Gracias al aporte y autorización del autor,
publica y difunde: NTC …* Nos Topamos Con …
Intermedio
Carta del buen Dios
al nadaísta converso
Jotamario
Arbeláez
Desde hace algunos años vengo anunciando públicamente mi retorno a
Cristo, cosa que a algunos ha impactado hasta las lágrimas y algunos otros han impugnado
como una broma. Con Dios se han hecho muchos chistes, y Él no ha dejado de reí,
dije un día, De todas las sorpresas que pudimos proporcionar, ninguna como la
(de) que el Nadaísmo iba a dar a Dios.. Uno de mis amigos del alma reencontrada,
el alacre periodista con la ponzoña meliflua, Óscar Domínguez Giraldo, no sé cómo hizo
para chuzar y poner en circulación esta epístola, que a través del teófono
celular me hizo llegar en su momento el poeta de Galilea. A la que la próxima
semana daré adecuada respuesta.
Jotamario el converso. Foto Daniel Mordzinski
Querido José Mario:
Por tus columnas en El Tiempo y El País me he enterado que
decidiste tirar la toalla como escéptico o agnóstico, qué sé yo, para sumarte a
mi corte celestial de creyentes. Aunque mientras más conozco a los nadaístas
más incrédulo me vuelven, te doy la cordial bienvenida a bordo antes de que
decidas revolver al ateísmo, o creer en todos los dioses. Los nadaístas, como
los sastres, incluido tu padre, Jesús, mi tocayo, no dan puntada sin dedal. Por
ello me pregunto qué hay detrás de todo esto. Jota, respóndele a tus fans: ¿qué
te traes entre manos?
Como todo tiene su tiempo bajo el sol, por fin San Nicolás de
Tolentino hizo el milagro de reclutarte. Dicho está que cuando Dios no viene
manda el muchachito. En este caso, envié al agustino Nicolás con una buena
dosis personal de… bizcochos milagrosos de los que se consiguen en la iglesia
del barrio Berlín, en Medellín. También tenía pensado enviarte a Agustín de
Hipona, quien anticipando tu estilo hacía chistes teológicos espléndidos como
éste: “Señor hazme casto, pero no hoy”. A Pablo de Tarso le deparé una caída
del caballo camino de Damasco más una coz, y ya ves cómo lo hizo de bien a
partir de su conversión. No es por demeritar a los nadaístas, pero Pablo
escribía mejor que todos ustedes juntos. Lean sus cartas.
Eres el segundo nadaísta que recluto. Desde hace marras tengo a mi
diestra a Gonzalo Arango, quien en vida hizo una perestroika espiritual hasta
rara. Consignado está en el libro “Oleajes de la sangre” (La Pisca Tabaca Editores),
por inspiración de Andrés Nanclares y su esposa-diseñadora María Clara
Echeverri. En esa obra, que está capando reedición, recogieron la
correspondencia de Gonzalo con su familia. En ella confiesa que su labor
mesiánica era rescatar la verdadera imagen del suscrito. Tú la prologaste
certeramente, En ella está toda la película de la voltereta de Gonzalo,
mientras ustedes seguían masticando hostias sin confesarse y “escandalizando
beatas”.
“Como soy poeta, amo todas las cosas, como Dios ama su creación,
pues un poeta es lo más parecido a Dios por su capacidad de amarlo todo”, dice
Arango en una de las cartas. Y en el reportaje para Cromos que te hizo Gonzalo
–como poetas qué buenos periodistas son los nadaístas– sueltas una bella
blasfemia que te perdono. Dices que, en el cielo, “me gustaría encontrarme con
Dios, para pedirle cuentas”. ¡Igualado!
Veremos cómo reaccionan los nadaístas de rueda suelta que quedan.
Más lejos que cerca de mí veo a tu camarada Eduardito Escobar, a quien le pasé
un memo con copia a su hoja de vida, del cual queda una cremallera inmensa en
la cabeza, de donde le extrajeron un tumor chévere como el pan, que no le
estropeó el estilo ni las metáforas.
A Elmo Valencia, el Monje Loco, que con sus 91 años me pidió pista
el año pasado, lo siento más cerca que a Pablus Gallinazo, quien también caerá con
guitarra y todo y una que otra flor para fumar.
Bueno, Jotica, juicioso en esta reencarnación en vida. Claro que
tu revolución religiosa ya la habías anticipado en una charla para ejecutivos
sobre el Brujo Fernando González: “Si algún día vuelvo a Dios como está
contemplado en un códice, y como me lo pidió San Nicolás de Tolentino en un
trance mediúmnico, será en gran parte conducido por el brujo de Otraparte,
creatura de la Presencia, Aquel cuya esencia es la Presencia”.
Algo importante: no tienes que renunciar a nada. Los vicios irán
renunciando a ti, algo inevitable con quienes van envejeciendo. Así te
resistas. No te digo que te abrazo para que no te asustes. Adiós. Jesús, el
Zarco de Galilea
Óscar Domíguez Giraldo, escriba de Dios.
----
Texto parcialmente publicado en El País, de Cali, martes 2 de octubre de 2018
Gracias al aporte y autorización del autor,
publica y difunde: NTC …* Nos Topamos Con …