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INÚTIL NO PENSAR
–Aforismos e instantáneas–
Carlos Arturo Vargascarreño
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Ediciones
Exilio
Marzo 2020. Páginas 178
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NTC ... edición digital virtual
en 4 nubes *
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Elogio de la facultad de pensar
Pocas veces se encuentra en el camino ardoroso de la lectura un libro que no responde a lógicas estructurales: con raíces y ramajes vinculados estrictamente por una idea que ha entronizado la organicidad. Pocas veces sucede, pero de pronto, en una vuelta de tuerca, nos cruzamos con ciertos textos que siguen otras dinámicas que han roto esquemas canónicos y han dedicado su oficio creativo a pensar desde la trinchera, al peligroso acto de volver a observar el mundo con herramientas propias y acompañado solo por la subversiva soledad.
Fue imposible no pensar en la idea de libro-rizoma (que exaltaran Deleuze y Guattari) cuando releí, ahora desde cualquier ángulo, el libro de Carlos Arturo Vargascarreño. Ese inquietante y complejo concepto de aquellos filósofos franceses, elaborado tras analizar el particular funcionamiento biológico del rizoma, nos habla de un libro que se ha desprendido de la unidad superior que lo fija a una raíz, es decir, un libro acentrado, no jerárquico y no lineal, tal como se me ha revelado Inútil no pensar. Esta asociación se vio reforzada con la segunda y posteriores lecturas, pues empecé a bucear en la obra tomando al azar cualquiera de sus apartes y me encontré con una unidad pero de lo múltiple, conectada a partir del flujo de intensidades y preocupada, antes que por significar, por trazar mapas abiertos que nos llevan a crear nuevas geografías, donde el pensar de otro modo es la máxima aspiración.
Para el autor, en efecto, resulta inútil sustraerse al ejercicio del pensar, de crear subjetividades reflexivas que, sin proponérselo, lo aproximan a terrenos de la filosofía, aunque su perspicacia le permite desconfiar de esas filosofías que se alinean con los proyectos del capital. En uno de sus aforismos dice: “Nada más peligroso que un filósofo con los ojos puestos en Wall Street”. Y en su andar, el autor tampoco fija las certezas en la fría razón, pues ha logrado percibir que “cuando la lucidez se abre paso a través de un pantano ácido, la cordura extrema las alarmas para transitar por la línea más delgada”.
Sin duda, este libro de fragmentos reflexivos nos vuelve a poner frente a la necesidad de preguntarnos, de ironizar las verdades que nos fijaron con sudor y sangre, de desnudar aquellos proyectos que siguen ofreciendo paraísos ilusorios; en fin, Carlos Arturo Vargascarreño vuelve sobre la facultad más inocente, y por ello más peligrosa, la de pensar; y lo hace con agudeza, con jocosidad, con sencillez, con la fluidez de alguien que no se arredra ante la realidad, sino que se atreve a transformarla con la palabra.
Para cerrar este breve acercamiento a Inútil no pensar transcribo una muestra de esta voz punzante, vital y plenamente contemporánea: ¿Se podrá fertilizar un óvulo en los úteros que Jack desprendió a sus víctimas? / ¿Qué somos, si no la repetición infinita de un ensayo que siempre termina con presunción inacabada? / Nos prometieron un delicioso infierno. No un mar de aceites, botellas y cianuro / A los ejes de mi carreta –que hoy asumimos con nostalgia– le hemos puesto internet y entonces ya no son nostalgias de ayer como sí serán del mañana / Los dioses también reencarnarán: de cartón, de plástico, de uranio, de microchip.
Omar Ardila
Bogotá, 2020
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Muy
personal
Como las letras son prestadas, o en palabras de Borges, pertenecen a la tradición oral, al idioma, al intangible colectivo, debo agradecer en primera instancia a la enciclopedia de 18 tomos del señor Carlos y la señora Margarita, que me dieron al cuido a la edad de 8 años con la sola condición de que los conservara en su orden. Ahí justamente empezó el desorden que me ha traído hasta aquí. Agradecer a Dostoyevski, luego a Daniel Samper, a los pensadores colombianos que se fundamentaron en la academia griega, y más allá, cruzando la frontera, a la diáspora de intelectuales del Cono Sur y de España que se instalaron en el país y vertían su pensamiento en los mejores periódicos y revistas, cuando estos circulaban en plena libertad, y desde luego a las mejores letras del pensamiento venezolano.
A ellos y a ellas, muchas gracias por haberme ayudado a encontrar la ruta y sentir que puedo aspirar a graduarme como artesano de la palabra y del pensamiento.
Mención especial debo hacer a Juan Nuño, quien al
morir a los 66 años y dejar de escribir las dos columnas semanales que
entregaba al periódico El Nacional, de Caracas, provocó que dejara de
interesarme por los periódicos durante 15 días, que dejara de tomar café, de ir
al cine, de flirtear a una muchacha con minifalda. Es la vez que he estado más
cerca de arrecharme y romper relaciones con la muerte.
¡A’pué!
¡Agarra mínimo! ¡No jodás!
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Contenido
Elogio
de la facultad de pensar / 7
Muy
personal / 9
Decires
/ 11
Letras
que regresan / 21
Epitafios
/ 25
Rompiendo
mitos / 29
Resuellos
– Certidumbres / 33
De
dioses / 39
De
héroes / 41
Entre
líneas / 43
Evasiones
/ 45
Inquietudes
/ 47
Armadura
/ 49
De
barriles / 53
Frases
/ 55
Transferencias
/ 59
Objeciones
y Cosmogonías / 61
Depredador
/ 65
Vacíos
/ 69
Entre
gotas / 71
Vulnerables
/ 77
Pertinencias
/ 81
La
verdad / 85
Cuando
vaya a Pompeya / 87
Trazos
largos / 91
Escasez
de sentido / 93
Relatos
para dormir en paz / 97
Veinticinco
años atrás / 101
Cartas
cruzadas / 103
Querida
Maserchup / 107
Cuando
vuelvas / 113
Nombre,
agua, cenizas / 115
Chiquitita
/ 117
Me
quedé pensando en ti / 119
Coliseo
íntimo / 121
¿Qué es
la vida? / 125
Entre
patadas y mordiscos / 127
Pensemos
/ 131
Anversos
/ 133
Eros al
frente: batalla perfecta / 137
Conversemos
/ 139
Hermano
Hernán / 143
Mandarinas
– Pomarrosas / 145
Desafectos
/ 147
Balanceos
- Liviandades / 149
Cantares
/ 151
Ámsterdam
/ 155
Transilvania
/ 159
Andrés
Berger-Kiss / 161
Liubliana
sublime / 163
Vaclan
Havel, Kafka, Milan Kundera / 167
El
barbero de La Candelaria / 169
Señora
Elvira / 173
Este libro se terminó de imprimir para Ediciones Exilio en el mes de marzo de 2020 en los talleres gráficos de Gente Nueva Editorial en el barrio Teusaquillo de Bogotá.
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* NTC ... edición digital virtual
en 4 nubes
https://drive.google.com/file/d/18XSaHtHFGOCfiLC8MmyRyae4Ikrl0VDS/view
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https://es.calameo.com/read/00094832869f54f33e3c4
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Próximamente en las otras dos
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"Fue Carlos Arturo quien me internó en el mundo de los libros, desde pequeño, y por eso el gran afecto que le tengo", expresa Hernán.
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