domingo, 15 de febrero de 2015

Armando Romero, marcado por “el signo de lo surreal”. Por Óscar Jairo González Hernández. EL MUNDO, Medellín, 14 de Febrero de 2015

.
Publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con 
.

Armando Romero, marcado por “el signo de lo surreal”

El poeta del nadaísmo, narrador, ensayista, traductor y profesor universitario Armando Romero * habló de su último libro de cuentos y compartió detalles de su obra.

Por Óscar Jairo González Hernández, Profesor Comunicación y Lenguajes Audiovisuales, Universidad de Medellín


EL MUNDO, Medellín, 14 de Febrero de 2015.  Palabra y obra


Recorramos su obra, ¿cómo va su trayecto de formación y creación literaria desde un libro como El demonio y su mano hasta La raíz de las bestias, de qué manera relaciona estos dos con La casa de los vespertilios

“La relación que se puede establecer entre estos libros es que obedecen a un impulso de experimentación con el cuento, tratando a veces de llegar a ciertos límites donde lo narrado se entremezcla con la escritura del texto. Es decir, que lo que se cuenta depende de cómo se escribe el cuento. 

Esta búsqueda se orienta por un principio de la mitopoyesis donde una palabra genera la siguiente, y así sucesivamente gracias a una atracción que los surrealistas llamaban azar fortuito. Tal vez en La raíz de las bestias, siendo cuentos cortos, la historia que se cuenta prevalezca. Sin embargo, todos los textos parten de la realidad de una imagen vertida en palabras-claves, que se resuelven a veces poéticamente, otras veces irónica o sarcásticamente”.

-¿Considera que en ellos se mantiene y se incrementa la relación consciente e intencional con lo poético?

“Sí, el juego con lo poético es fundamental en mi narrativa porque la importancia está en el lenguaje y no en las formas o los géneros. Ahora bien, lo poético muchas veces genera un desorden que conlleva un caos intrínseco. Esto es muy peligroso, y creo que en algunos momentos el lector de mis cuentos de esta época, especialmente en la versión original de El demonio y su mano, necesita de una inmensa paciencia para no tirar el libro a la mesa de lo inútil. Solamente el que insiste, el que pasa por los tropiezos de cierta incoherencia en algunos de ellos, puede llegar a comprender que bajo el tumulto del caos hay un orden que conlleva una historia. 

La escritora venezolana Esdras Parra, quien fue una de las personas que abogó por su publicación en Monte Ávila Caracas en 1975, me decía que encontraba en cada cuento el germen de una novela. Pero volviendo sobre las teorías del caos, el escritor cubano Antonio Benítez Rojo, quien prologó una edición antológica de mis cuentos, hablaba de geometría fractal. 

El crítico Eduardo Pachón Padilla me sorprendió cuando al descubrir tardíamente mis cuentos me dijo que lo habían maravillado, y seleccionó de entre ellos el cuento Neuronita para su antología del cuento colombiano, el cual Eduardo García Aguilar también incluyó en su antología. 

Digo esto porque siempre fue para mí una sorpresa que me incluyeran en estas antologías. Un escritor como yo, quien se dedicó a experimentar tan atrevidamente con  un género tan conservador como el cuento, pareciera no merecer este tipo de atenciones”.

-Richard Rorty sostiene que no hay ficción en realidad, y que la invención toda proviene del yo de cada escritor y de su historia: ¿Qué hay de usted involucrado en esa relación realidad/ficción?

“En relación con mis cuentos no creo que tenga una respuesta muy clara con respecto a esto. No así con mis novelas, donde mi vida personal le ha prestado mucho al protagonista. Pero de los cuentos no podría decir lo mismo porque muchas veces desconozco el origen de una historia que se formó a partir de la conjunción de las palabras. Otras veces no, y sí hay una ligera relación que el lenguaje transforma o acomoda a su antojo. 

Es muy difícil definir que es el “yo” de un escritor, dado que todo escritor es un enfermo sano de esquizofrenia. Por eso también habría que revisar el concepto de “ficción” porque si lo oponemos al concepto de “realidad” las fronteras se tornan difusas. Todos los días vivimos entre ficción y realidad, así creamos que tenemos los pies sobre la tierra”.

-¿En qué momentos de radiación esencial (Peter Brook), concibió y se fue formando este libro de cuentos y por qué lo tituló: La raíz de las  bestias

“Creo que si un día aparece un crítico cuidadoso de los pasos que dan mis cuentos a través del tiempo, podrá comprobar que hay cambios dentro de las líneas experimentales que los marcan, pero que estas líneas experimentales tienden a agotarse dadas las limitaciones del autor. 

Esa creo fue la razón de que saltara del cuento semi-largo al cuento corto de La raíz de las bestias. 

Era también una aproximación al poema desde la narrativa, así como en mi poesía había hecho muchas aproximaciones a lo narrativo. Este proceso está signado por una constante insatisfacción con las formas. Una vez que creo haber logrado algo ya es buena hora de empezar otra aventura. Hoy en día escribo cuentos muy tradicionales como prueba de mi constante inconformismo. 

En cuanto al título, salió de esa zona misteriosa que busca relacionar nuestro hacer con lo desconocido. Había en el libro muchos textos donde las bestias relucían, y tal vez de allí surgió el título, el cual tiene un color religioso al fondo.

-¿En qué forma y desde qué perspectiva narrativa se propone usted desarrollar el mundo de lo surreal en este libro y por qué el surrealismo? 

Tal vez aquí debo ser algo autobiográfico. Mi vida ha estado marcada por el signo de lo surreal desde mi infancia, porque ¿a quién se le ocurre ir a nacer en un barrio de Cali, Colombia, en calles rodeadas de prostitutas y ladrones, vendedores de empanadas y fumadores de marihuana? Y más si esta persona va a pasar los días en este mismo barrio leyendo a Proust y a Kafka. Todos los momentos claves de mi vida se deben a asociaciones libres con la realidad o al azar fortuito de los encuentros más inesperados. 

Es por esto que para mí el surrealismo, o la realidad así denominada, prevalece en mis textos que son un exudado de mi existencia. Juan Calzadilla, el poeta venezolano, siempre ha sido muy generoso con mis escritos, y comparto con él ese afecto profundo por el surrealismo. Él, así como otros poetas que han acompañado mi vida, Juan Sánchez Peláez entre ellos”.

-¿Qué surrealismo se trata en su narrativa, cómo lo hace evolucionar y lo dimensiona crítica y estéticamente?

“El surrealismo para mí es más que una corriente literaria y artística de vanguardia. Es, como ya decía antes, una forma de vida.  Yo veo la realidad como algo simplemente surrealista, y así se introduce en mis textos. Pero no es el surrealismo que quieren ver los que predican un realismo mágico, fantástico o socialista. 

Para ellos el surrealismo es una tonta escuela de juegos y malabares con las palabras, con el sueño o con las imágenes. Aquellos que creen saber todo sobre el surrealismo son los que lo desconocen profundamente. Para ellos se reduce a las asociaciones libres del inconsciente o a los “cadáveres exquisitos”. Son por lo regular esas personas que nunca han dado un paso adelante, el que se abre al vacío, a lo inesperado. 

Para mí la falta de eso que se denomina surrealismo pero que es el compendio de lo vital, de la existencia, impide que la narrativa en Colombia salga de ese ritmo de lo ya bailado desde siempre: violencia, crónicas virreinales y de la conquista, sexo, sicarios y narcos, mujeres solitarias mirando por las ventanas, bailarines de salsa, secuestros, y todo lo que busca a un lector compinche, fácil amigo”.

-¿Cómo se provoca y se realiza esa provocación en usted de ser o no su lector, requiere de otro lector, o usted es ese otro lector de sus libros? 

“Este es siempre uno de los grandes problemas en la literatura, la autocrítica severa o el encaramelamiento con la propia retórica. El camino medio es muy difícil de precisar, y requiere de un desdoblamiento que muchas veces nos es inalcanzable. Otro lector es siempre útil, máxime si confiamos en la agudeza y cercanía con nuestro trabajo de este lector. 

García Márquez confió en Jomi García Ascot para su Cien años de soledad. Otros, entre ellos yo, confiamos en nuestras compañeras o compañeros, ya sean esposas o esposos, amantes, pero lo importante es que tengan un criterio propio y no piensen que conviven con un genio. Yo trato de ser muy exigente con mi trabajo y no hago concesiones a los posibles editores. Como no vivo de lo que publico, ni me interesa adquirir una fama a la Coelho-Allende, mi trabajo busca ser lo más honesto conmigo mismo, con lo que creo en la literatura”.

Lo masculino y lo femenino

Así definió Armando Romero la presencia de lo femenino y lo masculino en sus escritos:

“A diferencia de otros escritores, no me siento capacitado para escribir una novela o un cuento desde el ángulo femenino. Para mí la mujer es un gran misterio que nos ilumina, porque ella es la fuente de la creación. Los hombres somos servidores de ese misterio, y así lo creían los antiguos griegos en Eleusis y en el culto de Atenas, y los cristianos en el culto de María, como se puede ver cuando uno visita los santuarios del Monte Athos. 

A veces hay un personaje femenino en algunos de mis cuentos, como en el titulado El sueño elíptico de Dabaibe, de mi libro La esquina del movimiento, pero este cuento es un sueño con una realidad geométrica que va más allá de lo femenino o masculino propiamente dicho. Cuando escribía mi última novela publicada, Cajambre, me sorprendí al darme cuenta de que al final, el personaje importante de la novela era una muchacha negra llamada Ruperta, y que la novela como resultado final es un homenaje a nuestras muchachas del campo o la selva, explotadas por el abandono a que las somete nuestra sociedad”.

-----

NTC ... ENLACES



Publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con 



“Después y antes de Dios”, novela de Octavio Escobar Giraldo XLV Premio Internacional de Novela Corta “Ciudad de Barbastro, 2014

---
Publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con 
.

.
*** 19 de febrero, 2015, Bogotá, 6:00 PM  
Actividad con Autores - Presentación del libro "Después y antes de Dios", de Octavio Escobar (Pre-textos).

 "Después y antes de Dios", de Octavio Escobar (Pre-textos)  

Presentación de la novela  
Con la presencia del autor 

Presentación a cargo del escritor Jorge Franco 


LUGAR:  Librería FCE  


La topografía, las circunstancias de su fundación, los prejuicios determinan cada ciudad de provincia, también sus pecados, piadosamente ocultos. Manizales está a más de dos mil metros de altura sobre el nivel del mar, en medio de las montañas cafeteras colombianas. Hija de las migraciones y las guerras civiles del siglo XIX, el lugar común afirma que sus cuatrocientos cincuenta mil habitantes son muy apegados a las tradiciones, sobre todo las mujeres. A veces, alguna imagina, por frustración, por vergüenza, hasta por fe, romper su mundo, quebrarse, asesinar. Y lo hace. Después y antes de Dios ganó el XLV Premio Internacional de Novela Corta “Ciudad de Barbastro; finalista del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana 2015.  

.....
Por Piedad Bonnett

La novela Después y antes de dios, de Octavio Escobar, un thriller  con acentos bufos que agarra al lector desde la primera página, comienza con un hecho de sangre que da origen a una huida llena de tensión y divertidas peripecias. La historia, que tiene como protagonista a una fea mujer manizalita que combina la beatería con una dudosa moral, sirve en buena parte para señalar, mordazmente, los aspectos más oscuros de una sociedad tradicionalista y discriminadora.  Narrada en un tono que nos remite al cine de Tarantino o de los hermanos Coen, que saben mostrar la violencia más cruda con una mirada distante que libra sus películas de acentos aleccionadores, esta novela de Escobar, -ganadora del Premio Internacional de Novela Breve Ciudad de Barbastro y seleccionada como finalista del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana 2015-  es una obra original, escrita con gracia y mirada crítica, que debería captar los ojos de los lectores que buscan opciones interesantes en la narrativa colombiana.
Piedad Bonnett
-------
Por Emma Rodríguez. Lecturas sumergidas
Hay una referencia cinematográfica inevitable que acompaña la lectura de Después y antes de Dios, la novela con la que el escritor colombiano Octavio Escobar Giraldo ha ganado el último Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro. Se trata de una película en la que dos mujeres emprenden la huida en coche por desérticas extensiones, la inolvidable Thelma y Louise, de Ridley Scott, a la que el propio autor alude en un momento dado. Aquí también nos encontramos con dos mujeres que huyen de la justicia, pero esta vez por espacios menos amplios y abiertos, por carreteras más “accidentadas” y “entretenidas, ya que es fácil encontrarse en ellas “con un derrumbe de tierra, un accidente, un ataque guerrillero, una protesta, un retén militar…
Thelma y Louise se vieron abocadas a cometer crímenes y en esta historia hay un terrible crimen por medio que empuja a la fuga. Una fuga que se convierte en un trayecto doloroso y a la vez excitante para la protagonista, porque a la culpa y al arrepentimiento se superpone el descubrimiento de su atracción hacia otra mujer, la exploración de una sexualidad que mantenía oculta. Son muchos los conflictos, las búsquedas, las ventanas que el autor abre en esta obra que habla también de  herencia y del legado de las ciudades que habitamos.

Emma Rodríguez. Lecturas sumergidas
.
.
.
Octavio Escobar Giraldo, escritor colombiano, 
por su obra “Después y antes de Dios”,  
se ha alzado con el XLV Premio Internacional de Novela Corta “Ciudad de Barbastro, 2014

.
XLV Premio Internacional de Novela Corta “Ciudad de Barbastro”
Dotación: 15.000 € + publicación
Editorial: Pre-Textos
Número de novelas presentadas: 221
Procedencia: Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Israel, Mexico, Panamá, Uruguay, Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra y España
Novelas  finalistas: 13
“Bajo la luz del vitral” , “Cómo dejar de escribir”, “Crónica de una silueta”, “Después y antes de Dios”“El centinela inmóvil”, “La danza del sol”, “Lo que sé del olvido”, “Luz corriente”, “Mal”
“Mundo sin ti…”, “Operación karaoke”, “Viaje de invierno” y “Violaciones”

Ganador:
Título: “Después y antes de Dios”
Autor: Octavio Escobar Giraldo

El colombiano Octavio Escobar Giraldo ha publicado los libros de cuentos “El color del agua” (1993); “Las láminas más difíciles del álbum” (Premio Confamiliar del Atlántico de literatura juvenil en 1995); “La posada del almirante Benbow” (1997); “De música ligera” (Premio Nacional de Literatura en 1998); y “Hotel en Sahngri-Lá” (Premio Nacional de Literatura de la Universidad de Antioquia en 2004), considera como uno de los mejores libros de cuentos del presente siglo en Colombia.
Además es autor de las novelas “El último diario de Tony Flowers” (1995), referencia de postmodernidad narrativa; “Saide_” (1995), alabada por la prensa española tras su publicación por parte de Editorial Periférica en 2007 y traducida al italiano y al alemán; “El álbum de Mónaco Pont” (ganadora de la IX Bienal Nacional de Novela “José Eustasio Rivera” en 2001); “1851. Folletín de cabo roto” (Beca de Creación del Ministerio de Cultura en 2007); “Destinos intermedios” (2010); y “Cielo parcialmente nublado” (2013).
Algunso de sus cuentos aparecen en la publicación “Narradores del Siglo XXI. Cuatro cuentistas colombianos” (FCE, 2005) y en antologías en español y otras lenguas. En “Todos los cuentos el cuento” (2007) cumplió poéticas de cuento de quince escritores colombianos.

Jurado:
Fernando Marías, presidente. Escritor / Luis Sánchez Facerías, vocal. Profesor de Literatura / Manuel Vilas, vocal. Escritor / Lourdes Berges, vocal. Profesora de Literatura / Carmen Nueno, vocal. Profesora de Literatura / Sergio Gaspar, vocal. Escritor / Manuel Rámirez,vocal. Editor
----
Bases del concurso: 

.
.
NTC .. ENLACES 

Octavio Escobar Giraldo, escritor invitado al Taller RENATA, dirigido por Julio César Londoño,   Noviembre 29, 2008. 9:00 AM a 12:00 M


-


martes, 10 de febrero de 2015

FE DE ERRATAS. JUAN MANUEL ROCA. Texto completo publicado en el libro "Sobre el error" (About the error")

.
Publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con 
.
FE DE ERRATAS

JUAN MANUEL ROCA

Texto completo publicado en el libro
"Sobre el error" (About the error")


18 X 25 cm. 80 páginas

“ Sobre el ERROR” es  EL PRIMER LIBRO NACIDO DEL PROYECTO MULTIDISCIPLINAR TALES-ON, COMISARIADO POR MARCO MILAN. LA FÁBRICA Editorial lo EDITÓ.
 Tales-on es una plataforma multilateral sin ánimo de lucro que promueve la investigación cultural, artística y antropológica en diferentes territorios con el apoyo del Café Bristot
 El proyecto invita a artistas de un país concreto a investigar sobre un tema, generando un archivo de pensamientos y creaciones inspiradas en problemas contemporáneos. 
Este primer libro es un volumen que completa la exposición de la instalación del mismo nombre que acogió Casa de América del 13 de noviembre al 3 de diciembre, 2014. 

Los artistas colombianos Mateo López, Bernardo Ortiz, Nicolás París Vélez, Daniel Salamanca y Daniel Santiago Salguero y los escritores Óscar Collazos, Guillermo Montes Linero, Efraim Medina Reyes, Robert H. Marlowe y Juan Manuel Roca 
expresan su punto de vista sobre el error.


El proyecto fue presentado en Madrid (Casa de América) y en Barranquilla durante el  
IX Carnaval Internacional de las Artes (La Cueva, 29 de enero al 1 de febrero de 2015) *
http://www.tales-on.com/?page_id=572
-

---
FE DE ERRATAS

JUAN MANUEL ROCA

EL TEXTO EN INGLÉS e ITALIANO

                               “Un dios nace.
                                Otros mueren.
                                La verdad ni ha venido
                                ni se ha ido:
                                sólo el error ha cambiado”.

                                       Fernando Pessoa

De errores con causa está lleno el arte, como en el célebre relato en el que un hombre perdido e insolado bajo el pirómano sol del desierto, se tropieza con “una virgen hermosa” en un oasis y le dice, según afirman don José de la Colina e Ilán Stavans, estas palabras auto-consoladoras: “dime que no eres un espejismo, a lo que ella responde: el espejismo eres tú. Y acto seguido, el hombre desaparece”.

El error quizá esté en pedirle la verdad a ese espejismo que es el hombre. Lo mismo ocurre con los artistas que inventan las verdades para vengarse de que, a lo mejor, solamente seamos nada más que una errata de Dios.

A ellos, a los artistas, quizá sea mejor no preguntarles en qué lugar de sus vidas son gobernados por las certezas. “Si me equivoco soy”, decía San Agustín, y quién diablos soy yo para refutar a un santo tan alabado como Agustín de Hipona, a quien se le ocurrió este aserto, quizá para ayudarme a escribir este texto acerca del error. Y para hacerme caer en una suma de dislates, en un febril disparatorio hondo como un pozo, y gozar de la justificación de un hombre de Dios.

Al comienzo de esta fe de erratas, quise dedicar el texto a Cristóforo Colombo, el genovés que debería ser el santo patrón de los equivocados, quizá el marinero más legendario de la historia, que llegó a América en 1492 creyendó haber llegado a otra parte. Y bien, aparte del error magistral de descubrir una tierra que estaba descubierta por sus propios habitantes, pasó a la historia por algo que él mismo ignoraba. Pues bien, es gracias a ese equívoco histórico que escribo en este idioma. Me expreso por una equivocación en esta lengua en la que también escribo, quizá para poder afirmar que si tenemos que hablar, en cualquier idioma o dialecto, es para señalar que no nos entendemos y que empezamos a conocernos por los dos lados de un catalejo, gracias a su majestad el error.

En verdad, al decir de Amiel, nunca tenemos un mayor descontento con los demás que cuando lo estamos con nosotros mismos. El pensador suizo afirmaba que “la conciencia de un error nos vuelve impacientes”. Tan impaciente fue el agudo y áspero Amiel, que combatió su conciencia del error escribiendo un “Diario íntimo” de 17 mil páginas, en el que empleó solamente 42 calendarios de su vida. Qué más exorcismo contra el “error vacui”, contra la página en blanco que nunca se equivoca antes de que nos de por agregarle algunas letras.

Me he dado a cazar grandes pensamientos de grandes hombres que hablando sobre el error creían no caer en él, creían superarlo como los saltadores con jabalina. Y, en verdad, es claro que entre lo que quiso decir un poeta, lo que en verdad dijo y lo que creemos que dijo, se nos oculta el misterio, y ya de entrada hay en esto un error de percepciones.

Por ejemplo, cuando Nicolai Gogol escribió su formidable “Almas muertas”, amigos, conocidos y lectores acudieron a su casa a manifestarle que con esa novela había hecho la demolición del zarismo y el primer preocupado, inclusive molesto, fue él que se creía zarista. En qué lugar de quiebre, ¿en qué momento una suerte de fantasma lo indujo a un error personal pero a la que en adelante sería una certeza colectiva? A la historia no le interesa que una verdad nazca de un equívoco, diríamos pensando en la bellísima obra del escritor ruso.


El caso de Gogol, cuyo personaje, Chichikov, parece equivocado de lugar de nacimiento en la Rusia zarista, pues parece más bien un mañoso burócrata colombiano, me lleva a tener que aceptar a regañadientes, más allá de sus para mí dudosas teorías, una idea, repito, de ese gran escritor llamado Sigmund Freud: “todo acto frustrado, toda acción resultante de un error, expresan una voluntad oculta”. Y que Gogol nos perdone.

Por algo la palabra reconocer, que en griego quiere decir volver atrás y que no en balde es un palíndromo, una palabra que se puede leer de izquierda a derecha, como lo hacemos en Occidente, y de derecha izquierda como lo hacen los rabinos, los tipógrafos y los espejos, tantas veces está asociada a la palabra error.

“Reconocer” un “error”, se dice haciendo maridaje entre las dos palabras, para señalar algo que a pocos les gusta aceptar. Tal vez por eso, los pintores acuden al pentimento, a pintar sobre una pintura que consideran equivocada, pero la belleza de la obra superpuesta nace de otra obra que el artista considera errada.

Por supuesto que hay errores provocados de manera conciente, como en el “nonsense” carroliano, pero también inducidos por las ideologías: “razas superiores”, “destinos manifiestos”, y es en estos últimos en los que la inocencia de errar se vuelve perversa, manipulable y manipulada.

Frente a una historia como la que sigue, puede crearse una pugna entre el elogio de la imaginación y la obtusa racionalidad del realista. Creo haberla visto en un filme, pero para no equivocarme diré que fue en un sueño:

Hay un pabellón de hospital con decenas de camas y de enfermos. Solamente uno de los pacientes tiene acceso a una ventana con vista a la calle. El hombre entreabre sus dos hojas y cuenta lo que ocurre en el afuera del hospital: una mujer joven y pelirroja cruza bajo un paraguas azul, dos niños patean un balón entre los charcos, una monja casi enana como en un filme de Fellini les da comida a las palomas del parque, una pareja de novios se besa a la entrada de un café, un cartero veterano se empina frente a un timbre...

Una noche el enfermo que narra esos suecesos a los compañeros de infortunio muere y, por supuesto, todos quieren heredar su camastro con vista a la calle. Cuando el hombre al que le asignan su lecho entreabre la ventana, descubre que solo hay un muro de ladrillo que le impide a cualquiera ver el paisaje. Creo que no haya nada más parecido al poeta que el personaje de esta historia, Se trata de alguien capaz de fabular, de pastorear un error inducido desde su condición de reo del mundo, condición a la que seimpre se niega el hombre insatisfecho.

Ante una historia como esta, el realista que detesta todo lo que no sea palpable, el que no cree que si la vida comete errores es porque todo equívoco funda nuevas posibilidades creadoras, mirará con desdén lo que no resulta comprobable y entonces llamará al cura y al barbero de don Quijote para que no sigamos confundiendo molinos con gigantes ni rebaños de ovejas con batallones de soldados, como si en esa equivocación visual no mediara el concepto de que los ejércitos del mundo son hatos de seres obtusos y obedientes.

“Ningún medio para prosperar es más rápido que los errores ajenos”, decía de manera enigmática Francis Bacon, que por lo demás hizo fortuna litigando como abogado, una profesión especializada en buscar el error en el contrario.

Me gusta más la frase de Albert Camus, de cuño humanista, que dice que “hacer sufrir es la única manera de equivocarse” y que en otro paraje de sus reflexiones afirmaba que la necesidad de tener razón es señal de un espíritu vulgar. Valdría la pena agregar que los cazadores de errores siempre me producen el malestar propio de quien se arriesga a errar con tal de explorar nuevos mundos, nuevas hipótesis de ellos. Cómo me agrada encontrar un error original, ya que la mayoría de los errores son muy viejos bajo el sol y casi siempre están catalogados en el capítulo de las certezas. Por ejemplo: que el hombre es un ser superior, hecho a imagen semejanza de Dios. No habla bien del creador el supuesto de que seamos parecidos a él. He ahí un error inducido por la religión y tan viejo y fijo como el sol.

Y sigamos especulando, creándole espejos deformes a la verdad, que es lo propio de toda fe en las erratas. El temor a errar paraliza. El que no yerra está muerto. Porque en verdad no hay aventura sin la posibilidad de equivocarse. El funámbulo, el que camina por la cuerda tensa y pastorea el abismo, es quien no teme equivocarse porque de entrada se ha dedicado, como el filósofo, a un oficio de equívocos. El va a las grandes verdades por vías de la duda. El error es la flor anómala del jardín, la que crece sin el estímulo de nadie.

Pero, a pesar de todo esto, no hay nada más triste ni patético, y a cada tanto lo vemos en los grandes foros y congresos, que dos errores que se refutan con pasión, que dos dislates que se atacan con brutal vehemencia mientras la verdad, impasible, guarda silencio. Tal vez a eso se refiera el punzante duque de la Rochefoucauld, que escribía con vitriolo y sin temor a errar: “no durarían mucho tiempo las disputas si el error estuviese de un solo lado”.

Solamente, ya que cometí el error de aceptar escribir sobre este tema, me basta con garabatear un conato de poema:

LA CALLE DEL ERROR

Entre la calle de las certezas
Y la avenida de la soberbia,
Preferí cruzar
Por la vereda del error.
Allí encontré viejos
Amigos desconocidos.
Encontré al hombre
Que creía posible
Inventar un espejo de hielo
Para las muchachas del desierto,
Al que quiso caminar
En tres orillas del río,
Al que pensó en fabricar
La moneda de tres caras,
Al que creyó indeleble
Su nombre escrito en el agua,
Al hombre que quiso
Dejar su cuerpo en casa
Para irse de paseo
Sin su estorbosa presencia.
Preferí la callejuela
De los equivocados
Que el salón de las certezas.
Perseguí las confusas
Palabras de uno
Que pintó un túnel en un muro
De la cárcel
Para ayudar a escapar a sus amigos,
Al que tuvo errores de cálculo
En la fabricación
De una bicicleta de viento,
Al pintor fracasado que quería
Saborear con vino
El pan pintado en la alacena.
Entre la calle de las certezas
Y la avenida de la soberbia,
Preferí cruzar
Por la vereda del error.
Allí encontré, nervioso aún,
Al  que quiso esconder en un poema
A un hombre a punto de ser fusilado,
Al que siempre ignora qué responder
Cuando preguntan“quién anda por ahí”,
Al ladrón de imposibles,
Al que quiso ser jinete de sí mismo
Y se dio a galopar en su locura,
Al que quiso colorear las vocales
Y besar la lejanía,
Al ciego que no declaraba
En las aduanas los paisajes
Que llevaba en su tacto
Y solo quería escribir un libro
Hecho de olores y sabores,
Al que nunca acertó con el arco
Y jamás dio en el clavo de lo cierto.
Entre la calle de las certezas
Y la avenida de la soberbia,
Preferí cruzar
Por la vereda del error.
Allí me encontré viejos amigos
Que solo leían en los libros
El colofón de las erratas.
En todos ellos,
Hay más verdades
Que en los hechos comprobados

De nuestra estúpida historia.

-
NTC ... ENLACES: 


El proyecto fue presentado en Madrid (Casa de América) y en Barranquilla durante el  IX Carnaval Internacional de las Artes (La Cueva, 29 de enero al 1 de febrero de 2015) *

TALES-ON SOBRE EL ERROR BARRANQUILLA 01
----

Guillermo Linero, Juan Manuel Roca y Efraím Medina conversan "Sobre el error" en La Cueva. Bq. Enero 31, 2015


FACEBOOK de LA CUEVA

Publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con