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PREFACIO A LA TERCERA EDICIÓN
Por Eduardo Subirats
Princeton, invierno de 2010.
El colonialismo occidental nace con la constitución del Sacro Imperio Romano, sigue su inquebrantable marcha a lo largo de las cruzadas medievales y culmina provisionalmente en el descubrimiento, conquista y colonización de las Américas por el imperialismo español y el anglosajón. La presencia de este colonialismo y sus efectos destructivos sobre la vida humana y los ecosistemas son tan ostensibles en los paisajes de la historia como en las pantallas de nuestro tiempo. Pero no es un tema que se mencione de buen grado en nuestros círculos intelectuales y académicos. Mucho menos se somete a un análisis riguroso y crítico. Está permitido estudiar aspectos microanalíticos del colonialismo de ayer y de hoy, y se pueden tratar sus legitimaciones jurídicas y sus representaciones literarias. Es posible reconstruir con rigor y objetividad colonialismos regionalmente departamentalizados en períodos históricos estrictamente segmentados en la organización corporativa de las humanidades. Otra cosa completamente distinta es cuestionar filosóficamente los momentos constituyentes del colonialismo occidental como proceso civilizador.
La finalidad de este libro no es una crítica del "descubrimiento" de las Américas, y de los abusos y violencias llevados a cabo bajo la tutela de la Iglesia romana, las monarquías ibéricas, y las expediciones militares y comerciales británicas, holandesas o francesas. Mi propósito ha sido más bien poner de manifiesto sus discursos y legitimaciones, su lógica interior y sus voluntades intelectuales. Ha sido reconstruir el sagrado espíritu de la historia universal que atraviesa el proceso colonizador americano hasta el día de hoy. Mi propósito ha sido la construcción de una teoría crítica del colonialismo.
.... hasta aquí lo publicado en la contracarátula.
El análisis del colonialismo que expone este libro parte de dos perspectivas filosóficas fundamentales. Una de ellas es la teología política del cristianismo. La segunda es la gramatología. Entre sus puntos de partida deben destacarse la genealogía del cristianismo de Nietzsche, y su crítica de su moral nihilista y su fundamento sacrificial, El Continente vacío es un análisis del colonialismo como aparato híbrido, a la vez teológico, militar e industrial de destrucción de culturas y eliminación de pueblos, especies y ecosistemas. Pero comprende centralmente el proceso de instauración de una teología de la culpa, una dominación sacramental, la destrucción de los vínculos con la memoria y el ser inherentes a la doctrina cristiana, y a su falsa redención, su falsa trascendencia y su falsa conciencia. Ello plantea un áspero horizonte intelectual.
El segundo impulso que anima a esta reconstrucción del logos colonial es la crítica de la gramatología. El sentido que doy aquí a esta palabra se refiere de manera única y específica a la Gramática de la lengua castellana de Antonio de Nebrija, publicada en 1492 como coronamiento de la unificación nacional cristiana de la península ibérica y como programa de su extensión imperial. No utilizo aquí el concepto de gramatología como nombre de una escuela o escolástica académicamente institucionalizada. Más bien señalo que esta escolástica no nace históricamente en Port Royal, sino en la Granada de 1492, y como logos del proceso colonial moderno que se inaugura con la destrucción de las culturas árabe y judía en la península ibérica.
Por lo demás, no debe ocultarse que este solemne origen histórico esclarece las ambiguas dimensiones que atraviesa la gramatología en la era de la ingeniería genética, de los scripts de guerras y crisis financieras globales, del control digital universal de la humanidad, y de las catástrofes humanas y biológicas que jalonan su triunfal expansión global. Otro áspero capítulo de nuestro presente histórico.
La Gramática de Nebrija señala una revolución lingüística. No porque diera orden racional y esplendor estético a una lengua en particular como la castellana, sino por la dimensión rigurosamente instrumental subyacente a su racionalización y depuración lexicográficas y gramaticales de esta lengua. El célebre adagio y edicto nebrijano de una "lengua compañera del Imperio" pone de manifiesto transparentemente el vínculo sagrado entre la racionalización escritural de la lengua y la constitución de un sistema jurídico y político de dominación colonial global. Llamo crítica de la gramatología al esclarecimiento de este vínculo interior y constituyente entre la racionalización lingüística y la reducción instrumental de las lenguas humanas, y la concomitante constitución jurídica de un logos y una logística de dominación universal o global.
La crítica del colonialismo que he expuesto en El Continente vacío se limita en este sentido a iluminar la función de la gramática moderna como sistema de transformación, reducción y destrucción lingüística s de las memorias culturales de los pueblos a lo largo de un proceso continuo que comprende, en un extremo, las hablas sagradas del mundo chamánico y las lenguas que podemos llamar clásicas (si incluimos bajo esta palabra al guaraní, el náhuatl y el maya, o a la lengua quechua) y, en el otro extremo, las escrituras modernas de un logos escolástico y tecnocientífico o digital.
Pero si el análisis del proceso de expansión destructiva de la civilización occidental tiene que remitirse necesariamente a la crítica del cristianismo de Nietzsche como uno de sus grandes referentes, la crítica de la gramatología colonial moderna tiene que rendir asimismo un homenaje al análisis de la "ciudad letrada" de Ángel Rama. La obra de Rama pone de manifiesto el vínculo indestructible entre la escritura, la teología política de la colonización y las estructuras de dominación colonial. Y reconstruye, desde esta perspectiva esclarecedora, el proceso colonizador que subyace a las gramáticas y las lexicografías, y a las doctrinas y las burocracias letradas, así como su materialización en los cuerpos administrativos del Estado imperial y la Iglesia católica y romana, y de los estados y culturas nacionales modernas.
En El Continente vacío no he hecho otra cosa que juntar estos dos horizontes del pensamiento moderno: la crítica de la moral de la culpa y de la disolución cristiana de los vínculos con el ser y la memoria comunitaria, y la teoría crítica del vínculo entre escritura y poder colonial. No he hecho sino entrelazar la crítica de la teología política del apóstol Paulo con la reconstrucción del logos colonial cristalizado en la gramática de Nebrija. Lo repito: la teoría crítica del proceso colonial que aquí expongo arranca de la convergencia de esta teología paulina de la colonización y de la función colonizadora de la gramatología nebrijana.
Y todo es preciso decirlo: si la teología y las epistemologías de la colonización ya constituyen aisladamente dos temas ásperos y arduos, analizados y presentados desde el punto de vista de su convergencia y complicidad doctrinarias puede resultar incluso alarmante para los estándares de la inteligencia académicamente domesticada.
Todo ello ha acabado por imponer sobre El Continente vacío el estigma de un libro maldito. Su primera edición madrileña fue liquidada, a los pocos meses de su edición, tras la defenestración política de su editor Mario Muchnik. En México apareció una segunda edición en la editorial Siglo XXI, que coincidió con la rebelión de los indios de Chiapas, aquellos mismos indios que retrataba en la controversial crónica expresionista que abre el primer capítulo de este libro. Esta coincidencia me ganó dos generosas recensiones de los escritores mexicanos Margo Glantz y Roger Bartra. Pero el acoso militar y político sobre los pueblos de Chiapas era demasiado violento para no tener que imponer el silencio sobre un libro que esclarecía la continuidad lógica e histórica desde la que tiene que comprenderse la persistencia de la crisis humana y ecológica de aquella región.
La edición norteamericana de este libro nunca llegó a tener lugar. Una lectora de Princeton University Press me invitó a almorzar en el Faculty Club de esta universidad para darme a conocer una sentencia sumaria, pero significativa: "Su libro tiene dos inconvenientes. El primero es su eurocentrismo. Escribe usted desde una perspectiva europea. Pero eso no nos preocupa. La segunda limitación es, como comprenderá, más grave. Cita usted en su libro a una serie de autores en español y portugués que en los Estados Unidos no son conocidos, y eso limita el alcance de este libro a un círculo hispanístico que de todos modos tiene acceso a su edición mexicana. No podemos publicarlo."
Cito extensamente estas palabras porque reflejan dos prejuicios elementales en las ciencias humanas en la academia norteamericana. Primero: el colonialismo hispano-cristiano de las Américas es una cuestión local. Constituye un problema secundario, subordinado y subalterno. Pertenece a la jurisdicción de los departamentos de lengua española y como tal debe relegarse a un fenómeno marginal con respecto al verdadero espíritu universal de la historia definido por las doctrinas coloniales y postcoloniales ligadas al colonialismo británico y su propagación transnacional. Lo epistemológicamente e institucionalmente correcto en los subdepartamentos hispanísticos norteamericanos es, en consecuencia, reconstruir el colonialismo iberoamericano como collateral damage de las East Companies de Inglaterra o los Países Bajos, y de las expediciones científicas y militares que las escoltaban.
El Continente vacío no sólo burla este burdo unilateralismo. También disputa la subsiguiente exclusión académica global de las voces intelectuales más reflexivas de América latina.
*
Estos son, a grandes rasgos, los propósitos y despropósitos que han acompañado a este libro. Presento aquí su tercera edición revisada y aumentada. Ha sido publicada bajo los auspicios de la Universidad del Valle en Cali, Colombia, y gracias al generoso apoyo del profesor y crítico litrario Darío Henao. A ambos expreso mi agradecimiento.
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PRESENTACIÓN
Por Darío Henao
Con la publicación de El continente vacío de Eduardo Subirats
Rüggeberg, nuestra Facultad inaugura la Colección Pensamiento
y Cultura de su Doctorado en Humanidades, emprendimiento que
hacemos en coedición con la Facultad de Artes Integradas de nuestra
Universidad, el Instituto Internacional de Estudios del Caribe de la
Universidad de Cartagena y la Maestría en Literatura de la Universidad
Tecnológica de Pereira. Este primer núcleo coeditor se ampliará de
acuerdo con los intercambios y cooperación de las distintas líneas de
nuestro Doctorado con nuestros pares nacionales e internacionales.
Nos anima el propósito de configurar una Colección del más alto nivel
investigativo y editorial en las Ciencias Humanas y las Artes, y así ir
creando un acervo que sustente e incentive las investigaciones en áreas
tan fundamentales para el desarrollo integral de una sociedad. Esta es
una tarea inaplazable de la academia corno parte esencial de la misión
de la Universidad, además de ser un indispensable acompañamiento a
la formación de sus estudiantes e investigadores y una manera de abrir
horizontes y referentes para el pensamiento y la cultura en nuestra
sociedad.
Enhorabuena el doctor Subirats, con mucha generosidad, nos ha
cedido los derechos de publicación de El continente vacío. Su obra tiene
la extraordinaria virtud de provocar la polémica y la reflexión sobre la
cultura, la historia y todas las expresiones artísticas de la modernidad.
Una lúcida mirada crítica preside la revisión que hace en sus libros sobre
todo lo que viene acaeciendo en el mundo después de la modernidad.
El rigor con la ideas, su afán por mostrar el lado oculto de la tradición
hispánica y el cuestionamiento de la crisis de nuestra civilización,
caracterizada en su visión corno una era de desmoronamiento moral,
destrucción de la biodiversidad y de ampliación mundial del hambre,
marcan en buena parte la vasta trayectoria filosófica de Eduardo
Subirats Rüggeberg. Nació en Barcelona en 1947 y se formó primero
en siquiatría en su ciudad y luego en filosofía en París y Berlín. Ha
sido profesor de filosofía, arquitectura, literatura y teoría de la cultura
en Sao Paulo, Caracas, Barcelona, Madrid, México, Princeton, y en la
actualidad en la Universidad de Nueva York. Un empeño lo caracteriza
como intelectual, la configuración de una tradición alternativa a la
dominante en el afán por elaborar una crítica radical de la sociedad
contemporánea y sus proyecciones culturales. Su obra impugna
siempre la ortodoxia y todos los entramados de intereses con sus
profundas raíces históricas e ideológicas. Esto hace parte ineludible de
su proyecto intelectual, que tiene en la tradición intelectual española
antecedentes en pensadores como Américo Castro, María Zambrano,
José María Blanco White o Juan Goytisolo. Ligado también a la tradición
crítica centroeuropea de Theodor W. Adorno, Max Horkheimer y
Walter Benjamin -con la que su diálogo es permanente-, se destaca
asimismo por los fuertes lazos que ha establecido con ciertas ramas
del pensamiento y la creación latinoamericanos, una aproximación
cada vez más intensa y productiva por su convicción acerca de su gran
riqueza y aportes a la civilización. De ahí el interés que le presta a la
conquista de América y a todo el proyecto imperial hispano-católico,
con la expulsión de las minorías judías y musulmanas, análisis que se
propone en su obra mayor, El continente Vacio (1994), en la que devela
el fenómeno colonial americano y la destrucción y el aplastamiento
de las civilizaciones indígenas soportados en el estigma misionero del
pecado y el diablo. Los conflictos medulares de ideas que el encuentro
de dos mundos puso en tensión en las mentes de quienes descubrieron y
de quienes fueron 'descubiertos' son analizados con pasmosa erudición
y mirada crítica por Subirats. Adentra al lector en todos los ángulos
del enfrentamiento ideológico y religioso acarreado por la conquista
del Nuevo Mundo y en lo que forjó la conciencia moderna. Esto lo
lleva, por ejemplo, a desentrañar la ambigüedad del padre Las Casas
en su defensa de los indios; el alcance y las consecuencias de la mística
evangelizadora de los conquistadores; las diferencias fundamentales
entre los varios cronistas y, especialmente, entre los cronistas del Viejo
y los del Nuevo Mundo. Un balance rico, complejo y más que necesario
ante tanta banalización de nuestra historia.
Para todos los interesados en la historia, la cultura y las artes del
continente, esta vasta, ambiciosa y refrescante obra dé Subirats es
una invitación a volver con mayor densidad al Descubrimiento y
sus cronistas. Ilustrado con grabados de la época para iluminar los
aspectos habitualmente escondidos, El Continente vacio es sin duda un
intento singular, provocador, y una llamada al examen de conciencia
de una Europa pletórica de autosatisfacción, sumida hoy en una
profunda crisis, ante la que América Latina puede tener otros caminos
y alternativas como se ha recreado en grandes obras de la literatura
latinoamericana del siglo XX -Pedro Páramo de Juan Rulfo, Los Ríos
profundos de José María Arguedas, Gran sertón veredas de Joao
Guimaraes Rosa, Macunaima de Mario de Andrade y Yo El Supremo
de Augusto Roa Bastos-. Obras que son objeto de su más reciente
libro, Mito y Mimesis, y en el que hay una relación de continuidad con
El Continente vacío al destacar en estas obras su restauración poética
de una ética, una metafísica y una política humanistas arraigadas en
las tradiciones vivas de las antiguas culturas andinas, amazónicas,
africanas o mesoamericanas, dotadas de la misma universalidad que
pueda atribuirse a la metafísica de León Hebreo, la teoría de los colores
de Goethe o la concepción de la naturaleza de Courbet. Para Subirats,
la integración de estas voces y lenguas antiguas, en muchas ocasiones
relacionadas con la experiencia de lo sagrado, ha abierto la literatura
latinoamericana del siglo XX a una nueva dimensión de lo poético.
Iniciamos, pues, esta Colección con un libro que es una invitación
a explorar un pensamiento que desafía ortodoxias desde su radical
compromiso con la crítica y una visión humanista tan urgente y
necesaria en estos tiempos.
Decano Facultad de Humanidades, Universidad del Valle
ÁLBUM FOTOGRÁFICO DEL EVENTO:
Eduardo Subirats. ESCRITURA Y ESQUIZOFRENIA: YO, EL SUPREMO. Sept. 2, 2011
Fotografías y multimedia: María Isabel Casas R. , de NTC …
*** 2 de Septiembre, 2011. Cali, 7:00 PM
-- Mito y Mimesis. Sei6 Conferencias con ( 1 ) . Interpretación filosófico-literaria de Literatura Latinoamericana. En conjunto se trata de una interpretación filosófico-literaria de la obra de Juan Rulfo, José Maria Arguedas, Mario de Andrade, Joao Guimaraes Rosa, y Augusto Roa Bastos. Presentación (Final Conferencia de Sept. 2) del libro El Continente vacío de Eduardo Subirats en la Colección Cultura y Pensamiento del Doctorado en Humanidades. Volante y programación. Lugar: Auditorio Germán Colmenares, Edificio 386 / Universidad del Valle / Meléndez. Hora: 5:00 p.m. Entrada libre.
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