miércoles, 9 de mayo de 2012

UN TRIBUTO A "BOMBA CAMARÁ". 40 años. 1972 (México)- 2012. Por Eduardo Delgado.

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* Se actualiza periódicamente. Mayo 9, 2012

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40 años
1972 - 2012


UN TRIBUTO A "BOMBA CAMARÁ"


México, 1972, Editorial Diógenes
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de Umberto Valverde

Cali,  3 de junio de 1947 …. 
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40 años
1972 - 2012
                                                                          
                                                                                              Por: Eduardo Delgado Ortiz
                                                                                   Me gusta mucho Bomba camará
                                                                                                                  y considero que Valverde es uno
                                                                                                                  de los mejores narradores colombianos.
                                                                                                                                                             G.G. Márquez

                                                                                   El barrio son todos los barrios, amigo
                                                                                                                                                             E. Delgado

Los caminos que conducen a la literatura son bastante extraños, si extraño es encontrar una palabra que conduce a repetir la misma palabra infinitas veces hasta encontrar su origen allí donde empezó. Y, paradójicamente todo empezó cuando estaba corrigiendo el manuscrito de mi última novela La ciudad de babel. Uno de los personajes de mi novela hace una referencia crítica a unos escritores, y es, con uno de ellos, algo lapidario.  De paso menciona, entre otros,  al escritor Humberto Valverde.

Lo que un narrador o un personaje dice o hace, no creo que sea problema del escritor –me lavo las manos–, como diría Pilatos; pero sí creo que debe haber, por parte del escritor, un problema de aclaración de fuentes. Me explico. El escritor tiene sus licencias de decir cuánto quiera, siempre y cuando aplique algo a una conjetura real o fantástica: que sea veraz y creíble. Un escritor perfectamente puede estar en contradicción –o desacuerdo– con una idea, pensamiento o estilo. Lo que no se puede aceptar, conceptualmente, es que diga barbaridades.

Lo cierto es que este personaje de mi novela, dice cosas serias, en medio de una sorna perversa; por lo que decidí  revisar los textos a los que hace referencia. Me dirigí a mi humilde biblioteca de escritores colombianos, busqué los libros sobre el escritor caleño agredido y, sí, entendí su razón, el texto quedó tal y cual como estaba y, por el contrario, reforcé su tesis; lo cual no quiere decir que esté totalmente de acuerdo con su pensamiento.  Sin embargo, la revisión de este capítulo de la novela me había sembrado varias inquietudes y, de paso,  me había clavado una espina; el libro de cuentos Bomba camará, de Humberto Valverde. 

A Humberto lo conocí en un diciembre, en el año de 1970 o 71, en la Caseta Panamericana. Se encontraba con mi amigo y profesor Tomas Quintero y, esa noche se presentaba El gran combo de Puerto Rico, con la voz de Andy Montañez; La dimensión latina, cantando Oscar de León y la orquesta de Jhoe Quijano.

Por allá en el año de 1974-5, obtuve un facsímil de su libro de cuentos  Bomba camará, publicado en México en 1972 por la Editorial Diógenes, maltrecha por el sudor de las manos, los subrayados y por el paso del tiempo, que inexorablemente termina con la memoria, los placeres y las desgracias. Junto con la fotocopia del libro, tenía el texto original publicado por Arango editores, en 1995; creo haber tenido otra edición de Oveja Negra (imagen de la derecha), que alguna mano negra se la llevó. Con ello había otros libros del autor, entre ellos Celia Cruz, Reina Rumba y la novela Quítate de la vía perico, de la cual había subrayado una dura crítica que nunca publique.

Habían pasado, de mi lectura de Bomba camará, más de treinta años. Solo sé, que algo muy dentro de mi cabeza, me decía que algo bueno había en este libro de diez cuentos, por lo que me acomodé con un buen vaso de vino y empezó ese rítmico y sonoro viaje por la palabra de La calle mocha.

“Camará Ricardo:
¿Y la movida qué? ¿Déjate de
esa sanoapestosa postales que
nos jetenviste, acaso tratas de sifilizarnos?
Ahora que tu cheverísima persona está
newyorkizadamente legal no nos vas a dejar
en la vía, con el pucho de la vida apretado
entre los labios y un poco lento el andar.”


En el primer cuento del libro, la misiva que escribe el compañero del barrio, a su amigo,  nos lleva a recorrer el alma de la calle como si fuera la misma alma de sus moradores y, allí está el latir de la vida, simple y llano, con todas esas ansias de la juventud de vivir sus destinos, cruzados de nostalgia y dolor, pero a fin de cuentas la palpitación de un sentir que la palabra teje en una construcción verbal rica en énfasis dialogístico. Y aparecen los muchachos del barrio con su carácter y su figura: Emilio, Tulio, Milena, Yolandita etc. El baile de los 15; el vestido, y todo ese escarceo de juegos eróticos de una pasión intensa  y ya el narrador cambia de voz y ese mundo diáfano común y corriente se torna cosmopolita. Las voces narrativas se amplifican en la estructura narrativa, de una creatividad, simplemente mordaz.

Y se viene Caravieja, Los inseparables, Verano, Noche de ronda, Después del sábado, etc. ¡Carajo! Cómo alcanza este joven escritor, a los 20 años, aproximadamente, haber logrado un acople sintético narrativo, donde la expresión verbal eterniza la idea del barrio, y la metáfora adquiere un tono poético de síntesis. Porque en el fondo,  el cuento es como un rayo de luz, caído del cielo. Carevieja es ese relámpago, que desde la primera frase: “¡Mañana tendrá que suceder algo!”, deja al lector electrificado en el entresueño narrativo.  Trastoca el tiempo y, con la virtud del narrador sustancial, nos lleva por el camino de la palabra, donde rigor y economía se acoplan para darle ritmo a la obra.

Más pérfida y tozuda puede resultar Los inseparables, en el cual la violación rompe los estragos sociales, por el solo placer del Mal: “Como la primera vez, los vieron o los vimos atravesar la noche y, por supuesto, la lluvia que se acumulaba en el sucio pantano, anegando la calle entera”, anticipando las traslaciones metonímicas, esas bellas figuras narrativas,  con el juego de la naturaleza, el horror que se avecina, o el horror de sus personajes. Las figuras que el narrador crea, son de una textura perversa, visual y rítmica de una belleza singular: “Crecieron gozosos sin advertir que su barrio era feo y sucio”. Una figura que identifica a algunos personajes.

En Verano el reflujo de la palabra crea un síncope verbal donde una palabra trastoca otra dando al texto un  ritmo musical y agradable. O juega en la construcción de ritmos variables: “imaginamos un verano pues el sol habitó tus palabras y tus ansias”. O aquello que dice: “Cubriéndonos de distancia, vamos despojándonos  de ese verano de ciudad que llevamos pegados a nuestra piel, violamos el viento, intrépidos, huidizos, y por la carretera vamos tirando nuestros recuerdos…”, texto éste de una llaneza literaria rica en colorido, donde fluye el imaginario narrativo.

Noche de ronda, bien puede ser el diálogo con la muerte, o el devenir  de nuestros fantasmas en el recuerdo, en la memoria: “…la amo más contra ese silencio en que hemos caído, violado sólo por monosílabos sin sentido y mis ojos fueron palabras en sus ojos…” en ese fluir de la palabra, del monologo interior, la sustancia recicla el placer intenso y terso de una poética, en la cual  la figura literaria verbaliza la catarsis del personaje, con un estilo único y moderno.

En después de sábado  el recuerdo, la memoria y el barrio eternizan a un mundo sin fronteras en donde el verbo se volatiliza con una generosidad que el autor logra amasar con un sabor sintético: “Les gustaba hablar de su barrio, y sus voces se derramaban infatigablemente bajo el sol, sin cesar, mientras el tiempo, lento y sofocante, va tomando sus gestos inexpresivos hasta el inevitable ocaso precipitándose sobre las derrotadas palabras”.  Sin lugar a dudas este párrafo, exalta el espíritu donde el color y la fuerza de la naturaleza, que no es más que el espíritu del los personajes que lo habitan, conmueven en un goce estético único. A fin de cuentas, el verbo que habita en el cuerpo de estos textos, materializa la imagen y le dan un espíritu vivificador a la vida.

Sin lugar a dudas, Humberto Valverde nació con ese espíritu poético maldito, concedidos a los grandes escritores, para que en su maldición, quemen sus anclas en el vuelo de la palabra tempranera y, Bomba camará, que en este año de 2012, está cumpliendo 40 años de su existencia, sigue más fresco, moderno que cuando vio la luz. Requisito, si se quiere,  de gran obra. Sin embargo,  pasa, sin pena ni gloria, con una indiferencia total, por sus contemporáneos; existiendo  como una de las grandes obras de la literatura colombiana y universal.

El barrio son todos los barrios, amigo.
Brindo con un justo homenaje Bomba Camará.

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NTC ... Enlaces: 
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*** De Gabriel García Márquez sobre Bomba Camará y sobre Valverde.
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En entrevista: "Mi trabajo político consiste en escribir bien" (parte 3 de 3). El Manifiesto*. Caracas*, Venezuela. Octubre 13, 1977.   
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Tomado de la página 135 del libro 

Presentación del libro por Fernando Jaramillo, NTC ... video: 

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Click derecho sobre las imágenes para ampliarlas y abrirlas en nueva ventana.
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* Más adelante ver mensaje de : MANUEL BERGGRUN 
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Sigue en: 

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Bomba Camará (1972)

Mexico: Editorial Diógenes, 1972.

Colombia: Oveja Negra, enero de 1972

Bogotá: Arango Editores, 1995.

Descripción física:161 p. ; 20 cm. Relatos incluidos: La calle mocha ; Carevieja ; Los inseparables ; Verano ; Noche de ronda ; Después del sábado ; Un faul para pibe ; Esa otra muerte ; Muchachos ; Domingo sonoro.
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Valverde, Umberto: Bomba Camará. México DF, Editorial Diógenes S.A., Primera Edición, 159 páginas,  1972.


Bomba camará - México D.F., Mexico Diógenes 06 de Enero de 1972 - 158p http://200.87.98.202/cgi-bin/koha/opac-ISBDdetail.pl?biblionumber=750
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Primer cuento de Umberto Valverde

LOS INSEPARABLES
http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2009/2009prim/literatura072010/colombi-16072010.asp
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Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con 
* Se actualiza periódicamente. Mayo 9, 2012
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MENSAJES y SEGUIMIENTOS
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**** 10 de mayo de 2012 
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De: MANUEL BERGGRUN 
Fecha: 10 de mayo de 2012 16:18
Asunto: RE: Bomba Camará de Umberto Valverde. 40 años. 1972 (México) -2012 . De Gabriel García Márquez ...
Para: Fernando Jaramillomemorabilia.ggm@gmail.com
CC: 
NTC … ntcgra@gmail.com

Hola querido Fernando:

Si de "Para que no se las lleve el viento"  se trata, sabes muy bien, tal como lo expresé en el artículo que con generosidad  me publicaste recientemente en MEMORABILIAGGM , que pienso que es una compilación antológica que no debería faltar en una buena  biblioteca .

Ahora bien, es preciso anotar que El Manifiesto fue una revista dirigida  por Carlos Jiménez y gerenciada por el buen amigo de García Márquez, el periodista militante  Bernardo García (ex ALTERNATIVA) por la época en que se publicaron las tres partes de la entrevista a GGM, que como bien lo anotas en tu libro, llevan por título  "El viaje a la semilla"; como Jefe de Redacción se desempeñaba la periodista e investigadora Cristina de la Torre (también ex ALTERNATIVA). (Más adelante carátula de un número de El Manifiesto) 

Pero vale la pena aclarar un pequeño detalle: esta revista,  órgano central de prensa de la  Unión Revolucionaria Socialista , se publicó  en BOGOTA, COLOMBIA, y no en Caracas, Venezuela. Me gustaría agregar, ya que en  NTC … citan tu libro  a propósito de un comentario de GGM sobre   Bomba Camará, que en el número 38 de abril 28 a mayo 12 de 1977  del quincenario El Manifiesto  salió publicado un texto* del inefable H. Alvarado Tenorio relacionado con el citado  libro de H. Valverde, ... . 

Recibe como siempre un caluroso abrazo de tu amigo, Lucho
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* Texto de Harold  Alvarado Tenorio
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Carátula de uno de los números de EL MANIFIESTO (sept. 8, 1977) 
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 Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con 
* Se actualiza periódicamente. Mayo 10, 2012

1 comentario:

Carolina Zorrilla dijo...

Encontré esta publicación buscando información sobre Bomba Camará, un libro que por error llegó a mi biblioteca. En casa de una tía había dejado unos libros y me llamó para que fuera por ellos. Bomba Camará estaba entre esos libros, le dije que ese no era mío, y me dijo que me lo llevara. Nunca le puse atención, lo guardé y fue hasta hace un par de semanas que me detuve a ver de qué trataba y me di cuenta de la joya que es, además se trata de la primera edición de la Editorial Diógenes. Me alegra descubrir este artículo sobre este libro y poder compartir con usted todos mis hallazgos estilísticos en estos 10 cuentos.

Un saludo desde México.