sábado, 22 de septiembre de 2012

Nota de un lector de “Prohibido salir a la calle” de Consuelo Triviño. Por José Zuleta Ortiz

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Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con 
* Se actualiza periódicamente. septiembre 21,  2012

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Nota de un lector de “Prohibido salir a la calle” de Consuelo Triviño.
 Por José Zuleta Ortiz   
                 
Texto presentado y leído por el autor en la presentación del libro el 21 de Septiembre, 2012 
NTC ... agradece la colaboración al autor y la autorización para publicar el texto.    

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Fotografías y grabaciones: María Isabel Casas R. , de NTC … ,  Nos Topamos Con … 

      Las potencias de esta historia son sus verdades simples, su puesta en escena clara, la mirada desnuda de artificio de quien narra: una niña que explora el mundo,  y que  agobiada de preguntas intenta vivir, pero más que nada procura comprender. Es evidente que en la historia hay autobiografía y allí se sustenta parte del encanto que produce su lectura.
      La fuerza de la narración reside en su tono menor. El secreto del vínculo afectivo que logran los personajes con el lector radica en que hay en ellos una verdad esencial; la verdad de los primeros años, en la cual todos nos sentimos representados. 
    En ella se narra la vida de una familia que llega a Bogotá en  los años sesenta, y que sobrevive en medio de la estrechez económica propia de una maestra de escuela, sus cuatro hijos, su madre y un padre vago, adorable e intermitente.
   En algún momento de la novela su protagonista nos cuenta:
     El primo Andrés le metió un lápiz en el culo a una gallina, a ver si le rompía el huevo que iba a poner y la pobre cacareaba como loca, pero mi prima Marcela le agarraba el pico para que la tía Ana no la oyera, comparados con ellos nosotros éramos santos. (…) A él le encantaba sacarse el pipí y estirarlo como si fuera un chicle, y obligaba a Tomás a que se lo mostrara a ver cual de los dos era más largo. Algunas veces orinaban delante de Marcela y de mí y nos perseguían para mojarnos. Pero mamá estaba convencida de que nosotros éramos los peores.
    Ante la indignación que le producían estas penas tempranas, las denunciaba, pero sus reclamos tenían como respuesta frases como: “Los culpables necesitan más ayuda que los inocentes”,  y así comprendía  la complejidad del mundo en el que apenas empezaba a vivir.  
   El carácter de la narración, su tono diríamos, se construye a partir de un profundo sentido observación sobre su familia y sobre sí misma. La afortunada reflexión sobre los dramas humanos desde una conciencia que oscila entre la exigencia de equidad, exigencia de equilibrio afectivo, y una rebeldía por contenida incontenible y casi inocente. El espíritu crítico y auto crítico, y un orden de pensamiento que no acepta la arbitrariedad de la vida y no deja de interrogarse  y confrontar su destino, producen el color sicológico del argumento.
        Son notables los retratos de los personajes; están construidos casi exclusivamente por sus actos y por lo que dicen. En ese sentido el narrador está libre de la tentación de lo artificioso, de la manipulación del lector, con lo cual la credibilidad en la niña narradora está plenamente lograda.
   En la novela se recrean de manera luminosa los elementos que caracterizan la época en que discurren los acontecimientos: anuncios comerciales de la radio, programas de la naciente televisión, los almacenes Ley y Tía,  las marcas de los productos  y las golosinas, la visita del Papa, la primera mujer astronauta, en fin, lo que en cine llaman, el trabajo de época, que crea el ambiente estético, el telón de fondo, la entrañable atmósfera en la que discurre la narración.  
   El lenguaje es también una revelación grata; claro, directo, libre de prejuicios, pues es producido desde la mirada neutra de una niña que logra hilar una historia en la que indaga una época y sus conflictos humanos. Dolorosas verdades apenas sugeridas desde el caos de la familia, que es al tiempo, el único bien, padecido, y querido a la vez. Es notable el juego de juzgamientos que caracteriza las relaciones filiales, y en el cual, quienes tienen el rol de formadores, de autoridad son rigorosamente cuestionados, allí cualquier incoherencia es advertida de inmediato y se vuelve argumento para no creer en los únicos en los que habría que creer.  
    “Los culpables necesitan más ayuda que los inocentes”. Esa oración retumba en mi memoria al terminar la lectura de este libro. Y se abre ante mi, mi propia historia.  Con esta novela nos sentimos alentados a lanzar la sonda de la memoria para explorar los primeros años, los años de la verdad.  Celebro que el mundo de los saberes académicos, no contaminen la narración, celebro también que la autora preserve lo literario de manera tan pulcra y evite lo accesorio.  Prohibido salir a la calle es un relato narrado desde la profunda claridad y el desconcierto en que crecemos, nos alienta a mirar ese lugar, ese jardín con los ojos incisivos del niño que aún somos. Nos alienta a no temer el origen de lo que nos constituye.  Nos recrea una época y una historia a la luz de los ojos de la infancia, ese lugar de donde proviene todo; las borrascas, los días azules, los altos ramales desde los que se proyecta nuestra propia sombra y por el que se cuelan como manchas nuestras luces.

  Gracias Consuelo por esta dádiva. 
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VIDEO: 
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Lanzamiento del libro Prohibido salir a la calle (novela)
 Presenta: José Zuleta, narrador y  Poeta 
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De: http://ntc-narrativa.blogspot.com/2012_09_21_archive.html

Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con 
* Se actualiza periódicamente. septiembre 21,  2012


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