lunes, 31 de agosto de 2020

El cerebro y la rosa. Julio César Londoño. Editorial El Bando Creativo. Agosto 2020. NTC ... Registro

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El cerebro y la rosa


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Editorial 

265 páginas. Agosto 2020
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DOS TEXTOS INCLUIDOS EN EL LIBRO 

UN SEÑOR QUE NOS CONOCÍA A TODOS

Página 151

¿Por qué tanto revuelo con la muerte de Gabo? La respuesta es obvia: porque es... porque era uno de los grandes de la historia de las letras.
El Homero del Caribe, digamos. ¿Y cómo sabemos que era el Homero del Caribe? La respuesta ya no es tan obvia. Quizá ni él mismo lo sabía. Una tarde en la habana, William Ospina se lo preguntó: ¿cómo hace usted para atrapar con un mismo lenguaje a lectores tan distintos, a ingenieros, críticos, diplomáticas, estudiantes, lectores de edad...?
Gabo no necesitó ni un segundo para responder: “Ese es mi secreto, William”, dijo, y sonrió. Pero Ospina, que jamás ha sonreído a destiempo, no celebró el chiste malo del minotauro de Cataca. Se quedó más serio que un tramposo, encuellándolo con la mirada. Entonces Gabo buscó la respuesta en las olas que rompían contra el malecón, y al fin dijo: “No sé, viejo, no sé... pero a veces tengo la sospecha de que todo se reduce a algo muy simple: hay que encontrar la palabra justa para que el lector no se despierte”. La respuesta me sorprendió. Siempre había pensado que el riesgo estribaba en que el lector se durmiera, y ahora venía este señor a decir todo lo contrario. Y tenía razón. Es una respuesta que encierra, como todas sus declaraciones, una poética. Gabo entendía la narrativa como un acto de hipnosis, como un sueño matemáticamente controlado por el autor. Un solo error —una coma despistada, un vocablo impropio, una narradez— y el lector se despierta y el hechizo se rompe de manera irreparable.
También encierra una estética la definición de poesía que dio en 1982. “La poesía —explicó en su lección de Estocolmo— es la energía secreta que cuece los garbanzos en la cocina”. No es una frase, es un credo. Para él, no había distancia alguna entre las palabras y las cosas. No pensaba, como creíamos algunos, que las rosas eran más rojas en Alejandría ni que los ruiseñores cantaban mejor en Hungría ni que la única literatura buena era la inglesa ni que había que morir en París con aguacero. No. Creía, desde el fondo de sus huesos, en los méritos balsámicos y poéticos del cilantro y en el lenguaje de las mujeres y en los delirios de los hombres. Gilbert Keith Chesterton ya lo había explicado todo muchos años antes. “Hay autores que encuentran su inspiración en la historia o en alguna tradición ilustre, otros la encuentran en los libros, otros en la calle. Unos pocos son capaces de encontrar poesía incluso en su propia familia”.
Gabo, sobra decirlo, era un hombre lo bastante atento como para descubrir lo literario en lo prosaico, la aguja en el pajar, la perla en la hojarasca. Y sabía editar, por supuesto, es decir, acuñar hipérboles poderosas, mantener tirante la cuerda de la tensión, derrochar adjetivos precisos, volver al barroquismo cuando la estética pedía austeridad, buscar maneras nuevas para decir cosas viejas, embromarse con algunas supersticiones (su aversión por los gerundios, los endecasílabos, los adverbios terminados en mente) y darle verosimilitud a los embustes más descarados. Siempre estaba buscando cómo lograr, por ejemplo, que un hilo de sangre corra tres cuadras, doble una esquina, cruce la calle, suba unos escalones, atraviese un zaguán y llegue a los pies de una mujer que gritará: ¡Mataron a José Arcadio!
Una vez le pregunté a su mejor lector cuál era el secreto de Gabo, y Alejandro Almario ensayó esta respuesta: quizá fueron dos: el primero fue que lo educaron las maestras del lenguaje, las mujeres. El segundo estribó en que, de alguna manera, logró conocernos a todos. Por esto sabía cómo y dónde herirnos exactamente y cómo decirlo con palabras que no pudiéramos olvidar nunca.
Gracias, Alejandro. ¡Chapeau, Gabo!

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Un himno a la derrota

Página 263

A las muchas razones esgrimidas para explicar la perdurabilidad del libro central de Cervantes, yo quiero agregar, con el vivo temor de que ya la hayan advertido la legión de comentaristas que se han aplicado al estudio de su obra, esta observación: el Quijote es un canto a la derrota.

Y nos hiere a todos de manera muy íntima porque al fin y al cabo Alonso Quijano fue un hombre que es todos los hombres. ¿Quién no soñó cambiar el mundo alguna vez? ¿Quién no ha querido ser campeón de la justicia, o al menos de un torneo? Todos acariciamos esa quimera un día, antes de que la realidad nos hiciera agachar la cabeza a punta de porrazos y nos obligara a transarnos con modestas y con frecuencia mezquinas empresas.

 Conmueve, y de alguna forma nos humilla, el hecho de que sea un anciano el que salga a enderezar el mundo, a socorrer viudas y desfacer entuertos. Tenía que fracasar, claro, porque no estamos ante la historieta de un superhéroe ni ante un libro de ficción (el Quijote es una novela realista cuyo personaje central vive en un mundo fantástico). Pero el fracaso lo engrandece. Si hubiera triunfado, si hubiera logrado construir la utopía, sentiríamos que era un libro falso, una comedia, como aún lo consideran muchos que encuentran divertido que un anciano sea objeto de palos y escarnios. No. El Quijote es, como sentía Dostoievski, un libro genial y triste. Muy triste. Porque no es divertido que un hombre viejo sufra escarnio y porrazos como pago de sus nobles empresas.

Suena paradójico, pero el fracaso y la tragedia pueden salvar las obras, y a las personas, del olvido. ¿Qué sería de Zorba el griego si no se le hubiera venido abajo el entable de su aserrío? ¿Recordaríamos hoy a Marilyn Monroe y a Luis Carlos Galán si las garras de la tragedia no los hubieran sacado a tiempo de escena? La derrota del Quijote lo humaniza. Al triunfador lo admiramos porque lo sentimos de una raza superior. Al perdedor lo sabemos semejante. Se parece a nosotros. Sufre y fracasa como nosotros. Como todos los que alguna vez soñamos cambiar el mundo, y fracasamos.

A Thomas Mann y a Vargas Llosa les molesta que Alonso Quijano recobre la razón al final, uno de los pocos momentos felices del libro. Cómo se ve que no lo entendieron. Que ninguno de sus seres queridos ha perdido la razón, que ninguno de sus hermanos ni amigos amaneció un día perdido en el delirio, levantando para siempre entre él y la familia y el mundo el muro más alto y espeso, la locura.

Alonso Quijano tenía que recobrar la razón; primero, porque no hay un bien más preciado. Y segundo, porque era un hecho necesario para que fuera consciente de su derrota.

Lo mágico es que don Quijote sigue dando la batalla. A pesar de todo, y aunque termine con “los brazos rompidos de luchar con los vientos”, ahí está, sirviendo a las generaciones como ejemplo de generosidad, de ingenuidad, de grandeza de espíritu y fortaleza de ánimo. Ahí sigue, vivo en ese adjetivo que casi lo resume, quijotesco, y que nos sirve para designar las empresas nobles y de antemano perdidas. Sigue vivo en millares de personas cuya divisa es la bondad y su norte el servicio al prójimo. Ahí sigue, como un japonés estoico, como si supiera que “la derrota tiene más dignidad que la ruidosa victoria”, como si hubiera triunfado porque, “después de todo, querido Sancho, las cosas grandes con intentarlas basta”.

El Quijote es, en suma, un himno a la derrota, una prueba de la fuerza que puede encerrar una gran derrota, un fracaso grandioso, y una suerte de evangelio laico de la solidaridad, que es la ternura de los pueblos, según la definición del Che Guevara.

 

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Conjetura, mi amor

Por: Julio César Londoño

El Espectador, 29 ago. 2020

https://www.elespectador.com/opinion/conjetura-mi-amor/

Aunque he fracasado en todos los géneros, tengo un cariño especial por el ensayo. Me gustan su nombre, tan humilde, y su exigua demanda en el mercado editorial, circunstancia que lo convierte en un auténtico “hueso” y lo libra de la vulgaridad del éxito. Como dijo un gentleman de la pampa, la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no conoce.

El ensayo breve es una forma sintética y esencial cuyo protagonista es el pensamiento. No se explaya en proustianidades, como la novela, apoteosis del ripio, señora parlanchina que vive extasiada con el sonido de su propia voz; ni quiere ser ingenioso a toda costa, como el cuento; ni tiene la contorsionista pretensión de decirlo todo en once sílabas terminadas en ía, como la poesía; ni se parece al teatro, cine de pedal, señor altisonante que sigue hablando cuando los espectadores se han ido.

En especial me interesa el ensayo de divulgación, ciencia + literatura, una suma tan feliz como la fusión de literatura y periodismo en la crónica moderna, el gran suceso de la información que tuvo lugar en la mitad del siglo XX, o como la mezcla del café con leche en la mesa.

El mío es un viejo romance. El flechazo ocurrió en plena adolescencia, cuando somos pura piel porque llevamos el corazón latiendo a la intemperie. En un quiosco, en un ejemplar de la revista Scientific American, descubrí el grabado de un escarabajo que hacía palanca con sus tenazas para mover una roca tres veces más alta que él. Sobre las finas líneas de la plumilla del grabado, un diagrama de fuerzas ilustraba el inteligente proceso del cerebro del animal. Esa fiesta de ciencia y arte me conmovió para siempre. Como el suceso debía ser inolvidable y trágico, la revista era carísima y no pude comprarla.

Julio Verne había abonado el terreno un poco antes. Sus aventureros, que encontraban el Norte en la manigua con una aguja, un corcho y un pocito de agua, o inventaban el fuego en mitad del Polo con rayos de sol y una mica de reloj, o volaban a la Luna montados en una bala de plata, me mantenían maravillado.

Luego llegaron a mis manos “Los últimos días de Immanuel Kant”, de Thomas De Quincey, y “El laboratorio de Voltaire”, de Edward Morgan Forster, dos ensayos que demuestran que los sabios pueden ser criaturas perfectamente cómicas, y “Vidas imaginarias” de Marcel Schwob, el autor que les enseñó a Borges y a Wilde, quienes lo plagiaron sin el más mínimo rubor, que la erudición es un punto de partida, no un fin en sí mismo, y que la conjetura es mucho más rica y creativa que el mero rigor, una severidad que riñe con las posibilidades que brinda un género que lleva el flexible nombre de ensayo.

Después leí el “Shakespeare” de Victor Hugo, un libro que va desde Job hasta Victor Hugo, y habla de todo y de todos, hasta de Shakespeare, con la mejor prosa del siglo XIX; y “El ratón, la mosca y el hombre”, del médico François Jacob, un libro de biología que nos revela, con la mejor prosa de la historia, los pasadizos que comunican la religión, el arte y la ciencia.

Nota. Un ejemplo del estilo de Víctor Hugo: “El universo-hidra retuerce su cuerpo escamado de astros”. Y uno de Jacob: “El brujo y el científico se parecen: ambos explican fenómenos visibles por medio de fuerzas invisibles”.

Aclaración. El rigor es importante en la ciencia, por supuesto. Nadie quiere que le ponga las manos encima un cirujano especulativo. Pero especular es una operación clave en el proceso de creación de pensamiento. Y en la literatura: la especulación es la imaginación del ensayista. ¿Qué sería de la ciencia sin el genio de la conjetura?

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miércoles, 19 de agosto de 2020

DE LA VIDA DE LA NOVELA DE LA VIDA DE JOVITA. 1970 – 2020 / 1910 – 1970 - 2020. Por Javier Tafur González. A Noviembre 8 de 2020

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Gracias al aporte y autorización del

Doctor Javier Tafur González

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DE LA VIDA DE LA NOVELA 

DE LA VIDA DE JOVITA


1970 – 2020 / 1910 – 1970 - 2020


Por Javier Tafur González


Cali, 12 de agosto de 2020

Prólogo escrito para presentar y acompañar

la edición digital-virtual de la novela publicada por NTC …

http://ntc-narrativa.blogspot.com/2020_08_12_archive.html


A Gabriel Ruiz y María Isabel Casas, quienes me sugirieron hacer este recuento

de las ediciones de la biografía de Jovita y de otras motivaciones relacionadas

con su reinado y su mundo de realidades y fantasías.

 

1970 – 1976

Como he contado en varias ocasiones, yo me encontraba estudiando etnología en  París, en la Sorbona, cuando en diciembre de 1970, Frisco González Reyes, mi condiscípulo en la  Facultad de Derecho de la Universidad Santiago de Cali y quien estudiaba historia en la Universidad de Leipzig, me visitó. Como es natural hablamos de nuestra tierra y nos contamos nuestras nuevas vivencias en Europa y, entre todas, la más destacada fue el impacto que a él le había producido ser testigo del sepelio de Jovita Feijóo. Lo relató de una manera tan vívida, que aún recuerdo su gesto de sorpresa, que reflejaba la impresión de un suceso extraordinario.

https://audiovisuales.icesi.edu.co/audiovisuales/handle/123456789/33511

Para otros habría podido pasar como el relato de una crónica cotidiana, propio de un personaje típico, pero no fue así para nosotros, en la doble perspectiva de nuestros estudios: retomamos lo sucedido como un dato sociológico de sin igual trascendencia. A veces se la tenía por loca; entonces era dable preguntarse, ¿de cuál locura estamos hablando? ¿De la de Jovita o la de la ciudad?  Esa fue una extraña y golpeante pregunta, por lo cual quisimos profundizar en los elementos que rodearon tan significativa manifestación sin precedentes y sin que, pasados cincuenta años, haya sucedido una expresión colectiva de tal magnitud, no obstante la importancia y valor de muchos de nuestros coterráneos fallecidos.

La huella de esta conversación y su impresión permanecieron en mí desde aquel momento y, aplicando técnicas de investigación propias de la etnología y de la antropología social, a mi regreso a Cali me di a la tarea de reconstruir la  interesante y misteriosa vida de Jovita. Principié por contactar a su familia materna y, por ésta a sus amistades. Así pasé a los conocidos y relacionados, logrando reunir un corpus importante, cartas suyas manuscritas, en las que emplea un lenguaje del siglo de oro español, llamando a Marco Tulio Villalobos y a otro amigo, sus «Escudos», fotografías de niña y adolescente, y de especiales momentos con personajes famosos y propios de la vida cotidiana, del vecindario, archivos de los periódicos donde registraban relevantes participaciones suyas en el entorno social, casi siempre narradas picarescamente, tal como lo relato en el prólogo de la primera edición de 1976, el mismo que volví a introducir en la edición de 2019, pues continuamente los interesados en conocer detalles de la reina, me preguntan a este respecto.

Antes de la versión del libro tuve en mente otras opciones pero, cuando me di cuenta que la investigación realizada era una «almagrafía de Jovita», entonces la entendí, la comprendí y me compenetre con sus sueños y pesares, con sus ilusiones y tristezas, con su fortaleza y soledad, y sentí esos valores prevalentes que ella tenía, y que podría intentar resumir en autenticidad, autonomía y una voluntad de impulsar al mundo a su manera. Así la describí para la Revista Épocas ( http://revistaepocas.co/ , Edición No. 201, Julio de 2020, ilustración carátula El Bando Creativo), rindiéndole a Su Majestad un admirado homenaje por los valores que ella encarnó, con motivo de su 50 aniversario de su fallecimiento y 110 de su nacimiento:

Jovita caminaba por las cuadras de Cali como la reina en el tablero de ajedrez de la ciudad; no iba como el peón, paso a paso; ni como el cansino rey, lento, lento; iba más veloz que los saltos del caballo, que el diagonal alfil, o la torre poderosa. Jovita con su porte de reina y sus vestidos, guantes, pulseras y collares, con sus pavas tropicales, recorría las calles y avenidas, bajo las pérgolas que bordean el río tutelar, llevada y traída por sus sueños y quimeras.

Jovita es uno de los personajes más queridos de la historia de Cali y de Palmira (nació en el Bolo Alizal el 6 de Junio de 1910), y siempre se le reconoció la valentía y audacia para ser ella misma, pues la autenticidad fue su sello personal. Durante sus sesenta (60) años (murió en Cali el 15 de Julio de 1970), se caracterizó por sus maneras reales y desenfadadas, quijotescas, participando en cada torneo, feria o reinado. Fue la soberana de las mil coronas y ninguna habrá que luzca tantas como en sus altivas sienes brillaron. Al morir, en vísperas de los Juegos Panamericanos, su periplo completa el ciclo del Cali Viejo, que comienza en 1910 con la creación del Departamento del Valle del Cauca y termina con los comienzos de la modernización de Cali, con la construcción de obras públicas y privadas, asumiendo los retos de sus crecientes necesidades y su proyección de futuro.

Ningún otro personaje lugareño, natural o adoptivo, ha recibido una muestra de afecto más grande que la que el pueblo caleño le tributó a Jovita con ocasión de su partida, cuando literalmente se volcó a las calles para acompañar sus despojos al Cementerio Central, como bien lo registraron la radio y los periódicos locales y nacionales. Ya las nuevas generaciones, cuando preguntan por ella, la única mujer en la estatuaria regional, saben que les espera una respuesta llena de magia y colorido, que relata una ciudad e identifica una época, encarnada en una sencilla mujer que alcanzó sin duda, su reino de fantasía.

 

Para la primera edición (1976) tuve la colaboración del doctor Germán Villegas Villegas, gerente del periódico Occidente; la del doctor Pablo Rubén Vernaza, gerente de la Beneficencia del Valle, y la solidaridad de varios amigos, entre ellos de Arcesio Villa, Hernán Nicholls, Javier Villa, Fernell Franco,  Frisco González, Aníbal Arias, Hernando Tejada y la bonomía y consejo del médico, músico y escritor Alberto Dow.

Una constancia de la época, de la Librería Nacional, certifica que fue el libro más vendido en el año de su lanzamiento, lo cual correspondió al cariño que la gente de Cali y el Valle le tenía, y a la opinión de los cronistas, columnistas, escritores, historiadores y, personas en general que opinaban sobre la obra, que daba la impresión de una segunda oleada en su recuerdo sumando detalles inéditos o conocidos, queridos y pintorescos, a sus logros y rarezas, con ese color local que siempre tuvo la reina, desde su primera corona juvenil en el escenario de Radio Higueronia.

Con ocasión de la primera edición y seducido por las aventuras de la reina, Rodolfo Salcedo Borrero, director del Cali Capers en su momento, hizo una primera versión para teatro siguiendo la trama de la novela. Luego vendrían otros dramaturgos a ocuparse de ella privilegiando diferentes pasajes que los motivaban para escenificar su vida, como veremos más adelante, en el decurso del tiempo y de su viva memoria recreada hermosamente en el imaginario popular.

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1984 - … …

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La segunda edición, impresa por Editorial XYZ, en 1984, con la colaboración y apoyo de León Octavio Osorno “Balita”, se debió a la decisión del Alcalde Julio Riascos Álvarez quien, dentro de la conmemoración de los 450 años de la fundación de Cali, obsequió tres mil ejemplares en los barrios de la ciudad, en especial en los  cercanos al centro, donde estaba la mayoría de sus admiradores. Riascos Álvarez consideraba que “la obra permite una aproximación válida a un período de nuestra vida social, como en su tiempo lo fueron El Alférez Real y otras obras literarias”. Salvo la introducción, de la que se prescindió para esta edición, la obra siguió siendo la misma.

… … - 2005

La tercera edición se realiza en Arte Color Impresores, con bellísimas aguadas del maestro Antonio Patiño Santa, quien, para aproximarse y descubrir al personaje caminó la ciudad acompañado de una fotógrafa profesional recorriendo las calles y lugares donde transcurrió la vida de nuestra querida callejera para impregnarse de su ambiente cotidiano. El riguroso trabajo de campo realizado por el maestro Patiño Santa le permitió, además, identificar sus gustos, costumbres y manías, contando con un apoyo muy particular, el de la secretaria del poeta León de Greiff, Gilma Camacho, que como actriz interpretaba a Jovita y según las localizaciones, usaba el vestuario de la reina. Todo un libreto de antropología social y sociología para captar su potente personalidad  en su entorno. Una anécdota valiosa en la entrañable cadena de sorpresas que nos brinda la impresionante supervivencia de su espíritu. Esta edición contó con la minuciosa intervención de Francisco Vernaza, propietario de Arte Color Impresores y, él mismo, vecino de Jovita, en el tradicional barrio de San Nicolás, contiguo al Hoyo, la cual tuvo un tiraje de mil ejemplares.


2005 - 2006

 La cuarta edición fue publicada en el año 2005 para celebrar los 50 años de Coéxito, ofrecida por Don Ernesto Mejía Amaya, con una breve pero hermosa nota, en la que anotaba algunos cambios en la novela, por lo que ésta se convertiría en la narración canónica de la Biografía de la ilusiones. Dijo así en la contracarátula: “Esta novela costumbrista sobre nuestra sin par Jovita Feijóo, y en la que se narra a la ciudad, el Cali anterior a los Juegos Panamericanos, fue escrita hace años; ahora es retomada por el autor como un pintor retoma un viejo boceto de su cuaderno de artista, para iluminarlo con detalles que la hacen más bella y colorida. En esta versión el autor nos vuelve a recordar las encantadoras hazañas de la eterna reina de los caleños con un lenguaje depurado, coloquial, claro, lleno de sugerencias y hermosa poesía”.

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La edición de pasta dura, con un tiraje de 3000 ejemplares, exhibía en la portada una bella pintura de la reina luciendo una gran corona, realizada por el maestro Diego Pombo, y tres pinturas de Jovita coronada, pequeñas, en la contraportada, el texto transcrito y el logo de la empresa solidaria con la publicación. Fue impresa por imágenes Gráficas S.A. Destaco el valioso apoyo de Carlos Juri para el éxito de esta publicación.

 

En noviembre de este mismo año, 2005,  un llamativo retrato de Jovita, en acrílico sobre lienzo, realizado por la pintora María Esperanza Londoño Jaramillo  ( 1 ), ilustra la portada de la quinta edición publicada por la Cámara de Comercio de Cali,  la cual continúa con la fotografía clásica de Fernell y las plumillas a tinta china del maestro Hernando Tejada, pinturas del maestro Diego Pombo y el manuscrito de puño y letra de la reina, de Marco Tulio Villalobos y con un tiraje similar a la anterior.

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Acrílico sobre lienzo, realizado por la pintora María Esperanza Londoño Jaramillo 

Julián Domínguez Rivera, gerente de esta importante institución, al hacer entrega de la biografía de Jovita a sus afiliados, se preguntaba, ¿qué tenía este querido personaje para perdurar a través de generaciones y ser un referente espiritual de la región?, y se respondía: “–Sin duda su carisma personal y la defensa indeclinable de sus ideales de autenticidad y libertad. Jovita no le rendía explicaciones sino a sí misma, consecuente con su manera de ser y a la bondad de sus infaltables proyectos cotidianos” (De la contracarátula). Julián invitaba a leer la novela para seguir sus aventuras y desventuras, conocer su nobleza y desamparo y conmovernos “leyendo el alma de esta mujer excepcional”.

Por esa época, la sexta edición de Jovita ya circulaba libremente por las avenidas digitales y numerosas fotografías mostraban sus recorridos por los distintos lugares donde la llevó su nomadismo urbano, soñador y florecido.

Es pertinente mencionar en esta cronología relacionada con Jovita, que el V Festival de Teatro de Cali es publicitado y promocionado con un afiche de Jovita coronada, elaborado a partir de una pintura de Diego Pombo; y que el maestro Fernando Vidal escribió su obra «Jovita frente al espejo roto» y eligió como actriz a Gloria González, la cual se representa en el Teatro La Concha. El diseño artístico fue elaborado por el maestro Carlos Alberto Zuluaga, tan soñador como su modelo y quien sin rodeos mencionaba que fue “tocado” por su aureola; que por ella se convirtió en artista y encontró su destino. Y tan evidente es ello que a su propia casa la convirtió en el museo de Jovita y allí se pueden conocer y admirar sus prendas, objetos, cartas, pinturas, collages, caricaturas, esculturas, periódicos, revistas, recortes, postales, poemas, libretos; faldas, blusas, pañolones, mantillas, surtido de zapatos, adornos, collares, que ya el mismo Carlos Alberto había exhibido en una exposición en el Museo de la Iglesia La Merced.

En la actuación de Gloria en el papel de Jovita es de destacar la compenetración con sus sueños y temores, con sus andares y vestidos, pues la encarna de tal manera que las nuevas generaciones pueden verla reaparecer en la piel de la actriz, con la dirección escénica de Fernando Vidal.

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2006 -

En el 2006, en los talleres de la Impresora Feriva, se publica el libro «Elogio a la locura –la reina en jaque», de Ivan Barlahan Montoya, Premio Nacional de dramaturgia, en el Festival de Teatro de Cali. La contraportada trae la siguiente nota del jurado: «El autor revela conocimiento histórico de la ciudad de Cali y de los personajes rememorados, los que aparecen contextualizados con acierto y creatividad. Jovita Feijóo es reconocible y sus intervenciones en la obra encarnan los valores simbólicos  que ella representaba. La fábula va creando situaciones interesantes y divertidas al tiempo que conlleva una crítica social. Ocurre una transformación destacable: aquel ser histórico y desvalido, que fuera  caricaturezco personaje típico, ya finado, no sucumbe, y al trascender su existencia en el arte, pasa a cumplir un rol sublimado; cierto triunfo de la locura sobre los etiquetamientos y estigmatizaciones de los valores dominantes» (Los jurados Germán Espinosa, Manuel José Sierra, y Javier Tafur).

Tratándose de Iván Montoya es imprescindible mencionar su devoción por Jovita,  y a quien después del fallecimiento de la reina (si es que alguna vez murió) siempre la representó en los desfiles del Cali Viejo, luciendo su corona y su cetro, su notoria realeza y genuinos saludos cortesanos, con la cara pintada y su alegría desbordante al ver a súbditos aplaudirla y lanzarle confetis y serpentinas de colores que daban un cálido tono festivo al paso de la típica carroza.

Me contaba Iván que cuando llegó a Cali, siendo muy joven, se vinculó al TEC, y que le tocó servir de utilero para la primera obra en que intervino, que no era otra que la Loca de Chaillot, la bella obra de Jean Giraudoux, quien, como nuestra querida Jovita, se dejaba llevar por sus fantasías. De tal manera que su disposición para interpretarla tenía este precedente del maestro Enrique Buenaventura.

2008 - 2010

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Para el 2008, una séptima edición, esta vez con intervenciones a la famosa e icónica foto de Fernell y a la queridísima plumilla de Hernando Tejada, ilustraron la portada. La edición estuvo a cargo de El Bando creativo, del publicista e impresor Roberto Caro, quien conjuntamente con el maestro Carlos Alberto Zuluaga, habían ganado el concurso para el afiche de la Feria de Cali, siendo Jovita el motivo, el cual aparece en la contraportada, llamativamente destacado, junto a otro motivo de Jovita coronada del maestro Diego Pombo. Y ya conocemos de la admiración de Carlos Alberto Zuluaga por Jovita y de la trascendencia que tuvo para su vocación de artista y la motivación dominante de su obra.

2010 - 2016

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En el 2010 se publica la octava, una edición especial conmemorativa de los 100 años del nacimiento de la cantante de  Higueronia, impresa por el Bando Creativo, la cual sigue el formato de la quinta, con un nueva y colorida portada, diseñada por esta casa editorial; la novena corresponde a una nueva versión digital subida a la página web www.tafurgonzalezasociados.org  , que reproduce la versión canónica publicada en la cuarta edición (2005) por Coéxito, gracias a los buenos oficios de Carlos Juri Feghali y de esta querida empresa caleña, como ya lo he señalado.

La décima primera publicación, escrita en el 2008, es la conversión de cada uno de los capítulos de la novena en un soneto y el libro finaliza con una balada de amor para la reina, publicada en Artecolor Impresores S.A.S., en formato de bolsillo camisero, en cuya portada aparece una escultura de Jovita elaborada por el maestro Oscar Estaban Martínez, en la cual la reina tiene la pose victoriosa de La Libertad de Eugene Delacroix, fotografía de Infocus, tomada por William Arias y  publicada con ocasión del levantamiento de la estatua de Su Majestad hecha por  Diego Pombo, en el Parque los estudiantes, contiguo a Santa Librada. 


A esta versión le sigue otra, la décima segunda,   con el mismo contenido, pero con diferente formato, impresa por Artecolor Impresores S.A.S., en un plegable tamaño medio pliego, con la misma portada, pero enmarcada con cenefas elaboradas con numerosas ilustraciones relativas a Jovita realizadas por diferentes artistas.

Por esta misma época escribí una versión para teatro (décima tercera), titulada: «Violación de domicilio», en la que describo una escena que está desde la versión de 1976, en la que las niñas de la familia Manrique, en el barrio Belalcázar, aprovechándose que Jovita había salido a hacer sus infaltables «vueltas y revueltas», entran a su habitación a curiosear: ven sus paquetes de periódicos, los abren y dispersan, sacan sus cosas, se ponen sus vestidos, pavas, sombreros, guantes, y collares, sus zapatos, se divierten imitando sus maneras glamurosas, burlándose de ella, pero que finamente son sorprendidas al verla llegar inesperadamente (Aún permanece inédita).

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2014 - …

“CONSTRUCCIÓN SOCIO CULTURAL SOBRE EL PERSONAJE DE JOVITA FEIJÓO A PARTIR DE RELATOS DE ARTISTAS CALEÑOS EN EL CONTEXTO DE LA MEMORIA CULTURAL DE LA CIUDAD DE CALI.” LAURA RAMÍREZ LEÓN. Proyecto de grado para optar por el título de Comunicadora Social-Periodista.  UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE OCCIDENTE, FACULTAD DE COMUNICACÍON SOCIAL, SANTIAGO DE CALI,  2014.

Edición digital-virtual del documento total (138 páginas)

https://red.uao.edu.co/bitstream/10614/6948/1/T05053.pdf

Matriz: https://red.uao.edu.co/handle/10614/6948?mode=full


2016 -

En el 2016 la  Biografía de las ilusiones (décima cuarta, décima quinta y décima sexta)  fue ofrecida al público con tres bellísimas carátulas: portada, la escultura de Oscar Esteban Martínez; ilustraciones interiores, plumillas del maestro Hernando Tejada; pinturas interiores de los maestros Diego Pombo y Carlos Alberto Zuluaga; fotografía Infocus -William Arias, de una escultura del Maestro Oscar Esteban Martínez; y el manuscrito auténtico, cedido por el pintor primitivista y portero del América de Cali, Marco Tulio Villalobos.

Por invitación de Nicolás Ramos Gómez, Presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali, el día 5 de agosto de 2017 di una conferencia en dicha casa de cultura, presentando una biografía mínima de la reina, genero apetecido por otro tipo de lectores y que facilita el relato de su vida. Este texto, décima séptima edición, aparece publicado en formato pequeño, con los sonetos y la balada. La portada presenta a una Jovita con un sombrilla, recordando la Libertad de Eugene Delacroix, escultura realizada por el maestro Oscar Esteban Martínez; la fotografía es de Infocus, tomada por William Arias y la composición interior fue realizada por Darlyn Vanessa Medina Valencia, diagramadora. Esta edición trae la infaltable foto de Fernell, las plumillas del maestro Hernando Tejada, pinturas del maestro Diego Pombo, aguadas del maestro Antonio Patiño y una fotografía del autor junto a otra escultura del maestro Oscar Esteban Martínez, tomada por el profesor Andrés Giovanny Rozo Samer.

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2017

Jovita en “Hechizo, un relato nacional” . Delirio, Cali

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"¡Que viva Jovita!" Exclama el poeta Javier Tafur, quién se encontró con

este personaje que inspiró su novela: “Jovita. Biografía de las ilusiones” *.

Jovita en “Hechizo, un relato nacional” es interpretada por el artista Brando Pérez **.

Hechizo, un relato nacional

Delirio - Hecho en Cali

Junio de 2017. Video del fragmento

https://www.facebook.com/73240739901/videos/10155017565384902/

* http://ntc-narrativa.blogspot.com/2020_08_19_archive.html

** https://youtu.be/bafjDDHxJOI

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Hechizo, un relato nacional

El nuevo show de DELIRIO es un homenaje a la CULTURA COLOMBIANA.

https://www.facebook.com/watch/Deliriocali/206055949914861/

https://www.facebook.com/73240739901/videos/10154877469944902/

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2019 - 2020

La edición décima octava, editada en julio de 2019 en Litocolor Impresores S.A.S., bajo la dirección de Francisco Vernaza, con un tiraje inicial menor que los anteriores, dado que las técnicas contemporáneas permiten ir imprimiendo los ejemplares gradualmente, según la demanda de los interesados. 

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Una de las más bellas pinturas del maestro Diego Pombo ilustra la portada de este libro: la maravillosa y mítica ascensión de Jovita a los cielos de la memoria colectiva ante la sorpresa de los caleños, flotando sobre una nube, nimbada de estrellas, con una diadema y flor al lado derecho de su pelo, bien maquillada y su mirada coqueta, portando en el regazo de su imperial vestido amarillo un  conjunto de coloridos chontaduros, al fondo las palmeras tropicales, San Antonio y las onduladas colinas, los farallones y ese tono azul del firmamento, mientras abajo, una escalera, figuras de la historia, del carnaval y la farándula;  el pueblo bizarro reunido con las autoridades religiosas, civiles y militares; la gente de los diferentes estratos, profesiones, oficios y condiciones, abigarrada, contemplando asombrada el suceso, que hermosamente relata nuestro inspirado maestro. La contracarátula es un mosaico elaborado con algunas de las carátulas reseñadas en este escrito.

2020 - … …

Esta última  edición cierra un ciclo de cincuenta años y abre un nuevo campo para la difusión de la extraordinaria vida de Jovita: el audiolibro,  el libro de mesa, la historieta, el libro infantil, el documental, el corto y la película. En efecto, ya circula una agradable grabación de la biografía mínima, en la caleñísima voz de Paola Caro (2020) cuyo enlace es: https://youtu.be/oRVTvyi62RE  . Jovita para niños sale bajo la dirección de Sacha e Irene Tafur Mangada. Y, de próxima aparición,  el Jovita de Escritorio, bajo la dirección de Raúl Fernández de Soto, con la diagramación e iluminaciones de Luis Meza, en el que, al tiempo que se leen sus aventuras y desventuras quijotescas, se ven las calles del Cali Viejo que recorría Jovita, por las que la propia ciudad narra su historia, constituyéndose este libro en un Álbum Familiar de la ciudad.

 

A lo largo de estos años esta Jovita, sin par, dejó de ser un personaje típico, motivo de risas en algunas oportunidades, para ocupar un  lugar predilecto en el sentir de los caleños. Las nuevas generaciones resignifican sus acciones y  resaltan su autenticidad y valentía para perseguir sus ilusiones, tal como ella defendió su manera de vivir independiente, buena, vanidosa y bella. Este recuento de su historia nos ilustra sobre la irresistible atracción que ha ejercido sobre los artistas, pintores, compositores, escultores, narradores, dramaturgos, actores, periodistas, diseñadores, impresores, sociólogos y cientos de personas de diferentes oficios y ahora sobre la juventud.

La televisión, desde que llegó a la vida de los colombianos, dio cuenta de ella, como se pudo constatar recientemente al celebrarse los 484 años de la fundación de Cali, los 110 de su nacimiento y los 50 de su trascender, y con los conversatorios programados por las secretarías de cultura de Palmira y Cali;  con la convocatoria realizada por el profesor Hernando Urriago Benítez, Director Escuela de Estudios Literarios, Facultad de Humanidades de la Universidad del Valle y por la biblioteca Mario Carvajal para llevar a cabo el 15 de julio de 2020, un conversatorio abierto al público bajo el título Jovita Feijóo. Reina soñada, reina eterna; así mismo, la Universidad Libre de Colombia programó, una conferencia virtual coordinada por el profesor Holbein Giraldo y Gina Arias Sánchez, Asistente de Decanatura Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, para hablar acerca de Jovita o La biografía de las ilusiones, el 30 de julio de 2020. Incluso las diferentes emisoras de todos los tiempos; todos los periódicos de la ciudad la mencionaron, publicaron  fotografías de ella o registraron sus  hazañas: El Relator, El País, Occidente, Última Hora, y de manera especial y sin rasguñar, El Gato. Son destacables las crónicas escritas sobre ella, por Santiago Cruz para El País, julio 15, 2010 ( http://santiagocruzhoyos.blogspot.com/2010/07/jovita-cuarenta-anos-tan-muerta-tan.html ) y de Manuel Vicente Guevara para El Espectador, en años anteriores. Trabajos en escuelas, colegios y universidades. Y crece su iconografía en internet.

Aquí debo mencionar a la Revista Épocas, http://revistaepocas.co/ , de Raúl Fernández de Soto, continuador de una saga familiar que iniciara la Revista Occidental, fundada por su tío Jaime Fernández de Soto Sanclemente, cuyas páginas han registrado el ser, acontecer y suceder de la ciudad y a los protagonistas de su historia.

Este breve recuento permite una mirada de conjunto y deja ver la trascendencia de la vida de Jovita, su entrañable vigencia en el corazón de los vallecaucanos, la validez de sus valores de autenticidad, independencia y libertad, los cuales representa y perviven en el imaginario, que recoge la juventud el cuadro de la reina del maestro Pombo, ascendiendo a los cielos de la memoria colectiva.

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Cali, 12 de agosto de 2020

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Feijóo

Una nueva Jovita Feijóo

Un nuevo libro que trae las mejores imágenes e histo­rias de Jovita, la reina eter­na, y del Cali Viejo.

EL PAÍS CALI, 25 oct. 2020

Reproducido en

 https://www.pressreader.com/colombia/el-pais-de-cali/20201025/281964610214300



Dentro del marco de la Feria Inter­nacional del libro de Cali 2020 se lanzó * la novela biográfica de Jovita Feijóo, la reina eterna de Cali, es­crita por el abogado y escritor Ja­vier Tafur González.

En esta nueva y creativa versión, el lector podrá disfrutar del contenido del libro en gran formato, mientras viaja por el tiempo y re­corre el Cali Viejo, gracias al texto, ilustraciones y fotografías de los antiguos parajes de la Capital del Valle.

Muchas de estas fotografías e ilus­traciones corresponden a obras de artistas de la talla del fotógrafo Fernell Franco, el escultor Her­nando Tejada, el pintor Diego Pombo, de Pilar Zea, Antonio Patiño e ítalo Sardi, entre otros.

Además, a través de las imágenes que acompañan al texto, los cale­ños podrán comprobar que, más que un mito, fue una realidad que Jovita sostuvo amistad con perso­najes importantes del país. Como prueba irrefutable, el libro presen­ta, por ejemplo, la foto de una Jovita sonriente en compañía del Brigadier general Gustavo Rojas, Presidente de Colombia entre 1953 - 1957.

Igualmente, quien abra las tapas gruesas de esta obra, podrá enten­der la transformación urbanística que sufrió la ciudad, ya que el libro está lleno de fotos del barrio El Pe­ñón, La Plaza de Cayzedo, y sitios emblemáticos de la ciudad, ahora inexistentes, como El Charco del Burro, donde antiguamente las mujeres lavaban sus ropas en el río Cali, entre ellas, la madre y las hermanas de Jovita.

Se puede adquirir el libro en Cali en la sede de la revista Épocas, nú­mero 311 634 3375.

* NTC … ENLACE:

Presentación en la FILCa. Oct. 18, 2020

VIDEO: https://youtu.be/leBhuiKrAfk

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Jovita Feijóo:

el libro que revela la historia de la reina eterna de Cali

Por: Susana Serrano A., reportera de El País

EL PAÍS, Cali, Octubre 29 (.com)  y 30 (impreso),  2020

https://www.elpais.com.co/cultura/jovita-feijoo-el-libro-que-revela-la-historia-de-la-reina-eterna-de-cali.html

Allí se puede escuchar la lectura del texto

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"En Cali decir ‘jovitesco’ es como decir ‘quijotesco’ en España, porque ella tiene las mismas dimensiones para nosotros. Era una mujer soñadora y mientras unas personas trataban de burlarse de ella, otras la exaltaban como si fuera el Quijote de la Mancha”, comenta Javier Tafur sobre Jovita Feijoo, esa mujer de ojos claros y piel trigueña que recorría las calles de la Cali de los años 50, ataviada de collares y flores, como si se tratara del patio privado de su reino. Esa mujer que lo embrujó con su historia y lo hizo escribir, en 1970, su biografía novelada, que publicó en el 76 bajo el título ‘Jovita o la biografía de las ilusiones’.

Desde ese momento hasta la actualidad, la novela ha sido reeditada unas 14 veces, en un acto de persistencia y empeño del escritor Tafur por hacer permanecer en el tiempo la imagen de Jovita, que en este 2020 está cumpliendo 110 años de nacida y 50 años de muerta.

“Lo que ha hecho Javier es admirable”, comenta Raúl Fernández De Soto, editor de la última versión de la novela, que se lanzó en el marco de la Feria Internacional del Libro de Cali y se postula como una de las ediciones más bellas, porque narra esta historia de Jovita en compañía de imágenes, fotos y esculturas, que muestran la importancia de su presencia en la historia de la capital del Valle.

... Sigue en el ENLACE





Otro enlace a EL PAÍS, de Cali

https://www.pressreader.com/colombia/el-pais-de-cali/20201030/282415581790292

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NTC … 8 de noviembre de 2020

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"Jovita. O la biografía de las ilusiones". Javier Tafur González. Edición en gran formato. Octubre de 2020. Paginas 210. NTC ... edición digital-virtual

https://ntc-narrativa.blogspot.com/2020_11_08_archive.html

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Gracias al aporte y autorización del

Doctor Javier Tafur González

publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia