sábado, 14 de julio de 2018

La loca de la cuadra. Por Jotamario Arbeláez. Intermedio.

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Gracias al aporte y la autorización del autor, 
publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia

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Intermedio

La loca de
la cuadra
Jotamario Arbeláez *

Me he sentado en ruana y pantuflas con una botella de whisky encendida en La montaña mágica, mi reciente casa campestre en las afueras de Villa de Leyva, al pie del legendario cerro de Iguaque, a revisar las 40 cajas de papeles de mis archivos,
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donde constan también escritos de mis amigos por sesenta años, aquellos que se consideraban locos, geniales y peligrosos, la mayoría de los cuales están chupando gladiolo.
Debo tratar de ponerlos en orden para entregarlos a la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, interesada en su adquisición. Gozo de lo lindo con este repaso.
Encuentro en las cartas cruzadas de mi generación, sobre todo en las de la primera época, verdaderos frutos de ingenio y de esa poesía que buscábamos entronizar,
donde prevalecería el episodio callejero, urbano, casero, centrado en lo banal para terminar en lo sorpresivo. 

Nada de episodios apoteósicos ni de lenguaje grandilocuente. Eso era para cuando la época de la Independencia.
En una epístola al poeta venezolano Ludovico Silva, tempranamente desprendido del techo de la ballena, encuentro este episodio que no me resisto a compartir con los lectores, sobre todo caleños, que va a sentirlo como un cortometraje de Caliwood.
“los vecinos del barrio obrero tienen una loca verdadera en familia. la llaman lila. no pasa de 25, viste batas holgadas, no habla con nadie, ni con los marihuaneros de la calle de abajo cuando le espetan piropos, su gesto oscila de risueño a malencarado según la hora, aunque anda casi siempre con el pelo sobre la cara.
durante el día sube y baja la cuadra como paseando un perro que sólo ella ve y acaricia. de tarde en tarde, o sería mejor decir de mañana en mañana, nos despiertan sus alaridos conjurando al demonio que en cuerpo y alma quiere llevársela. dejame quieta satanás que no me voy a ir con vos aunque me lo pidás de rodillas.  no me jodás ni me pellizqués ni me toqués el culo, quedate en los profundos infiernos que yo voy por otro camino. santa maría madre de dios librame de este pirobo. y así.
oímos cómo se rasga el vestido y se hala el pelo hasta el techo. testigos de todo esto padre y yo nos miramos sin hacer comentario. es una poseída, termina por decirme, por más que se rebeldice. yo pudiera salvarla, llegué a pensar, convencido de mis poderes paranormales, pero después cómo me la quito de encima.
hoy muy temprano el alboroto era bochornoso. hasta los buses grises de san fernando tenían que frenar ante ella arañando el piso. vecinos impiadosos con teléfono llamaron a la policía que llegó montada en radiopatrulla.
la loca se les escapó de las garras y estuvo corriendo por toda la calle cosa de media hora (es muy joven y escurridiza) y en cada escarceo se le levantaba la falda dejando ver su nalgatorio para pasmo de los mayores y albricias de los muchachos, hasta que le echaron el guante los tres policiales y al tarro, a la jaula, a la celular, al foso, a la gruta, al encierro. por la ventanilla de la puerta trasera que golpeaba con el nudillo del pulgar la loca reía y hacía visajes. y su risa fue un contagio para toda la cuadra. tengo que ayudarla, me propuse, invocando mis poderes mentales. 


cuando la justicia trató de hacer arrancar la radiopatrulla y no pudo por algún desperfecto mecánico, el oficial hizo bajar a los agentes a que empujaran y estuvieron haciéndolo sin lograr que encendiera, y la loca gritando de la risa y yo también como todos los de la casa, incluyendo a la abuela que con el rumor despertaba.
el oficial pensó que con la loca adentro el vehículo no arrancaría e hizo abrir la puerta y bajarla. entonces ella echando el hombro empujó, empujó y empujó sola, en medio de los aplausos del vecindario
y la nave policial encendió, y raudos se subieron los agentes antes de que volviera a apagarse y arrancó velozmente mientras la loca se disparaba en contravía a toda carrera con los brazos en alto, no sin antes hacerme un guiño, mientras continuaban los aplausos de los chicos del barrio, los de mi papá que no entendió nada y los míos propios.  
pero ¿qué era lo que pensaba decirte? esto:
que el mundo es el mundo no importa que no exista razón que lo justifique, 
 que el hombro de una poseída puede más que una grúa,
y que no se sabe en el barrio quién es más loco.
Cali, 1963 
NoTiCa de NTC ... 
Publicado, parcialmente, en EL PAíS, Cali, Julio   9 (.com) y 10 de 2018 
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* GRATA NOTICIA: 


Elvira Alejandro Quintero (Colombia) y Jotamario Arbeláez (Colombia), premiados (Dámaso Alonso) por la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid


Academia Hispanoamericana de Buenas Letras dio a conocer la nómina de escritores y filólogos que han obtenido este año, 2018,  los Premios Dámaso Alonso. Ellos son:Elvira Alejandro Quintero (Colombia); Antonio Carvajal (España); David Pujante (España); Jotamario Arbeláez (Colombia); Marta Melero (Argentina); y Alondra Gutiérrez Vargas (Costa Rica).

El acta fue rubricada por el presidente de la Academia, Cayetano María Higueras, marqués del Valle de Santa Ana (España), por su vicepresidente, don Guillermo Eduardo Pilía (Argentina) y por su secretario, don Andrés Morales Milohnic (Chile).



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