viernes, 10 de junio de 2022

Cuando lo que no fue dicho importa. Por Jair Villano. EL ESPECTADOR, El Magazín Cultural, junio 9 y 10 (impreso) jun 2022. ENSAYO sobre Novela “LO QUE NO FUE DICHO” de JOSÉ ZULETA ORTIZ

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VIENE DE: NTC … 3 de julio de 2021

“Lo que no fue dicho”. José Zuleta Ortiz. Planeta. Mayo, 2021.

https://ntc-narrativa.blogspot.com/2021_07_03_archive.html

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Cuando lo que no fue dicho importa

Presentamos una glosa sobre la más reciente novela 

“LO QUE NO FUE DICHO” DEL ESCRITOR JOSÉ ZULETA ORTIZ, 

hijo del filósofo Estanislao Zuleta.

Por Jair Villano , villanojair@gmail.com

EL ESPECTADOR, El Magazín Cultural

9 y 10 (impreso) jun 2022

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TEXTO
EL ESPECTADOR VIRTUAL
Junio 9, 2022


https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/cuando-lo-que-no-fue-dicho-importa/


Se hace urgente recordar a Nietzsche: “Tremenda autorreflexión: tomar conciencia de sí no como individuo sino como humanidad” (otoño, 1887). El yo general que trasciende el yo individual ha dado no solo para literatura. Marcel, el narrador de En busca del tiempo perdido, mirífico ejemplo para un montón de filosofía (las Confesiones, de San Agustín, los Ensayos, de Montaigne, etc.). Por tanto, no es que escribir sobre sí mismo “sea una tarea imposible”, como dice el pensador de las columnas; lo cardinal reside en la forma en que opera la configuración del gesto del autor textual con la intención del autor real: muchas veces el resultado supera las intenciones; otras veces no. Muchas veces se confunde el yo de la realidad con el yo de la ficción: Fernando Vallejo, por poner un vecino. En otros casos, la auto-búsqueda del yo aspira a una ambigüedad “identitaria” que termina decantada en autocreación.

No me voy a detener mucho en esto, aunque es bastante interesante, pero propongo un breve recuento: en la conferencia “¿Qué es un autor?”, Foucault decía: “La marca del autor está solo en la singularidad de su ausencia”. El autor está muerto, resumiría alguien. Bueno, más o menos, pero, como acontece con la muerte de dios, este no es un fallecimiento literal, acaso metafísico: “El autor no está muerto, pero ponerse como autor significa ocupar el puesto de un muerto”.

Así, la presencia del autor se da en tanto su ausencia; opera en paradoja: está presente en tanto no se deja ver. El filósofo italiano Agamben lo explica mejor: “El autor señala el punto en el cual una vida se juega en la obra, no expresada; jugada, no concedida. Por esto el autor no puede sino permanecer, en la obra, incumplido y no dicho”.

No es una cuestión de vanidad, de pavo real y no sé qué otros animales (aquí la pasión por lo humano demasiado humano es lo que nos preocupa); son las preguntas y los conflictos que la creación de un autor (yo) dentro de un texto (ficción) generan. En el caso del libro de José Zuleta Ortiz es mucho con lo que se puede discutir.

Cuidado: digo libro, no novela. Y no porque carezca de atributos novelescos: Lo que no fue dicho es un cautivante relato; sino porque el texto amalgama estructuras: un testimonio, un diario, un ensayo, cualquiera podría caer en la trampa de señalar es esto y no esto otro. Pero es más que una decisión del lector. El texto es el texto, pero el narrador no es el narrador: no es José Zuleta el que narra los consejos de la abuela Margarita, ni los desencuentros con su padre, Estanislao Zuleta; ni las peripecias en Medellín, Bogotá, Cali, Madrid o Barcelona; ni el encuentro final con su madre, María del Rosario Ortiz.

Es un gesto de Zuleta Ortiz, es una fabulación, porque aquí viene un punto discutible pero fundamental en la escritura del yo: el que evoca, crea. Recordar es imaginar, es fabular. Los recuerdos están impregnados de imágenes arbitrarias y celosas: aparecen en un lugar, y no en otro; con una temperatura, y no otra; podríamos apelar a las sensaciones. Las famosas magdalenas del niño Marcel, las faldas del niño Óscar, pero conviene interrogar por las palabras: ¿recordamos las palabras, su entonación y las miradas del sujeto que hace factible el lenguaje? ¿A dónde va lo que olvidamos, lo que no percibimos en lo que recordamos (un gesto, verbigracia)? En un texto —llámese diario, novela o testimonio—, ¿dónde queda lo no dicho, lo no recordado, lo soslayado? ¿Quién puede aseverar que lo que recordamos es lo que fue, y no lo que queremos que sea? ¿Y quién puede asegurarse a sí mismo que el antes es el antes y no la circunstancia del yo atravesada en ese antes?

Si nos adentramos a la sustancia del relato, la controversia se hace más precisa: el narrador cuenta sueños, momentos, gestos, miradas, y las evoca con la precisión de la cercanía.

Y entonces viene el quid: comenzamos a leer Lo que no fue dicho y la exactitud de las palabras nos invaden de sensibilidad, nos hacen renunciar a la pregunta ontológica, nos hipnotizan con la plenitud de sus historias. Y sus personajes.

Acaso eso sea lo más importante en una novela. A nadie le importa si lo que contaba Proust era real o imaginación: aunque hay extensas biografías (Maurois, Painter, Carter), baúles que se abren, estudios que se contradicen, lo axial en su obra es la obra: esa sintaxis tan suya, esos acápites tan incorrectos, esas digresiones, ese decoro en la expresión, esa paciencia y desmesura del que busca y encuentra: Le temps retrouvé es la recompensa.

Algo similar ocurre con Lo que no fue dicho, aunque los interrogantes por lo fáctico asaltan al lector, y el chismorreo por la intimidad del filósofo aflore, el privilegio de su forma se sobrepone. De modo que creemos en sus sueños, en sus faenas, en sus consideraciones, incluso en la nitidez de lo que en otra mente sería reminiscencia. En suma —y esto es lo mejor que le puede ocurrir a un escritor—: creemos en lo que cuenta.

José Zuleta lo sabe. En esas 259 páginas, que podrían ser muchas más, hay constantes claves de su procedimiento estético-existencial. (Foucault llamaba a esto estética de la existencia).

“Desde entonces busco la música del escritor” (p. 50), dice principiando el relato. Zuleta, como poeta esmerado, ha deparado la suya. La ha aquilatado: la ha elegido, la ha ponderado, la ha afinado. La sobriedad de su abuela Margarita está armoniosamente efectuada: “Comprendía con la abuela que la belleza debe contener misterio, insinuación, silencio. El exceso es torpeza, bullaranga” (p. 23).

De manera que poner a Proust al lado no es gratis: la obra del francés es el paroxismo reluciente del exceso. Es su propósito, y por eso lo que en otro deviene defecto, en Proust es estilo. Más aún: virtuosismo. En literatura, huelga recordarlo, no hay reglas. El autor es la regla: su acento.

Zuleta es un poeta: pretende que sus palabras signifiquen, reluzcan en silencio, como una danza invisible que se recuesta sobre el tapiz del relato. Lo cual hace más plausible su testimonio, puesto que en lugar de buscar el deslumbre del lector con chismorreos y desmesuras confesionales —¿a quién no le gustaría saber de las borracheras de León de Greiff, de su padre Estanislao y de toda esa camada de artistas que desfilaban en su entorno?—, José comprime, intensifica, reviste de sobriedad bella y exacta cada uno de sus pasajes.

A lo sumo, tampoco resulta del todo significativo inquirir por lo real, porque la verdad, y esto es legado por Eladio Linacero —Onetti, pionero de la literatura existencial latinoamericana, maestro de la frase, amante del exceso adjetival—; la verdad, venía diciendo, es insulsa.

Evocar es crear. Antes de nacer, las palabras son silencio. Traducir la esencia del lenguaje es aceptar su corrupción: su imposibilidad de ser. Las palabras del antes no pueden ser las palabras del yo que las usa en función de un dispositivo estético.

Las palabras del antes pertenecen al antes. Si lo que buscaba José Zuleta Ortiz era un homenaje a sus familiares, no es asunto mío. Me conformo con el regocijo que me dejó la lectura de su… Es que todo está en clave: “Las mentiras también hacen la vida, dan alegría, construyen mundos. La verdad es áspera, ruda o insípida. Suele ser horrenda” (p. 131).

Mentir es recordar. Y recordar, como acierta el dicho, es (re)vivir.

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miércoles, 1 de junio de 2022

Armando Romero. Entrevista sobre su novela "Cajambre", en el periódico griego (Atenas) H EOHMEPIAA (EFSYN). Junio 1, 2022. / Presentación: Junio 4, 2022, 2:00 PM (Col:)

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Gracias a la información y el generoso aporte del poeta ARMANDO ROMERO 

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Armando Romero 

Entrevista sobre su novela 

"Cajambre"

Periódico griego (Atenas)* 

H EOHMEPIAA (EFSYN)

Junio 1, 2022.   Página 28

«Η Κολομβία είναι μια πολύ βίαιη χώρα»

 ΕΝΤΥΠΗ ΕΚΔΟΣΗ 01.06.2022, 16:27

https://www.efsyn.gr/kosmos/latiniki-ameriki-karaibiki/346328_i-kolombia-einai-mia-poly-biaii-hora *

Matriz: www.efsyn.gr Junio 1, 2022 



"Colombia es un país muy violento"

Por Cristina Panzou


Traducción por https://translate.google.com/ . utilizado por NTC ..


Rodolfo Hernández es uno de los fenómenos más escandalosos que nos han pasado. Muchos lo comparan con Trump. Incorrecto: es mucho peor. Hernández es un monstruo, una criatura pervertida con ideas y posiciones, fanático de Hitler.


Ciudadano del mundo, poeta y novelista colombiano, profesor de Literatura Iberoamericana en la Universidad de Cincinnati, Armando Romero, está en Grecia para la presentación de su premiado libro "Cajambre" (editado por "Topos") *.

Casado con la greco-estadounidense Konstantina Larda, amante de Grecia desde que era un niño, cuando él y su hermano jugaban al ajedrez como griegos contra troyanos, Romero habló con "Ef.Syn", por su libro, que hace desfilar todos los problemas sociales y políticos de la violencia en su país, por las comunidades afrocolombianas marginadas, por el poder de las mujeres que se atreven a reivindicar la dignidad, y por el "catastrófico surgimiento de la extrema derecha" en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado domingo.

* Su libro se desarrolla en la década de 1960 y habla sobre las tradiciones de las comunidades afrocolombianas, los peligros y amenazas que representan los buscadores de oro blanco y los madereros, quienes los expulsan de sus tierras. Que ha cambiado desde entonces?

Poco ha cambiado y no la violencia. La presencia de la guerrilla, que no entregó las armas de los paramilitares y narcotraficantes, perpetúa esta violencia en comunidades que ya enfrentan condiciones muy difíciles. Porque la violencia sigue igual en Colombia. En 1991 escribí una novela, aquí en Grecia, donde mi esposa y yo nos conocimos durante un año.

Se llama “Un día entre cruces” y en éste hablo de tres aspectos de la violencia: la violencia intrafamiliar, la violencia contra los intelectuales y la que se formó en las cárceles con el establecimiento de una alianza entre exguerrilleros y narcotraficantes. Lo escribí hace 31 años, se volvió a publicar el año pasado y muchos comentaron que es como si estuviera escrito hoy. Triste. La historia de Colombia no ha cambiado y el país ha permanecido estancado.

* ¿Conoces todas estas condiciones, sobre las que estás escribiendo, de primera mano?

Muchas sí. "Cajambre", por ejemplo, es una ficción pero también una narrativa realista, en el sentido de que sus referencias son absolutamente ciertas. De joven viví allí. Mis tíos, mencionados en el libro, existen y tenían tales unidades de tala y registro que no puedo ignorar que contribuyeron a la destrucción del medio ambiente. Pero peor son los buscadores de oro y las empresas mineras de oro, porque envenenan la tierra y crean conflictos, mafias y saqueo de la tierra humana.

Como escritor trato de centrarme en hechos reales y todos mis libros necesitan muchos años de investigación. Ahora trabajo como los periodistas, que cruzan dos o tres veces sus fuentes, enmarcando historias con evidencias históricas, como la de la protagonista de "Cajambre", Ruperta, que era una persona real: le cambié el nombre, pero su historia es cierta, como es cierto que nadie es castigado, porque como decían entonces “ningún blanco paga por un negro”.

* La primera línea de su libro comienza con la muerte de Ruperta, recordándonos las amenazas que enfrentan las mujeres, especialmente las afrocolombianas, que se atreven a romper el estereotipo de la sumisa. Como ha sucedido en Francia Márquez [candidata a vicepresidente de Colombia con Gustavo Petro] provenientes de la región y de las comunidades que mencionas en tu libro.

Colombia es un país muy violento. La violencia puede golpear a cualquiera, y mucho menos a una mujer como Márquez, que se atrevió a dar este salto. Algunos columnistas señalan que en mi novela hay una estrecha relación entre Francia Márquez y Ruperta, con las necesarias distancias, por supuesto. Quizá si Ruperta hubiera vivido y ganado, podría haber encontrado a Márquez. Nunca ha negado sus raíces afrocolombianas, están en el centro de su batalla.

En la medida en que gane más poder, incluso podrían matarla, como suele ocurrir con los líderes sociales. Ella es una mujer valiente. Él sabe lo que quiere. Las marcas representan el lado más optimista, el más brillante y transparente que emerge de sus raíces negras. El que más esperanza ofrece de que se pueda dar un cambio positivo en Colombia después de 200 años de independencia.

* ¿Cómo comenta los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales?

Son extremadamente preocupantes y peligrosos. Petro y Márquez pueden haber llegado primero, pero el surgimiento dinámico de la extrema derecha que quedó en segundo lugar es muy peligroso. Rodolfo Hernández es uno de los fenómenos más escandalosos que nos han pasado. Muchos lo comparan con Trump. Incorrecto: es mucho peor. Hernández es un monstruo, una criatura pervertida con ideas y posiciones, fanático de Hitler. Es terrible.

Pero aún más aterrador es el hecho de que hubo tantos millones que votaron por él. Es peligroso que (el expresidente de extrema derecha) Uribe juegue la carta de Hernández debajo de la mesa. Creo que lo que pasó es que muchos de los hinchas de Uribe, al ver que su seleccionado Fico Gutiérrez perdió dramáticamente, volcaron su apoyo a Hernández en la primera vuelta. Y ahora es apoyado abiertamente para la segunda ronda (vuelta). Su victoria sería catastrófica.

* ¿Ya se realizó la segunda vuelta?

No. Ciertamente Hernández cuenta con el apoyo de todo el sistema político y de la derecha, mientras que el centrista Fajardo no ha tomado posición. Por otro lado, de 39 millones de votantes, solo 19 votaron en la primera vuelta. De estos millones que no acudieron a las urnas el domingo, se podrá juzgar la elección.

La presencia de Francia Márquez al lado de Petro es un catalizador para la participación de estas personas que ahora se abstuvieron porque sintieron que nadie los representaba. Hoy, una joven empleada doméstica afrocolombiana que trabajaba para estudiar derecho, que ha luchado por los derechos de las comunidades en las zonas más marginadas del país, ha atraído el voto de las generaciones más jóvenes. Quizá al final Francia Márquez nos salve.

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(1) INFO: La presentación del libro "Cajambre" de Armando Romero (editado por "Topos") tendrá lugar el sábado 4 de junio a las 20.00 horas en el 2º Books n' Beer Fest, en Pedion tou Areos. Intervendrán Victoria Kritikou (profesora del Departamento de Lengua Española y Filología, EKPA), Nikoleta Bougou (candidata a doctorado del Departamento de Lengua Española y Filología, EKPA), Agathi Dimitrouka (traductora) y el propio autor.

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* LA ENTREVISTA EN

GRIEGO, INGLÉS y ESPAÑOL

https://drive.google.com/file/d/1oXZuBdN5bdU6Nk4KUdV6iI90gMiDPcIi/view

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Cajambre , en griego, 

de Armando Romero

Presentación en el 

BOOK N´BEER FEST (Atenas, Gr.)

3 al 5 de junio 2022

Evento: Junio 4, 2022, 20:00 Hrs (Atenas, Grecia). 2:oo PM Col



VIDEO (00:57:47)

https://youtu.be/8V1Q_LTwRmQ

2o Books n' Beer Fest

Ημέρα 2η | Καχάμπρε του Αρμάντο Ρομέρο από τις εκδόσεις Τόπος.

Emitido en directo el 4 jun 2022

20:00: Καχάμπρε του Αρμάντο Ρομέρο από τις εκδόσεις Τόπος.

Μας μιλάνε η Βικτωρία Κρητικού (καθηγήτρια του Τμήματος Ισπανικής Γλώσσας και Φιλολογίας του Εθνικού και Καποδιστριακού Πανεπιστημίου), η Νικολέτα Μπούγου (υποψήφια διδάκτωρ του Τμήματος Ισπανικής Γλώσσας και Φιλολογίας του Εθνικού και Καποδιστριακού Πανεπιστημίου), η Αγαθή Δημητρούκα (μεταφράστρια) και ο Αρμάντο Ρομέρο (συγγραφέας του βιβλίου).

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Presentan y dialogan

Victoria Kritikou (profesora del Departamento de Lengua Española y Filología, EKPA), ARMANDO ROMERONikoleta Bougou (candidata a doctorado del Departamento de Lengua Española y Filología, EKPA) y Agathi Dimitrouka (traductora) 

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NTC ... ENLACES: 

NTC … 16 de junio de 2021

Καχάμπρε. Ρομέρο Αρμάντο (Cajambre. Armando Romero). Traducción al griego por Agathi Dimitrouka. Topos Publications. Grecia, junio de 2021

http://ntc-narrativa.blogspot.com/2021_06_16_archive.html

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NTC ... 18 de mayo de 2022

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Gracias a la información y el generoso aporte del poeta ARMANDO ROMERO 

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