Intermedio
Aplauso y aclaración
Jotamario
Arbeláez
Aplauso: Uno de los encuentros sorpresa que
tuve el año pasado con la belleza, con el arte y con el compromiso para con los
elementos que conforman la tierra por la que desplazamos nuestros esqueletos
rodantes, en especial con el agua, fue con Alelí Mesa *, artista de la armonía, de la euritmia, de la canción. Tuve el
privilegio de ser acompañado por ella y por su guitarra en los diversos eventos
que me fueron programados durante el Festival de Poesía de Cali organizado por Juan
Fernando Merino, y el homenaje que me confirió el colegio de Santa Librada, por
el que aprovecho para clamar para que no lo dejen hundir.
Cada una de las presentaciones de Alelí sembraba en sus oyentes, a la par que la complacencia por su voz y por sus acordes, el sentimiento de deuda por el elemento que nos propicia la vida planetaria y la vida diaria, como es el agua, bendita de por sí sin necesidad de ser bendecida. El Día Mundial del Agua se celebró el 22 de Marzo, y allí tuvo la artista oportunidad de entonar sus cantos en honor de los ríos, aves y recursos naturales con sus Cantos para agradecer al agua, en el Segundo Conversatorio de Aves y Conservación del Agua.
Cada una de las presentaciones de Alelí sembraba en sus oyentes, a la par que la complacencia por su voz y por sus acordes, el sentimiento de deuda por el elemento que nos propicia la vida planetaria y la vida diaria, como es el agua, bendita de por sí sin necesidad de ser bendecida. El Día Mundial del Agua se celebró el 22 de Marzo, y allí tuvo la artista oportunidad de entonar sus cantos en honor de los ríos, aves y recursos naturales con sus Cantos para agradecer al agua, en el Segundo Conversatorio de Aves y Conservación del Agua.
Alelí, en su compromiso con el agua, que es amor a la vida, ha
adelantado una ruta de conciertos a través de localidades como Sierra Nevada,
Bogotá. Quindío y Cali, su sede, con acompañamiento de actividades de sanación
por la tierra. Ahora se proyecta para continuar su trabajo y recorrido de
conciertos en la labor incansable de promover los imaginarios del Agua a través
de su canto y obras que hacen un llamado de retorno y conciencia desde el
páramo hasta la mar. Para culminar de nuevo en la Sierra Nevada, centro
espiritual y ritual de Colombia.
El lanzamiento de su trabajo discográfico será
el próximo 2 de agosto en el Teatro Salamandra. A partir de éste portal de
despegue oficial, se podrá encontrar todo el material sonoro y vídeo de la
artista Alelí en las plataformas virtuales facebook *, spotify, youtube, vimeo, soundcloud y
demás medios virtuales por los que el eco de “Alelí y su canto de agua” resonara
para todas las latitudes de la tierra!
Aclaración:
En mi pasada columna, referente al actual y cuestionado Código de Policía, que
ha generado la insólita sanción de multas cuantiosas a consumidores en la vía
pública de empanadas, obleas y poesías, me dejé llevar por datos suministrados en
google, y así a enumerar a los ponentes de dicho código, tildándolo de “burrada”.
Entre esas personas, y hoy me agobia la vergüenza de haberlo hecho sin
verificar, mencioné a Roy Barreras, senador y poeta, quien me ha dado la mano
no sólo en son de saludo. No se hizo esperar una sentida y delicada respuesta magnetofóncia,
que transcribo para mostrar la elegancia expresiva y el ánimo pacifista, no
exento de razonable molestia, “Hola apreciado Jotamario: aunque los burros son
animales nobles, muy vilipendiados, maltratados, con muy pocas referencias
justas, quizás la referencia bíblica que le otorga a un asno, nada menos que el
privilegio de calentar al más famoso hijo de Dios. Y la burra de Balaam,
injustamente castigada como en esta columna tuya. Pero bueno, ser hermano de la
burra de Balaam y poder hablar contigo, profeta del nadaísmo, también es un
privilegio. Nada tuve que ver con ese Código. Y voy a (…) la caridad con que me incluiste en la manada
de asnos como coautor de la burrada. De vez en cuando es bueno recordar que
somos animales. Gracias por la mención, Un abrazo, sin coces.” Ante esta
reclamación tan amable y tan razonada, no me queda más que presentar excusas al
senador y poeta, y por supuesto a la asnada que por el mundo va sin hacerle
daño al ser humano al que sirve, y a la que le endilgué como propia la torpe
redacción de los estadistas. Aprovecho para excusarme también por ese término
usado por mi padre, seguramente parte de la jerga de entonces por los pueblos
de Antioquia, “más bruto que un policía”. Si no entendieron el Código, fue
porque estaba mal redactado. Y espero que esta disculpa sea clara.
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Publicada en
EL PAÍS Abril 01 .com, 02 impreso, 2019