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Publica y difunde NTC … Nos Topamos Con …
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NOTA, Enero 24, 2014:
Las incripciones se prorrogaron hasta el 6 de Febrero o hasta completar el cupo
Las incripciones se prorrogaron hasta el 6 de Febrero o hasta completar el cupo
¿Quiere escribir como los maestros?
Comfandi acaba de abrir las inscripciones para una nueva promoción del Taller de Escritura que dirige el escritor y crítico literario Julio César Londoño *.
El Taller es un espacio de creación que goza de renombre nacional por los numerosos premios obtenidos por sus estudiantes en certámenes nacionales e internacionales. Los contenidos del curso comprenden la crítica literaria, el ensayo de divulgación científica, la crónica y el cuento.
La convocatoria está dirigida a personas mayores de 18 años y menores de 50.
Como los debates del grupo desbordan con frecuencia la esfera de la literatura, Londoño considera su taller "un centro de pensamiento con énfasis en escritura literaria".
El perfil del aspirante a un cupo corresponde al de un buen lector (ficción, ensayos, biografías, periódicos), que tenga cierto número de ejercicios de escritura en su haber.
Las inscripciones se cierran el 24 de Enero, 2014, a las 6:00 PM.
Las sesiones de trabajo se realizarán los sábados de 9:00 am a 1:00 pm en el Centro Cultural Comfandi entre el 9 de febrero y el 14 de diciembre de 2014.
Las sesiones de trabajo se realizarán los sábados de 9:00 am a 1:00 pm en el Centro Cultural Comfandi entre el 9 de febrero y el 14 de diciembre de 2014.
Los aspirantes deben escribir exponiendo, en un texto de máximo 150 palabras, sus razones para merecer un cupo. Añadir un minicurrículo de tres líneas y sus datos personales (edad, mail y celular), y enviarlo a
j-clondono@hotmail.com con copia a gestorlogisticocultural@comfandi.com .
Informes en el teléfono 334 0000 extensión 1322.
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* Julio César Londoño
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https://www.facebook.com/juliocesar.londono.5
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ACTUALIZACIONES y SEGUIMIENTOS
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ACTUALIZACIONES y SEGUIMIENTOS
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Taller
de Escritura Comfandi
Por
Julio Cesar Londoño
La Plana. El País, Cali, Enero
16, 2013
Clausuré en diciembre otra
edición del Taller de Escritura Creativa Comfandi . El balance es agridulce. No
logré que mis alumnos se interesaran por la gramática (“la dramática” la
llaman) y algunos temas de los debates, la reforma a la salud, por ejemplo, nos
desbordaron limpiamente (allí hablamos de muchas cosas porque somos básicamente
un centro de pensamiento con énfasis en escritura literaria).
Pero también tuvimos buenos
momentos. Nos visitaron José Zuleta, Édgar Collazos, Horacio Benavides y
Antonio Caballero. Hubo un alto nivel de producción en crítica literaria, un
género muy necesario y nada popular. Nora Bedoya descubrió una arista
insospechada en el Quijote. La psicóloga Florencia Buenaventura publicó, con el
apoyo de la Universidad del Valle y Proartes, el proyecto de investigación «En
Blanco&Rojo», una estremecedora compilación de dibujos de niños víctimas
del conflicto colombiano.
La exalumna María Mercedes
Echeverry ganó, como autora de la letra de Coco el Cocodrilo, el Premio mejor
canción inédita para niños en el concurso nacional de música colombiana
«Solitario Andino 2013» (en el 2012, María Mercedes estuvo nominada al Grammy
en la misma categoría).
Al psiquiatra Carlos Miranda le
quedó al pelo el papel de abogado del diablo en los debates y nos demostró
varias paradojas, entre ellas que Kafka es en realidad un humorista que ha sido
mal leído y que el Nuevo Periodismo es tan viejo como El diario del año de la
peste, de Daniel Defoe.
El joven filósofo Juan David
Ochoa se convirtió en la revelación de las páginas editoriales de El
Espectador.
Orlando Cajamarca ganó la Beca
Iberescena y estrenó en mayo en Buenos Aires la obra Proyecto Argentina XIX. El
diccionario AZ las palabras de la arquitectura, de Benjamín Barney, recibió el
segundo premio en The 2013 International Latino Book Awards durante la BookExpo
America en Nueva York.
Confío en que la promoción del
2014 supere estos resultados. Estudiaremos el cuento, ese género antiguo y
feliz; la crítica, de la mano de Aristóteles, Wilde, Borges, Valéry y Steiner;
el ensayo, o el lenguaje del pensamiento, y la crónica, es decir, la narrativa
al servicio del periodismo, “el segundero de la historia”. Trabajaremos los
sábados de 9:00 am a 1:00 pm en el Centro Cultural Comfandi. Pueden aplicar los
mayores de 18 años que sean buenos lectores (ficción, biografías, ensayo,
periódicos, papeles sucios) y que tengan en su haber un buen número de
ejercicios de escritura. Los interesados deben enviar un texto de 150 palabras
máximo sustentando las razones de su interés en participar el taller, a j-clondono@hotmail.com con copia a gestorlogisticocultural@comfandi.com.co
antes del 25 de enero.
El objetivo es lograr que los
textos tengan fuerza, síntesis y claridad; velar para que el lenguaje traduzca
casi fielmente los dictados del cerebro o el corazón; aprovechar los recursos
de ese viejo y poderoso instrumento que nos ha tocado en suerte, la lengua
española; oponer una barrera de palabras, de frágiles pero tercas palabras, al
avance de las hordas de los bárbaros; aprender a cantar con nitidez y a
maldecir con potencia.
No estoy muy seguro de que
podamos lograrlo, «pero no importa, Sancho, que las cosas grandes con
intentarlas basta».
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El
arte de tachar
Julio
César Londoño
El Espectador, 24 ENE 2014 - 8:55 PM. http://www.elespectador.com/opinion/el-arte-de-tachar-columna-470780
Jorge Luis Borges tenía una
fórmula muy delicada para camuflar sus odios literarios. Zorro viejo, sabía que
decir, por ejemplo, «No me gusta la obra de Joyce» podía sonar pedante.
Prefería decir: «Yo he sido indigno de la obra de Joyce». Tacto de ciego, che.
Para observar la urbanidad
borgiana, digo que he sido indigno de la novela y del drama escrito, pero no es
que les tenga ojeriza, sino que mis limitaciones me impiden apreciarlos. Soy de
verdad indigno de estos géneros. En compensación, disfruto los cuentos, las
crónicas, los ensayos de divulgación y la crítica literaria.
El cuento es antiguo, breve y
feliz. Forma sintética y esencial cuyo protagonista es el argumento, el cuento
no se distrae mucho con la creación de personajes, como la novela. Leo cuentos
desde muy temprano, como todo el mundo, y los sigo leyendo ahora, cuando ya es
muy tarde. Como los cuentos infantiles son o fábulas o narraciones ingeniosas,
me volví alérgico a la moraleja y adicto a los finales cerrados y las
soluciones brillantes. Luego, mis alumnos me enseñaron a apreciar también los
finales abiertos. Hoy, casi puedo decir que soy digno de sujetos de la calaña
de Carver o Chejov. Con todo, sigo pensando que el lector se merece un final
(un final cerrado, quiero decir).
También leo dos géneros
híbridos. El primero es la crónica, una poderosa mezcla de noticia y narrativa,
un matrimonio tan afortunado como el café con leche en la mesa o la luz y el
sonido en el cine. La crónica tiene sobre la ficción el “gancho” de que es
real, y enriquece el lenguaje plano de la noticia con la textura de la prosa.
El segundo híbrido es el ensayo
de divulgación, que mezcla ciencia y poesía. Si es verdad que Dios hizo al gato
para que el hombre pudiera acariciar al tigre, entonces el ensayista de
divulgación es un pequeño dios mensajero que nos trae a los hombres de la calle
las noticias de los trabajos de los sabios. Gracias a él podemos asomarnos por
las ventanas de los laboratorios, “palacios de precisos cristales”; tener un
panorama del laberinto y ser, quizá, mejores ciudadanos. El ensayo de
divulgación puede ayudar a que la democracia deje de ser apenas una bonita
palabra.
Philip K. Dick dijo: «El
artista es el asesino; el crítico, apenas el detective». Sabía que la crítica
literaria es el más despreciado de los géneros literarios, pero también el más
reciente, difícil y necesario. Que si bien la literatura se ocupa de las
pasiones, de los trabajos y los días, la crítica se ocupa de una versión
editada del mundo. Que el crítico es sobre todo un lector muy aplicado. Y que
no se puede escribir bien sin dominar bien esa crítica íntima y secreta que es
el arte de tachar. Que la calidad de un escrito depende no solo de las palabras
que sobreviven a los tachones, sino también de las que mueren; del tino para
suprimir los ruidos y las impertinencias. Las incontinencias, en suma. Y que no
puede ser malo un género que ha inspirado las mejores páginas de Aristóteles,
Poe, Wilde, Valéry, Borges y Steiner.
Sobre estas cuatro miradas (el
cuento, la crónica, el ensayo de divulgación y la crítica literaria) girará mi taller de escritura de Comfandi en Cali.
Los interesados pueden pedir información en j-clondono@hotmail.com.
Como las asignaturas tienden a mezclarse, con frecuencia nuestros debates se
deslizan hacia la política, la ciencia, el arte o las humanidades. Por eso es
lícito definir este taller como un centro de pensamiento con énfasis en la
escritura literaria. A ratos descubrimos secretos de la composición, con
frecuencia nos extraviamos en minucias, pero siempre nos divertimos. Lo
prometo.
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EL PAÍS, impreso en la red. Cali, Enero 24. 2014. Pag. C2
http://www.elpais.com.co/ elpais/edicion_impresa/ 1a21e628e0674f34ce102ec0c65fc2 73/elpais-Enero-24-de-2014.php
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