Publica y difunde: NTC …* Nos Topamos Con …
There Are No Dead Here: A Story of Murder and Denial in Colombia
(Aquí no hay muertos: una historia de asesinato y negación en Colombia),
publicado por la casa editorial Nation Books y lanzado el pasado 27 de febrero en Nueva York.
"Aquí no ha habido muertos ... ".
Fragmento
Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.
“…
Después de medianoche se precipitó un aguacero torrencial. José Arcadio
Segundo ignoraba dónde había saltado, pero sabía que caminando en sentido
contrario al del tren llegaría a Macondo. Al cabo de más de tres horas de marcha,
empapado hasta los huesos, con un dolor de cabeza terrible, divisó las primeras
casas a la luz del amanecer. Atraído por el olor del café, entró en una cocina donde
una mujer con un niño en brazos estaba inclinada sobre el fogón.
-Buenos- dijo exhausto-. Soy José Arcadio Segundo Buendía.
Pronunció el nombre completo, letra por letra, para convencerse de que estaba
vivo. Hizo bien, porque la mujer había pensado que era una aparición al ver en la
puerta la figura escuálida, sombría, con la cabeza y la ropa sucias de sangre, y
tocada por la solemnidad de la muerte. Lo conocía. Llevó una manta para que se
arropara mientras se secaba la ropa en el fogón, le calentó agua para que se lavara
la herida, que era sólo un desgarramiento de la piel, y le dio un pañal limpio para
que se vendara la cabeza. Luego le sirvió un pocillo de café, sin azúcar, como le
habían dicho que lo tomaban los Buendía, y abrió la ropa cerca del fuego.
José Arcadio Segundo no habló mientras no terminó de tomar el café.
-Debían ser como tres mil -murmuró.
-¿Qué?
-Los muertos -aclaró él-. Debían ser todos los que estaban en la estación.
La mujer lo midió con una mirada de lástima. "Aquí no ha habido muertos",
dijo. "Desde los tiempos de tu tío, el coronel, no ha pasado nada en Macondo." En
tres cocinas donde se detuvo José Arcadio Segundo antes de llegar a la casa le
dijeron lo mismo: "No hubo muertos." Pasó por la plazoleta de la estación, y vio las
mesas de fritangas amontonadas una encima de otra, y tampoco allí encontró rastro
alguno de la masacre. Las calles estaban desiertas bajo la lluvia tenaz y las casas
cerradas, sin vestigios de vida interior. La única noticia humana era el primer toque
para misa. Llamó en la puerta de la casa del coronel Gavilán. Una mujer encinta, a
quien había visto muchas veces, le cerró la puerta en la cara. "Se fue", dijo
asustada. "Volvió a su tierra." La entrada principal del gallinero alambrado estaba
custodiada, como siempre, por dos policías locales que parecían de piedra bajo la
lluvia, con impermeables y cascos de hule. En su callecita marginal, los negros
antillanos cantaban a coro los salmos del sábado. José Arcadio Segundo saltó la
cerca del patio y entró en la casa por la cocina. Santa Sofía de la Piedad apenas
levantó la voz."Que no te vea Fernanda", dijo. "Hace un rato se estaba levantando."
Como si cumpliera un pacto implícito, llevó al hijo al cuarto de las bacinillas, le
arregló el desvencijado catre de Melquíades, y a las dos de la tarde, mientras
Fernanda hacía la siesta, le pasó por la ventana un plato de comida.
… “
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There Are No Dead Here: A Story of Murder and Denial in Colombia
(Aquí no hay muertos: una historia de asesinato y negación en Colombia)
EL LIBRO
DE: ARCADIA, No. 150, Marzo 21, 2018.
AQUÍ NO HA HABIDO MUERTOS
Párrafos finales
Ante tanta impunidad, ante tantos hechos negados, tantos ocultamientos y tantos indicios, McFarland decidió incluir en el título de su libro * (Feb. 27, 2018) una pista de un fragmento de Cien años de soledad. Se trata del momento en que José Arcadio Segundo pregunta por la masacre de las bananeras: “La mujer lo midió con una mirada de lástima. ‘Aquí no ha habido muertos –dijo–. Desde los tiempos de tu tío, el coronel, no ha pasado nada en Macondo’. En tres cocinas donde se detuvo José Arcadio Segundo antes de llegar a la casa le dijeron lo mismo: ‘No hubo muertos’. Pasó por la plazoleta de la estación, y vio las mesas de fritangas amontonadas una encima de otra, y tampoco allí encontró rastro alguno de la masacre”.
Con su minuciosa investigación, McFarland responde con fuerza a las preguntas que ha venido abriendo nuestra sistemática negación de la historia de violencia de Colombia. Y así le responde a José Arcadio Segundo que sí, que tiene razón, que aquí hubo una masacre, pero que todavía muchos se empeñan en negarlo. Tal vez por ignorancia, tal vez por miedo, o tal vez por culpa.
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* There Are No Dead Here: A Story of Murder and Denial in Colombia
(Aquí no hay muertos: una historia de asesinato y negación en Colombia),
publicado por la casa editorial Nation Books y lanzado el pasado 27 de febrero en Nueva York.
LA AUTORA: Maria McFarland Sanchez-Moreno
EL LIBRO en AMAZON: https://www.amazon. com/There-Are-No-Dead-Here/dp/ 1568585799
Publica y difunde: NTC …* Nos Topamos Con …
GABRIEL GARCIA MARQUES. Ž ONE HUNDRED YEARS OF SOLITUDE
Completa en inglés:
Paginas: 150 y 151
José Arcadio Segundo did not speak until he had finished drinking his coffee.
“There must have been three thousand of them” he murmured. “What?” “The dead,” he clarified. “It must have been an of the people who were at the station.” The woman measured him with a pitying look. “There haven’t been any dead here,” she said. “Since the time of your uncle, the colonel, nothing has happened in Macondo.” In the three kitchens where José Arcadio Segundo stopped before reaching home they told him the same thing. “There weren’t any dead." He went through the small square by the station and he saw the fritter stands piled one on top of the other and he could find no trace of the massacre. The streets were deserted under the persistent rain and the houses locked up with no trace of life inside …
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"Aquí no ha habido muertos"
LEÓN VALENCIA
Revista Semana, Dic. 10, 2011
http://www.semana.com/opinion/
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