle arrancado el corazón y los sueños a un brillante y joven novelista social para darle vida a esa criatura bifronte que es, al tiempo, analista radial y figura de farándula.
Como no conoce la duda y es infinitamente soberbio, me dirá que no se arrepiente de nada, que lo ha logrado todo en la vida, que nunca ha sentido miedo, ni siquiera cuando se le metieron los matones a la casa, que su epitafio dirá «Cóndores no entierran todos los días», que lo metieron a la cárcel porque iba a ser presidente de la República, que le pagan un dineral en la Luciérnaga y que ahora tiene más poder que nunca.
Por todo esto, el 15 de mayo no le preguntaré nada. Para qué, si Gardeazábal es completamente sordo (vive extasiado con el sonido de su propia voz). Pero hay que reconocer que su egolatría tiene algún fundamento. Sobre su tumba, también encajaría el aforismo de Wilde: «En mi vida puse mi genio. En mi obra, apenas el talento».

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SEGUIMIENTOS a Junio 14, 2014



Secretos de curas que destilan malos olores

 Columna Sabatina.  Por Raul Benoit

Periodismo de la mano con la verdad,    Miami, 14 de junio de 2014

En el escandaloso libro de Gustavo Álvarez Gardeazábal, "La misa ha terminado", el escritor colombiano hurga en la pestilente olla podrida de la Iglesia Católica, sacando olores que muchos quieren esconder con ambientadores caseros.

 Novela provocadora, irreverente y agresiva que permite mirar en perspectiva las múltiples variantes de la condición humana. (Si quiere comprarla en AMAZON: http://www.amazon.com/misa-terminado-Gustavo-%C3%81lvarez-Gardeaz%C3%A1bal/dp/9588366909  )

Para mi la fe no es negociable. Nunca he dudado de la existencia de una energía universal que, de acuerdo a lo que creo, es Dios mismo. Ni siquiera en los momentos más vergonzosos de la Iglesia Católica en las últimas décadas, ni estudiando el horripilante protagonismo de ciertos jerarcas en la historia de la humanidad, pasando por la Inquisición al mando de Torquemada y la degenerada familia Borgia.


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SEGUIMIENTOS a Mayo 5, 2014

Gustavo Álvarez Gardeazábal. "LA MISA HA TERMINADO". NTC … COMPILACIÓN, adiciones 



ÁLBUM
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BLOG
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SEGUIMIENTOS a ABRIL 26, 2014

La Misa de Gardeazábal, ¿genialidad o blasfemia?




El Historiador Joan Manuel Largo acaba de poner en circulación su libro crítico sobre los capítulos filosófico-religiosos de la 
exitosa  novela LA MISA HA TERMINADO  del escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal.
El libro fue editado por la U. Central del Valle (UCEVA)  dentro de la colección Cantarana y  será puesto a la venta 
en la Feria del Libro  en Bogotá a partir del 29 de abril distribuido por Lemoine en el Pabellon 3, primer piso, stand  101

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Luz Mary Girlado reseña 'La misa ha terminado' de Gustavo Álvarez Gardeazábal

Arcadia,  impresa  y virtual, Abril 22,  2014

TEXTO COMPLETO: ​
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---- SEGUIMIENTOS a ABRIL 1, 2014


*** INTROIBO AD ALTARE DEI Por ORLANDO RAMÍREZ-CASAS (ORCASAS)Medellín, 31 de marzo de 2014

https://docs.google.com/document/d/14WuBqk_iXM7KhXkj7NlxFuQldO7wGYNCuVeNARbohsM/edit
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*** El repulsivo libro de Gardeazabal . Por: Édgar Artunduaga

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SEGUIMIENTOS a Marzo 25, 2014


Sacerdotes homosexuales
Gloria H.
El País .com, Cali,  Marzo 24 de 2014 - 23:10. http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/gloria-h/sacerdotes-homosexuales 
Impreso Marzo 25.
Semana Santa ya está aquí, en la puerta y la oportunidad es excelente para acercarse a la “teoría católica” y revisar la homosexualidad en los sacerdotes. El libro de Gustavo Alvarez Gardeazábal es demasiado contundente como para no pararle bolas. Es literatura y los libros guardan ficción pero también profundas verdades extraídas de la realidad. ¿Dónde se cuecen más mentiras, en la imaginación o en la vida diaria? Hay momentos en que lo que escribe Gustavo hastía, pero no por la pluma del escritor, sino por la descripción de trapisondas, manipulaciones, engaños y torcidos que se manifiestan en un mundo totalmente machista como es la Iglesia Católica. Masculino y machismo no son lo mismo. El machista, por principio, desprecia a la mujer, porque para el machista los únicos que “todo lo pueden” son los hombres. Masculino es una condición con ciertas características de poder, dominación, racionalidad, que pueden por igual poseer hombres y mujeres. Pero machista es el que descalifica a la mujer, el que no la soporta, el que la desprecia, el que la “usa”.
La Iglesia Católica, por esencia, es machista. De allí su filosofía y su actuar. Como ‘borra’ a la mujer de su historia, la Iglesia termina siendo un recinto de hombres que admiran hombres, que se relacionan con hombres, que sus inquietudes se las responden hombres y claro, que sus deseos sexuales totalmente normales, tienen que satisfacerse entre hombres. O con mujeres, en parroquias aisladas, donde estas mujeres deben someterse a ser invisibles. No pueden existir ni mostrarse porque, por lo general, para el sacerdote la mujer sólo está hecha para servirle, no para acompañarlo. Y es en ese mundo machista donde “existen” los sacerdotes y los personajes de la novela de Gustavo. El cuestionamiento no se hace a la sexualidad del sacerdote, ni siquiera a que se desenvuelva en un mundo machista y lo acepte, sino a la doble moral, donde se pregona una forma de comportamiento y se practica otra. La doble moral de la religión es vergonzosa.
Y claro, la represión sexual. Por Dios, no creo que pueda darse tanta censura a la sexualidad y conservar salud mental. ¿Cómo reemplazan los deseos sexuales? Sí, hay quienes pueden pasar la vida sin contacto sexual pero si es por elección personal termina siendo diferente, de quienes ‘les toca’ por imposición. Lo prohibido, lo truculento, lo morboso, está a ‘flor de piel’ en una iglesia que cada vez se ve mas oscura como los laberintos de sus Iglesias, mas enredada y mas perdida. La novela de Gustavo es tenaz porque una radiografía mas precisa no podría haberse hecho…
 Pero tal vez lo que más me impresionó de la novela ‘La misa ha terminado’ es el fatalismo de la obra. Nadie escapa a su destino. Como si vinieras a la vida a ‘encajar’ en lo que tienes que encajar. Familia, actividad, oficio, profesión, institución, amigos. No hay pierde. Así es, y así se desarrolla tu vida. La forma en que Gustavo construye el destino de sus personajes es fatalista. El final de la novela podría estar al comienzo porque “esta, es una historia conocida”: ¿cómo no deducir las manipulaciones del poder y de los poderosos, que son capaces de todo, con tal de salirse con la suya? No sé si el tiempo de la Iglesia, como el de la misa, también esté terminando. Los acontecimientos futuros lo precisarán, pero “ite missa est”.
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DE Lirian Marulanda Arbeláez. 
Marzo 21, 2014
La misa ha terminado. Gardeazábal. Ediciones Unaula – 2014 . 217 páginas
 Relato novelado que incita al cuestionamiento respecto al vacío que existe entre la moral y la ética. Conceptos confusos y muchas veces yuxtapuestos sin pena ni gloria, simplemente por llenarlo, por no darse la oportunidad de mirar la contradicción o dicotomía de lo humano.Las instituciones establecidas desde los principios de la gesta social humana, a diferencia de las sociedades de los animales, han introducido aquellos principios morales -para el caso que nos compete, la religión católica-, cimentados en estructuras ideológicas de dominación y sometimiento acordes con los intereses particulares que representan.
En “la misa ha terminado” simplemente se corre el velo y se muestra, sin asomo de dudas, ese poder ejercido a través de las pasiones humanas ocultas bajo los cánones de una moral acomodaticia al ejercicio del poder y la dominación.
“La misa ha terminado”, incita al lector disciplinado a cuestionarse y desgranar aquellas partículas de “moral” que se ocultan en sus principios éticos que son, a final de cuentas, los pilares que cada ser humano se construye en su devenir histórico.
Texto de muy fácil lectura, aunque repetitivo y concéntrico en más de una oportunidad, entrelaza las historias en torno a dos hipótesis demostrables en el relato: “todo vale….” y “el suicidio es una opción que purifica lo vivido”.
“La misa ha terminado” reivindica principios éticos, que como dice Platón en  Fedón o del alma, “el cuerpo nunca nos conduce a la sabiduría”…. “y la verdadera virtud es una purificación de toda suerte de pasiones”. Y cuestiona hasta el agotamiento la falsa moral acomodaticia de aquellos que se hacen llamar “los representantes de dios sobre la tierra”.
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Documentos recuperados


Gustavo Álvarez Gardeazábal

Por Alejandro José López Cáceres 

Documentos recuperados
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   El Escritor le cuenta a Alejandro López, profesor de la Universidad del Valle, detalles a cerca de su vida personal, 
familiar y profesional; su inicio, influencias y desarrollo como escritor y otros detalles interesantes.

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En la tercera imagen : Gustavo Álvarez Gardeazábal y Alejandro José López Cáceres, al inicio de la entrevista.

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En la  Entrevista-Documental intervienen, además: Amparo Urdinola Uribe, Julián Malatesta y Ómar Ortiz Forero
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Fuente: Video subido a Youtube (Marzo 19, 2014) por el Centro Virtual Issacs, CVI.
Las imágenes  fueron tomadas del video por NTC ... 
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VIENE y CONTINUACIÓN DE: 
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LA MISA HA TERMINADO
Primera lectura


Papel Salmón, LA PATRIA. EDICIÓN 1.112,  DOMINGO 9 DE MARZO DE 2014. MANIZALES – COLOMBIA. Edición impresa
En TEXTO,  MÁS ADELANTE

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Toda esta edición de PAPEL SALMÓN
Matriz:
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LA MISA HA TERMINADO
Primera lectura


Papel Salmón, LA PATRIA. EDICIÓN 1.112,  DOMINGO 9 DE MARZO DE 2014. MANIZALES – COLOMBIA.

El blanco principal de la novela son el dogma católico y sus propagadores. Es una reivindicación de la pasión en cualquier forma. Reflexiones.

Seguramente Jesús nunca excluyó de su pequeña comitiva de rotos y descamisados seguidores a los homosexuales, que acogió a las putas si estamos seguros de ello. El de Nazareth con sus orates predicaban un limpio lenguaje que tenía como principal atractivo el de ser un habla donde predomi­naban palabras como "fraternidad" “amor", "cobijo", "perdón" tan extrañas a la tradición guerrera y agresiva de las sociedades roma­na y judía donde pretendía afincarse como la verdadera fe. Hasta Pablo de Tarso, prime­ro y Agustín de Hipona, después, los cate­cúmenos oraban, blasfemaban y se amaban sin más reglas que la atracción y su natural concupiscencia.

Pero Pablo y Agustín eran ambiciosos y entendían, cada uno a su manera, que con un puñado de desarrapados la nueva espe­ranza no afianzaría en el mundo. Era nece­sario entronizarla con el poder. Y la palabra se convirtió en norma y la norma entregó al reino de lo temporal la manera de utilizar dicho canon para afianzar la alianza entre sacerdotes y gobernantes. Constantino en­tronizó la cristiandad naciente como reli­gión del Imperio y lo que fue un principio de redención de los humildes se tornó en una temible arma de los poderosos. El sayal se cubrió de oro, convirtiéndose en túnica, en capa, en solideo. A partir de ese momento se erigió la Iglesia convirtiéndose en un poder ella misma. Un poder temible que tiranizó conciencias y desgarró a Europa en orgías de sangre. Más tarde su perversa influencia llegaría al resto de la humanidad con la cruz y la espada como símbolos de su expansión.

La cábala dice que quien juega a ser fan­tasma termina siéndolo y la Iglesia utilizó cualquier método con tal de reinar sobre los cuerpos, las almas y los bienes de sus sier­vos. La traición, el crimen y los más desafo­rados placeres se convirtieron en escandalo­sa cotidianidad, hasta que un monje alemán, los obligó a ejercer iguales vicios pero cu­biertos bajo el manto de la hipocresía.

A esa siniestra tradición es a la que ajus­taron cuentas los enciclopedistas franceses y los lúcidos espíritus que terminando el siglo XIX y comenzando el siglo XX, alertaron a Occidente y a las sociedades de su órbita so­bre las iniquidades de un credo que permi­tiría más tarde los campos de Auchwitz, Treblinka, Belzec y similares, interrumpiendo para siempre la comunicación entre el Dios cristiano y sus fieles.

Es a esa Iglesia a la que Gustavo Álvarez Gardeazábal emplaza en su novela La misa ha terminado, bajo la anécdota de la vigencia del homosexualismo entre sus sacerdotes y la forma como este es usado para escalar honores y prebendar dentro de su cerrado y piramidal poder jerárquico.

CUESTIONAMIENTO A LAS RELIGIONES

La misa ha terminado es una pequeña, necesaria y ruidosa revancha contra una Institución que por siglos ha hecho desgraciada la vida de buena parte de la humanidad, birlando nuestra natural propensión y capacidad de gozo, el derecho de los hombres a la felicidad, principal reivindicación de la filosofía nietzscheana, cercenando la pasión y el deleite sexual de la cotidianidad de hombres y mujeres sometidos a sus oscuros mandatos.

En los diferentes planos en que se desarrolla la novela, Álvarez Gardeazábal explota tremendas cargas de profundidad contra la iglesia de las locas, hay en sus páginas enormes embestidas de artillería que apuntan al núcleo podrido del cuerpo eclesial. Tanto en los escenarios donde se mueven Martín, Rogelio, el Demente, Casimiro y el cura Viazzo, como en las reflexiones del autor sobre la Iglesia romana y en las cartas del Presbítero Efraín que trata por ese medio de impedir la conclusión de la obra, encontramos un reiterado desquite, un justo desagravio a incontables generaciones de iberoamericanos a los que desde la más tierna infancia nos conculcaron la alegría con las tenebrosas imágenes del infierno y el purgatorio y a las que buscaron excluir el placer, elemento vital de la existencia, con las sombras de la culpa y el remordimiento. Pero si el blanco principal de la novela son el dogma católico y sus propagadores, ello no obsta para que todas las religiones que los hombres se han inventado para eludir las cenizas y el olvido, sean también cuestionadas por el impenitente escepticismo del narrador.

Repasando las páginas de la novela, recordé al director español Fernando Trueba cuando visitó la UCEVA en octubre de 2010, que al responder a una pregunta de un participante en el conversatorio, sobre el por qué en sus películas le daba tan duro a la iglesia, Trueba le respondió que estaba pensando en instaurar una demanda contra el Vaticano por los años de felicidad que le habían escamoteado a su infancia y adolescencia. El día que el único ganador de un Oscar en España, lea La misa ha terminado sentirá el mismo fresco que experimentamos hoy quienes la tenemos en nuestras manos.

Mas, independiente de tales consideraciones, es verdad como lo manifiesta el autor en su epístola final que La misa ha terminado es finalmente una reivindicación de la pasión en cualquier forma que la misma se presente y poco a poco se va convirtiendo en una dura pero enternecedora historia de amor.


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NOTA de NTC ... : Fragmento de este texto se publicó en EL TABLOIDE (Tuluá), 24 de Febrero, 2014. Click AQUÍ (en caché) 
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Esta es mi fórmula
Por: ANDRéS HURTADO GARCíA |

Fragmento final:

Nada que ver. Creíamos que el numen literario de Gustavo Álvarez Gardeazábal se había secado. Estábamos equivocados. Reaparece con una novela vibrante: La misa ha terminado. Se podrá o no estar rabiosamente de acuerdo o en desacuerdo con la intención del autor, pero no con la fuerza, la lucidez, la abrumadora y torrencial facilidad narrativa. En otras de sus novelas el autor se coloca en un punto fijo y hacia él hace confluir magistralmente los varios relatos del entramado total. Ese punto fijo es “el día de hoy”, es el tiempo. En La misa ha terminado, los relatos de los varios personajes también confluyen desde diversos ángulos hacia un punto fijo, que esta vez no es el tiempo, sino la acción, el accionar de los personajes. De nuevo leemos un Gustavo Álvarez descarnado, desbocado, enemigo del adjetivo y dueño de un relato que se lee de un tirón. El libro no necesita de un cartoncito indicador de lectura. Nos encanta que el periodismo no se haya tragado al narrador de Tuluá.

Andrés Hurtado García

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Sobre la última novela de Álvarez Gardeazábal


Mucho de Nada

Por José Chalarca*

CON-FABULACIÓN, No 318, Marzo 17, 2014 




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